William Arthur Word nos animará a no pensar en «sobrevivir» y por eso perder nuestro temor de fracasar:
Si usted es sabio…
§ Olvídese de la grandeza.
§ Olvide sus derechos, pero recuerde sus responsabilidades.
§ Olvide sus inconveniencias, pero recuerde sus bendiciones.
§ Olvide sus propios logros, pero recuerde su deuda con los demás.
§ Olvide sus privilegios, pero recuerde sus obligaciones.
Siga los ejemplos de Florence Nightingale, de Albert Schweitzer, de Abraham Lincoln, de Tom Dooley, y olvídese de la grandeza.
Si es sabio, se lanzará a la aventura. Recuerde las palabras del General Douglas MacArthur: «No hay seguridad en esta tierra. Solamente oportunidad».
§ Vacíe sus días en busca de seguridad; llénelos con una pasión por el servicio.
§ Vacíe sus horas de ambición de reconocimiento; llénelas con la aspiración de logros.
§ Vacíe sus momentos de necesidad de entretenimiento; llénelos con el anhelo de creatividad.
Si es sabio, se perderá en la inmortalidad.
§ Pierda su cinismo.
§ Pierda sus dudas.
§ Pierda sus temores.
§ Pierda su ansiedad.
§ Pierda su incredulidad.
Recuerde estas verdades: Un hijo debe olvidarse pronto a sí mismo para ser recordado. Debe vaciarse a sí mismo para descubrir un yo más lleno.
Recuerda que el mejor ejemplo de un verdadero sabio está en la persona de Jesús, quien se olvidó de si mismo y se dio por nosotros y nos pide que nosotros nos neguemos a nosotros mismos para que poder llegar al punto correcto de nuestra vida.
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:33.
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Filipenses 2:3,4
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