En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima autorizándonos a que la citáramos:
«Una gran amiga murió en días pasados... Fue un golpe duro para todos sus amigos, pues era joven y se veía muy sana. Después de su muerte, yo pensaba constantemente en su alma... Sentía curiosidad por saber dónde estaba, y reconozco que quería verla en sueños y conversar con ella... Llegué a considerar el espiritismo, que si esa actividad podía ser cierta. Me siento triste porque, a través de mi pensar, ofendí a Dios al no aceptar su partida...»
Este es el consejo que le dimos:
Estimada amiga:
Lamentamos mucho la pérdida que usted ha sufrido. Siempre es difícil perder a una persona a la que se ha querido, pero es aún más difícil cuando esa persona era joven y al parecer disfrutaba de buena salud. Es absolutamente normal que a usted le haya costado trabajo aceptar la muerte prematura de su amiga. A Dios no lo ofende la profunda pena que sentimos naturalmente, sino que, al contrario, Él nos comprende. Dígale en oración lo que usted siente. Él quiere consolarla en este tiempo de duelo…
Con relación al interés que usted tiene en el espiritismo, le advertimos que tenga mucho cuidado. El espiritismo es una práctica ocultista que proviene de Satanás mismo. La Biblia dice que Dios detesta a cualquiera que se sirva de médium espiritista o consulte a los muertos... Satanás les revela a médiums espiritistas algunos detalles acerca de un difunto, de modo que esos médiums puedan convencer a los seres queridos que lo están llorando de que ellos de veras se están comunicando con el amigo o familiar que los ha dejado. Por eso, si bien el espiritismo no implica verdadera comunicación con el difunto, sí implica comunicación con Satanás, que es el diablo mismo. Y es muy peligroso abrir las líneas de comunicación con el diablo, aunque sea a través de un médium espiritista...
Con el paso del tiempo, usted podrá aceptar la muerte de su amiga. Le dolerá cada vez menos a medida que pasen los meses. Mientras tanto, concentre sus esfuerzos en la preparación de su alma para lo que le espera después de la muerte. Así esta circunstancia, por muy triste que haya sido, habrá valido la pena en su vida.
Le deseamos paz y consuelo.
Linda y Carlos Rey
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