Todo empezó hace muchísimos años… quizás antes que yo naciera.
Recuerdo que cuando yo era todavía un niño, bajo la puerta de mi casa metían unos papelitos escritos a mano. ¿Qué decían? “Cadena de oración de San Judas Tadeo”. ¿Qué más decían? “Si rompes esta cadena sufrirás una desgracia”, y luego te contaban la historia de alguien que lo hizo y que murió raramente. ¿Qué más…? “Si no deseas sufrir una desgracia, envía 100 copias en un lapso de una semana”. Luego te cuentan sobre los beneficios que han recibido los que circularon la cadena. Y la gente se ponía a escribir y a escribir para no caer en desgracia.
Poco tiempo después se modernizaron y llegaban escritos a maquina. Actualmente siguen llegando modernamente por Internet, pero no sólo de San Judas Tadeo, sino de Jesús, de La Virgen de Guadalupe u otra, de otros santos.
A pesar que la Iglesia Católica se daba por desentendida y no informaba nada sobre las “cadenitas”, mi madre me enseñó que esas eran tonterías y que deberían romperse y echarlas a la basura, porque ni Dios, ni María ni los santos te ponen condiciones para amarte o concederte un milagro o interceder a Dios por ti.
Por mi parte trato de inculcar, dentro de mis posibilidades, que se corte esta anti-católica costumbre que se burla de Dios y de la fe de los católicos, la cual disminuye poco a poco hasta desaparecer por completo, en vez de incrementarse.
Te pido, a ti, hermano en Cristo que me ayudes en esto. ¡Rompe sin miedo cualquier tipo de cadena condicionada! ¡Nada te va a pasar! No estoy hablando de cadenas sinceras de oración por tal o cual causa… esas si son verdaderas, las falsas son las que te condicionan. Por ejemplo: “No rompas esta cadena… sí funciona” “Tienes cinco minutos para enviarla a diez personas”. Una verdadera cadena te pide oración por alguna causa. Por ejemplo: Por las intenciones del Papa, por tu país, por algún enfermo, etc., sin condicionamiento. Preocúpate por circular esas.
Estas falsas cadenas muchas veces vienen acompañadas de hermosas oraciones… si te gustan toma nota de ellas para tu uso personal y ¡Rompe la cadena! El “Temor de Dios” consiste en temer ofenderlo… no a tenerle miedo.
Les ruego a las personas que cuentan conmigo para continuar las “cadenas falsas” que me envían, que no lo hagan, porque yo las elimino. ¡He roto cientos! Voy a cumplir – gracias Dios – el próximo mes, 63 años rompiendo cadenas. ¡Qué bien me siento!
Si se te rompe de casualidad una estatua de Jesús, María o de algún santo de tu preferencia, ¡Bótalo a la basura y cómprate otro!, lo haces bendecir y lo colocas donde estaba el que se rompió. ¿De qué te sirve un cuadro o estatua rota? No es pecado botar a la basura un cuadro o estatua religiosa rota… lo que se rompe es yeso o madera… Dios no se rompe, Él es eterno. Tampoco se rompen la Virgen y los santos… son espíritus con la gracia de Dios que están junto a Él gozando de su gloria intercediendo por ti. Si se puede restaurar… puedes hacerlo, pero si está irrecuperable… a la basura.
Empieza a enseñar por casa lo que realmente es Dios.
José Miguel Pajares Clausen
Setiembre 2009
Setiembre 2009
Bravo hermano! La misma enseñanza que me daba mi madre... y la misma afición de ella: romper cadenas! Me fascina su excelente combinación de fe y razón. Quienes digan que ambas no se pueden combinar o les falta fe... o les falta razón. Un abrazo desde Paraguay
ResponderEliminarALEJANDRO... LA FE SIEMPRE TIENE QUE IR DE LA MANO CON LA RAZÓN.
ResponderEliminarGRACIAS POR TU COMENTARIO.
BENDICIONES POR CASA.