jueves, 2 de julio de 2009

QUINTINA, LA EVANGELIZADORA...


ECLESALIA, 29/06/09.- Quintina Peñalva tiene 53 años. Nació en San Bernardo, a 7 horas a caballo de Ocloya. Allí se crió y se quedó hasta los 16 años. Luego vino a San Salvador, al barrio Azopardo, uno de los barrios más pobres, cercanos al río. Allí pronto comenzó a trabajar como empleada, cama adentro. Quintina es mujer trabajadora.

En San Bernardo se dejaba invadir por el silencio de la soledad, por la majestuosidad de los cerros, por la fecundidad de los valles. Todo era signo de vida para ella. Todo parecía un llamado a vivir, a darle a la vida una plenitud nunca alcanzada. Quintina es mujer de contemplación.

Desde chica, Quintina interiorizaba lo que observaba y lo que escuchaba. Todo lo vivía en una religiosidad primitiva y natural, cercana a la tierra, a la madre tierra, a la Pachamama que lo fecunda todo, a los Santos, los Santitosque invadían todo el territorio con sus capillitas y sus altarcitos desparramados por cerros y valles…

Quintina no conocía la Palabra de Dios. Muchos de sus vecinos, en Azopardo, conservaban y repetían los ritos de fe tan ligados a la tierra y a los ciclos de la vida. Habitualmente son ritos de protección. La Pachamama es generosa. El Dios de los cristianos conduce a la salvación a través del dolor y del sufrir, de la negación y del temor. La vida que tanto se quiere, la vida eterna, es siempre para más luego… Se la conocerá y se la disfrutará en el más allá. Es cierto que los Santitos ayudaban. Dice Quintina. “¡Uno les rezaba para tener su ayuda! Las novenas se multiplicaban. Todo el año era una sucesión de rezos y de novenas a los Santitos. De novena a novena, la vida de la gente no se tocaba. Parecía detenida, como si se hubiera quedado”…

En el corazón de Quintina la vida es lo primero porque es todo. Es la misma vida. Son sus mismas raíces. Entonces, ¿por qué distinguir?, ¿por qué temer? La vida que nos acompaña en el crecer; nos va a ir acogiendo en el morir…

Quintina no podía sacarse los miedos de encima, de adentro. Todavía no se había encontrado con la Palabra de Dios

Desde su llegada a Azopardo le hablan de la Comunidad de Hermanos: Jorge, Juan, Roque, Agustín Cuando logra tener unos días de descanso, Quintina se suma al grupo de vecinos que se reúne con los Hermanos para leer la Palabra de Dios. ¡Qué revelación para su corazón creyente y contemplativo! Quintina tiene un corazón enamoradizo: “¡Tu Palabra es querendona, suave y dulce como miel!”, cantan en los grupos y Quintina se siente feliz, muy identificada con lo que se dice y se vive.

Los Hermanos estaban en Azopardo desde 1971 En 1979 se abrió la Escuela La Salle en el barrio El Arenal, hoy Malvinas. Escuela y barrio crecen juntos y la Palabra de Dios da forma y fortalece a esa unión. Poco a poco van surgiendo los grupos de la Palabra. La Comunidad se instala definitivamente en Malvinas, a dos cuadras de la Escuela. Los Hermanos ocupan una de las casitas del nuevo plan de viviendas populares. Los grupos van creciendo. Poco a poco toman la forma de comunidad. La Palabra es el centro. La Palabra lo ilumina todo. Es una hermosa novedad para estas poblaciones de creyentes, iniciadas en los ritos y en las novenas pero hambrientas de una palabra más viva y más cercana a lo que viven. En las Comunidades la Palabra compartida nos acercaba al Dios de la Vida. Sentíamos que estábamos palpando a Dios presente en el corazón de nosotros mismos y de lo que vivíamos. Ese fue un gran cambio en nuestra manera de entender la Fe en Jesús y de vivirla. Los santitos nos iban interesando cada vez menos. Pero si descubríamos en ellos la presencia y la fuerza de la Palabra, entonces eran nuestros aliados. ¡No para seguir con las novenas y los ritos, sino para entrar, más y mejor en la Palabra del Dios Vivo!” Y Quintina no termina de agradecer su encuentro con la Palabra, con las Comunidades de la Palabra.

Esta opción por educar la Fe a la luz de la Palabra y por crear grupos de la Palabra fue toda una conversión en el barrio. ¡Cómo se iba transformando la vida de fe y la mentalidad creyente de esa gente sencilla, sufrida y abierta al Dios de la Vida! ¡Cómo crecían en libertad interior! ¡Cómo se fortalecían entre ellos!

Las Comunidades se iban multiplicando. Los Hermanos promovían y cuidaban los tiempos de formación. Primero, una vez al mes. Luego, todas las semanas. Los Hermanos también fueron dado protagonismo a las mujeres más comprometidas, dinámicas y creativas. Entre ellas estaba Quintina.

Con su profundo sentido de la vida, ese grupo de mujeres tan abiertas a la Palabra, se fue transformando en semilla de vida nueva, enmotorque empuja y sostiene, en bálsamo que serena y cura… La vida de fe se afianzaba desde lo cotidiano y lo pequeño. La vida de fe le fue dando cada vez más importancia a la vida del barrio y a sus problemas.

Pero la devoción a los santitos seguía presente en el corazón religioso de muchos. Parecía imposible revitalizar con la Palabra el culto a las novenas y a ciertas tradiciones religiosas. Además, se iban sumando nuevos elementos que jugaban en contra como: la sucesión de las crisis sociales y económicas y su impacto en estas poblaciones empobrecidas; el empuje de los cambios culturales, especialmente entre los jóvenes; la atracción de otros predicadores… Mucha gente del barrio tardaba en descubrir y experimentar la fuerza de la Palabra de Dios. A pesar de todo el camino recorrido, las Comunidades seguían siendo minoría… Esto golpeaba fuerte a Quintina. ¿Qué hacer?

En los últimos días de Marzo vino Quintina a la Comunidad. Estaba preocupada. Hermano, me piden que anime una novena de rosarios por el finado Santos Primitivo. No puedo decir que no. Santos era familiar mío. Pero, ¿qué hacer? Yo no quiero que la gente siga con las novenas. ¿Me podría ayudar para poner la Palabra de Dios en el corazón de esas noches de oración?"

Comenzamos haciéndonos una serie de preguntas: ¿quiénes vienen a la novena? ¿Por qué vienen? ¿Qué experiencia religiosa viven habitualmente? ¿Cómo será su vida de fe? ¿Qué les hará mejor? ¿Cómo ofrecérselo? Recogiendo la experiencia de las novenas del barrio vividas por Quintina nos pareció que el corazón religioso de estas personas está, todavía, muy marcado por aspectos negativos: la mala vida que, sin duda, ha llevado el finado; el miedo a lo que debe estar sufriendo, ahora, en el Purgatorio… Son todos sentimientos y pensamientos negativos, excepto el cariño por el finado. ¿Cómo poner un poco de esperanza en el Dios de la Vida que es, ante todo, un Padre?

Con gran convicción dijo Quintina: “No vamos a reunirnos nueve noches. Es excesivo. Tampoco vamos a rezar el rosario. La gente se queda dormida con la monotonía de los rezos. Vamos a utilizar palabras positivas, optimistas, que den esperanza. La mayoría de estas personas no ha experimentado que Dios es Padre. Quizás desde chicos les han llenado la cabeza de temor y el corazón de inseguridad y de miedo…”

Entonces decidimos poner a la persona y a la vida de Santos Primitivo en el centro de la oración de cada una de las tres noches. Nos pareció bien orar estas tres ideas(más que ideas son realidades…):
-La vida de Santos Primitivo y la presencia de Dios Padre en esa vida (Santos Primitivo vuelve al Padre).
-La vida de Santos Primitivo no fue una vida perdida (Santos Primitivo: una vida plena).
-Podemos aprender de toda vida (Con Santos Primitivo aprendemos a vivir mejor).
Una vez señalados los tres centros de la oración, pensamos en cómo desarrollarlos. Coincidimos en estos cuatro elementos:
-Comentar la vida de Santos Primitivo y nuestra propia vida.
-Interiorizar lo que hemos compartido.
-Iluminar nuestras vidas con la Palabra de Dios.
-Orar un Salmo.

Estábamos contentos. Quintina daba ejemplos de cómo es la gente que habitualmente viene a las novenas y decía convencida: Les va a hacer bien esta nueva presentación. Van a descubrir la Palabra. No van a extrañar los rezos monótonos. Les va a gustar este mensaje de esperanza…”

Estas son las tres presentaciones que fue haciendo Quintina.
Primera noche:
SANTOS PRIMITIVO PEÑALBA VUELVE AL PADRE. Nos hemos reunido para recordar a nuestro hermano, Santos Primitivo, unirnos a su vida para mejorar y profundizar nuestra fe. Como Jesús, Santos Primitivo salió del Padre y volvió al Padre. Jesús dijo: Yo salí del Padre y ahora vuelvo al Padre Entre salir y volver, está la vida. Esa vida es lo que es; es la vida que Dios nos regaló. Todos salimos del Padre y todos volvemos al Padre. Toda vida, se viva como se viva, salió del Padre Dios. El Padre respeta la manera de nacer y de vivir…

Reacción de los presentes: “¡Cómo cuesta todavía entender que la vida no es nuestra!”. “¡No somos dueños de la vida!” “Mi vida no ha sido tan buna. Tuve otro hombre. Entonces yo pienso que estoy lejos de Dios, por eso casi no rezo, no me acuerdo de de Dios. Mi vida es así!”…

Quintina ayuda a los presentes a entender que Dios, por ser el Padre, respeta la manera de nacer y de morir, sea cual sea la vida. Sí, es el Padre Misericordioso. Que nos quiere y nos ama. Así como salimos del Padre, así también volvemos al Padre. Y Quintina pidió a los presentes que hicieran un momento de silencio. Y cada uno, en su corazón, agradecía a Dios por estar presente en su vida y en su historia. Algunos se expresaban en voz alta: “¡Gracias, Padre, por la vida recibida!”. “Gracias, Padre, por el regalo de mi vida”. "Gracias, Padre, por llenarnos esta noche de alegría y de esperanza”. “Gracias, Padre, porque nos respetas y nos esperas en nuestra manera de vivir”… Luego cantamos Coplas de Yaravhí, que gusta mucho.

Luego se leyó la Palabra de Dios: Lucas 15,20 y Juan 16,28 y se aplicó la lectura de la Palabra a Santos Primitivo. Quintina agregó: Jesús hace una descripción de lo que es la muerte de toda persona. Un día, todos vamos a morir. No sabemos cuándo. Para muchos la muerte es una tragedia. La muerte es volver al Padre. Esto nos hace pensar que tenemos que preparar nuestros corazones para cuando llegue la hora de la muerte: volvemos a la casa de nuestro Padre, así como Santos Primitivo partió y volvió a la casa de su Padre. Y el Padre, seguro que lo estaba esperando con los brazos abiertos y le dio un gran beso.

Salmo 130(129). Al rezar este Salmo sentimos la confianza en Dios Padre. Confiamos en su Palabra. El nos libera de todo. A lo largo de nuestra vida hemos recibido y gozado de todo; a veces hemos podido descuidarlo, abandonarlo. Gracias a la Fe, nosotros tenemos que esperar el regreso a la Casa del Padre, así como el centinela espera la aurora…

Segunda noche:
SANTOS PRIMITIVO, UNA VIDA QUE NO SE PERDIÓ
. Vamos a seguir recordando a Santos Primitivo. Como toda persona, él tuvo su vida. Toda vida es un valor. Toda vida tiene su propia medida. Y Quintina hizo pasar adelante a tres personas: una más alta; otra más mediana; otra más bajita. ¿Son iguales estas personas? ¡Claro que no!... La persona alta dijo: Yo siempre renegué de mi persona. Soy muy flaco y largo. La persona bajita decía: Soy muy petiza y no me gusta como soy. La persona mediana se aceptaba tal cual era y estaba contenta… Dios Padre pone vida, su vida, en todos y cada uno, según su medida y a los ojos del Padre, todos somos iguales, tanto el grande como el mediano y el chico.

Vamos a pensar un momento en nuestro corazón: ¿Qué espacio le hemos dado a la vida, a nuestra vida? La vida siempre es buena. Algunos de los presentes comenzaron a expresarse: “¡Sí que es buena cuando encontramos que tiene un sentido!” “¡A mí me hace bien que mi vida es importante para mi familia!”. "Yo, a veces, no tenía fe en nadie. Luego he visto que mi vida es útil para muchos, y no sólo para mi familia”. “Yo, que vivo sola, trato de cuidar siempre mi vida y cada mañana me digo: ¿a quién le hará bien mi vida, hoy?”… Quintina escucha con atención y ayuda a los presentes a reflexionar sobre su vida. La vida es buena, pero no siempre la experimentamos así. Por ejemplo, cuando alguien no tiene la posibilidad de trabajo. O Cuando no han podido estudiar, como la gente que vino del campo. Una señora dijo que su familia estaba destruida porque algunos miembros son alcohólicos. Otra dijo que está enferma y sola y que así hay mucha gente en el barrio… A todo esto, ¿cómo hacer para poner el oído a lo que vive la gente y decirles que tenemos un Dios que es Padre Misericordioso, un Dios Amor, un Dios Papá?

Luego se leyó la Palabra de Dios en Apocalipsis 14, 13. Santos Primitivo oyó la voz. Era la voz del Padre. Felices desde ahora los muertos. Felices los que mueren en el Señor, dice el Espíritu. Que descansen de sus fatigas, de las penas de la vida y de sus equivocaciones, porque sus obras los acompañan. Dios habrá visto en Santos Primitivo sus pequeñas obras…

Terminamos rezando el Salmo 34(33). En este Salmo nos hace descubrir la presencia de Dios en los pobres y los humildes. Es la experiencia de Dios Padre cercano a todo lo que vivimos, porque el Padre está siempre metido en nuestra vida…

Tercera noche:
CON SANTOS PRIMITIVO, NOSOTROS QUEREMOS VIVIR MEJOR
. Cada uno tiene su vida. A veces la entiende. A veces, no. A veces renegamos de nuestra vida. A veces la valoramos… Dios está en todos los momentos de la vida. Porque no podemos se personas sin la presencia de Dios. Vivimos mejor si reconocemos que Dios está presente en todos los momentos de nuestra vida. Y dejamos que El nos salve, que El arregle nuestra vida, la levante, la ordene, la una, la cuide… Cuando estamos bajoneados, le pedimos a Dios que nos levante, que nos dé su fuerza. Porque necesitamos tener fe en Dios que cuida nuestras vidas y la vida de nuestras familias.

Ahora nos preguntamos: ¿Qué le hizo mal a la vida de Santos Primitivo? ¿Qué le hizo bien a la vida de Santos Primitivo?... Las personas presentes se fueron expresando: “A mí me parece que Santos no cuidó su vida”. “Yo creo que estuvo mucho tiempo enfermo y no hizo el tratamiento que le aconsejaron”. “Es que no tenía plata”. “, pero ¡él renegaba mucho!” “Además vivía tensionado, nervioso”… Lo que le hizo bien es su familia. Tuvo una linda familia”. “Sus hijos ya son mayores; todos están bien”. “Todos estudiaron y tienen un buen trabajo”. “A mí me parece que se sentía satisfecho como padre”…

Luego se proclamó la Palabra de Dios: Colosenses 3, 9-15. Se pusieron, escritos en carteles, algunos ejemplos sobre el hombre viejo y elhombre nuevo. ¿Cuándo somos hombres nuevos?: servicio, paciencia, esperanza, comprensión, justicia, alegría… ¿Cuándo somos hombres viejos?: egoísmo, mentira, envidia, vicios, orgullo, pereza, ser esclavos… El hombre nuevo se caracteriza por su actitud comunitaria, siempre preocupado po los demás y vive con el corazón agradecido… Mientras que el hombre viejo es un egoísta esclavizado por sus pasiones…

Terminamos rezando juntos el Salmo 32 (31). A cada parte del Salmo contestamos: “¡Gracias, Señor, por tu presencia en nuestras vidas!”

A todo esto, ¿cómo se sintió Quintina mientras iba viviendo esta experiencia? Ella misma lo ha expresado. “¡Viera, Hermano, lo contenta que estoy! Primero porque fue una manera nueva de orar por el finado. A las personas presentes les agradó y les hizo mucho bien. Yo me sentía animada por el Espíritu. Ni yo misma sabía cómo podía hablar como hablaba. Las palabras brotaban de mi interior. Miraba a las personas y veía que estaban todas muy contentas. Se notaba que la Palabra de Dios les estaba tocando el corazón!. Entonces me animé y les dije: “Hagan algo parecido en sus propias casas; tengan a mano la Palabra de Dios; aprendan a leerla y a orarla como la hemos leído y orado aquí, juntos... Claro, yo me doy cuenta de algunas cosas. La gente es muy ignorante en las cosas de Dios. Es difícil leer la Biblia si no se recibe, antes, alguna indicación concreta que ayude. Para eso están las Comunidades. ¡La verdad, Hermano, es que tenemos que dar algunos pasos nuevos y formar más gente en la Palabra!”

¡Qué grande, Quintina, mujer de fe, mujer comprometida con su gente! Y qué importante descubrir en su experiencia caminos posibles para que la Palabra siga entrando en las culturas que nos envuelven…
Genaro Sáenz de Ugarte
Religioso de La Salle San Salvador de Jujuy (Argentina).

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

No hay comentarios:

Publicar un comentario