Consejo de San Bernardo al Papa Eugenio III.
-"Es necesario prestar atención a los peligros de una actividad excesiva, independientemente de la condición y el oficio que se desempeña, pues las numerosas ocupaciones llevan con frecuencia a la dureza del corazón, no son más que sufrimiento para el espíritu, pérdida de la inteligencia, dispersión de la gracia".
Sabias palabras que además de denunciar el hiperactivismo al que tendemos todos, nos hacen ver lo esencial:
§ ¿De qué nos van a juzgar en el último día?
§ ¿De qué estaremos orgullosos y satisfechos en nuestros últimos días?...
§ ¿De las distracciones? No.
§ ¿De los afanes cotidianos? No.
§ ¿De las horas perdidas en estupideces? No.
§ ¿De la oración? Si. ¿De la caridad? Si.
Ahí están los dos pilares, ahí están los dos mandamientos en los que Jesucristo redujo los miles de preceptos judíos...
"Amar a Dios sobre todas las cosas (Fe-oración) y al prójimo como a uno mismo. (Caridad)" (Mt. 22, 37-39).
Ahí están los dos pilares, ahí están los dos mandamientos en los que Jesucristo redujo los miles de preceptos judíos...
"Amar a Dios sobre todas las cosas (Fe-oración) y al prójimo como a uno mismo. (Caridad)" (Mt. 22, 37-39).
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