¿Qué pasaría si se planteara una opción diferente?
Se habla de sacerdotes que quieren casarse y de la Asociación de Sacerdotes Casados que están suspendidos; pero no se habla de los laicos casados que les gustaría ser sacerdotes.
Creo que si preguntamos a los laicos casados si desean ser sacerdotes, la Iglesia católica se llenaría de sacerdotes que tanto nos faltan. No estoy hablando de Diáconos, que algunos son casados y sirven a la Iglesia tan igual que un Sacerdote, con la diferencia que no pueden confesar ni consagrar, pero sí pueden administrar otros sacramentos y hacer Misas con Hostias consagradas.
¡No!, no estoy hablando de ese caso, sino de laicos casados con familia; laicos probos que podrían muy bien ser sacerdotes en todo lo que significa serlo. Podrían vivir en la Iglesia con su familia, hacer Misas, consagrar, confesar, etc., tal como lo hacen los católicos de la Iglesia Oriental. Los diáconos casados serían los primeros en tomar esa nueva opción, lo mismo que los sacerdotes casados suspendidos.
Pero vuelvo a lo anterior, ¿a cuántos laicos comprometidos les gustaría ser sacerdotes? Creo que a muchos… Dios y la Iglesia saldrían ganando. Ojala que se tome alguna acción positiva por el bien de la Iglesia, sobre todo en estos tiempos tan difíciles en que necesitamos que la Palabra de Dios llegue a todos, y que por falta de sacerdotes no se puede lograr.
Mientras tanto, debemos seguir obedeciendo lo que la Santa Madre Iglesia nos manda.
José Miguel Pajares Clausen
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