Cultivo flores para mi Madre; aunque no esté,
en mi mente siempre la tendré.
No importa espacio ni flores más hermosas;
No importa espacio ni flores más hermosas;
haré, el más lindo ramo.
Recuerdo hoy su rostro y sus manos,
Recuerdo hoy su rostro y sus manos,
pero sobre todo recuerdo lo infinito de su amor.
Las flores, qué duda cabe, son expresión de belleza,
Las flores, qué duda cabe, son expresión de belleza,
belleza como la de mi Madre.
Podía haberle dado el oro, podía darle incluso el mundo,
Podía haberle dado el oro, podía darle incluso el mundo,
pero su humildad era tal, que sólo quería las flores.
Por eso hoy día Madre, sólo espero que mis flores recibas,
Por eso hoy día Madre, sólo espero que mis flores recibas,
como una muestra de mi inmenso amor,
aunque ahora estés en el cielo.
Hernán Freitas
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