sábado, 10 de octubre de 2009

SÉ QUE ÉL ME PROVEERÁ MI PAN DIARIO


Padre nuestro que estás en los cielos El pan nuestro de cada día dánoslo hoy
Mateo 6:11

Nuestra vida necesita ser una vida de fe diaria. La fe cubre tanto las necesidades temporales como las espirituales. La fe disipa toda inquietud desmedida y preocupación de que comer, o que beber, o que vestir. La fe vive en el presente y saluda el día como lo suficiente para el ahora. La fe vive el hoy por hoy y disipa todos los temores del mañana. La fe trae gran facilidad de mente y paz perfecta del corazón.

La Palabra de Dios dice: Tú guardarás en perfecta paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado. Hoy se que el Señor proveerá mi pan. El Padre nuestro dice: El Pan nuestro dánoslo hoy orar de esta manera es sacar el mañana de la oración. Nosotros no vivimos en el mañana, sino en el hoy.

Hoy no busco la gracia del mañana, ni el pan de mañana. Oran mejor quienes oran para las necesidades de hoy, no las de mañana. Las oraciones acertadas nacen de ensayos actuales y necesidades actuales. El pan para hoy, es el pan suficiente. El pan dado para hoy es la ofrenda más fuerte que el pan de mañana.

La victoria de hoy, es la promesa de la victoria de mañana. Mis oraciones necesitan ser enfocadas en el presente. Debo confiar en Dios hoy. El presente es mío, el futuro pertenece a Dios. La oración es una tarea y un deber de cada día. Y cada día orar por las necesidades diarias. Hoy yo se que él proveerá lo que en este día necesito.

Si todos los días se exige el pan… entonces todos los días se necesita la oración. Ninguna cantidad de oración de hoy, bastará para el mañana. Ninguna oración para mañana tendrá gran valor para hoy. Cada día necesitamos del maná. Mañana Dios verá si nuestras necesidades serán satisfechas. Este es la fe que Dios busca inspirar en mi hoy.

El mañana con sus cuidados, sus necesidades y sus problemas están en las manos de Dios. No puedo almacenar oraciones hoy, para encontrar reservas mañana. Cada día es único. Hoy no puedo comer el pan de mañana, solo el de hoy. Hoy mi confianza por lo tanto está en Dios, quién suple para hoy y mi alma se gozará en el Señor hoy… mañana será otro día y como otro día será una nueva oportunidad para buscar su rostro y esperar únicamente en él.

Gracias Señor por la oportunidad que hoy me concedes de esperar en ti. Este es un nuevo día que me llena de gozo y esperanza. Hoy quiero poner toda mi confianza en ti. Sé que proveerás el pan de Hoy y la satisfacción que mi alma necesita hoy. En ti confiaré hoy y te buscaré mañana. Amén.
Dr. Serafìn Contreras Galeano

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