miércoles, 3 de junio de 2009

PAPI... DEVUELVEME MIS MANITAS


Una familia había comprado un carro lujoso. El padre amaba ese auto.

Llegando a una gasolinera los padres bajan y dejan al niño de 3 años en el auto, cerrando las puertas…el niño, encontró un marcador y comenzó a escribir en todo aquel tapizado, con un gran entusiasmo y amor. Al regresar, el padre enfurecido, comenzó a golpear al niño en sus manos con mucha fuerza… hasta que tuvieron que sacarle al niño estaba muy maltratado y tuvieron que llevarlo al hospital.

En el hospital, les notifican que sus manos habían quedado lisiadas por la golpiza. Encontrando al padre en la habitación envuelto en lagrimas… el niño le dice sonriente…
-“¡Hola papi ya aprendí la lección no lo voy hacer mas papi…¡ ¡Pero por favor que me compongan mis manitas!”
El padre salió de aquella habitación muy triste. Aquello marco su vida para siempre.

REFLEXION: ¿Por qué le damos tanta importancia las cosas materiales al grado de lastimar a nuestros seres queridos? ¡QUE GRANDE ESTUPIDEZ!

Un día nací, un día moriré, y nada me llevaré, pero ¿estoy realmente viviendo?”
Una casa está hecha de roca y madera, un hogar de amor y entrega


A veces descuidamos la relación de familia por cosas materiales. No olvidemos que primero están las personas.

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:3.

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