¿Sabes que se necesita para ser mamá? Bueno podrías darme argumentos como: para ser mamá primero se necesita ser responsable, tener madurez física como intelectual, planificar bien… etc. Pero la verdad, básicamente lo que se necesita para ser mamá es un “papá”. ¿Cierto?
Bien ahora que ya sabemos lo que se necesita para ser mamá dime, ¿cómo se hace un bebé? Bueno, para nadie es un secreto que para engendrar un bebé ambos padres aportan células importantes. ¿Cuáles son? La madre aporta algo que se llama óvulo y el papá aporta algo que se llama esperma en el cual viajan los espermatozoides.
Ahora bien, luego de esta introducción… dime ahora… ¿cuántos espermatozoides compiten para llegar al óvulo de la madre?… uno, dos, diez… ¿cuántos? Millones, tras millones, tras millones.
¿Hasta aquí estamos de acuerdo?, ¿correcto? Ahora dime… de esos millones que compiten, ¿cuántos fecundan el óvulo?, ¿medio millón, diez, doce, cinco?… dime… ¿cuántos?, permíteme recordártelo. UNO… el más capaz el más rápido, el más fuerte, el que le ganó a esos millones.
¿Sabes? En esa carrera no hay premio para el segundo lugar… es decir de millones sólo uno alcanza el premio de la vida, el campeón o la campeona. Es decir… TÚ. Desde el momento en que eres concebido en el vientre de tu madre ya traes la casta de campeón o campeona, ya eres un ganador.
Dios no patrocina fracasos. Dios, que es el Señor de la vida quiso darte ese don, no es por un azar de la vida, tampoco por el fallo de un anticonceptivo, es por que Él tiene un plan maravilloso para ti.
Por eso cuándo tu dices: “no sirvo para nada, no sé por qué nací, yo soy lo peor”… estás ofendiendo a Dios, porque Él te hizo a su imagen y semejanza. Dios… no hace fracasos.
¡Recuerda! ¡Eres de las maravillas más grandes del mundo! ¡Todo depende de TI!
§ Génesis 1:26: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra”.
§ Juan 15:16: “Vosotros no me elegisteis a mí, mas bien, yo os elegí a vosotros para que llevéis fruto, y para que vuestro fruto permanezca”.
§ Salmos 22:10: “A ti fui entregado desde mi nacimiento; desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios”.
§ Gálatas 1:15: “Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, tuvo a bien”
§ Isaías 44:2: “Así dice el Señor, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío”.
Bien ahora que ya sabemos lo que se necesita para ser mamá dime, ¿cómo se hace un bebé? Bueno, para nadie es un secreto que para engendrar un bebé ambos padres aportan células importantes. ¿Cuáles son? La madre aporta algo que se llama óvulo y el papá aporta algo que se llama esperma en el cual viajan los espermatozoides.
Ahora bien, luego de esta introducción… dime ahora… ¿cuántos espermatozoides compiten para llegar al óvulo de la madre?… uno, dos, diez… ¿cuántos? Millones, tras millones, tras millones.
¿Hasta aquí estamos de acuerdo?, ¿correcto? Ahora dime… de esos millones que compiten, ¿cuántos fecundan el óvulo?, ¿medio millón, diez, doce, cinco?… dime… ¿cuántos?, permíteme recordártelo. UNO… el más capaz el más rápido, el más fuerte, el que le ganó a esos millones.
¿Sabes? En esa carrera no hay premio para el segundo lugar… es decir de millones sólo uno alcanza el premio de la vida, el campeón o la campeona. Es decir… TÚ. Desde el momento en que eres concebido en el vientre de tu madre ya traes la casta de campeón o campeona, ya eres un ganador.
Dios no patrocina fracasos. Dios, que es el Señor de la vida quiso darte ese don, no es por un azar de la vida, tampoco por el fallo de un anticonceptivo, es por que Él tiene un plan maravilloso para ti.
Por eso cuándo tu dices: “no sirvo para nada, no sé por qué nací, yo soy lo peor”… estás ofendiendo a Dios, porque Él te hizo a su imagen y semejanza. Dios… no hace fracasos.
¡Recuerda! ¡Eres de las maravillas más grandes del mundo! ¡Todo depende de TI!
§ Génesis 1:26: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra”.
§ Juan 15:16: “Vosotros no me elegisteis a mí, mas bien, yo os elegí a vosotros para que llevéis fruto, y para que vuestro fruto permanezca”.
§ Salmos 22:10: “A ti fui entregado desde mi nacimiento; desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios”.
§ Gálatas 1:15: “Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, tuvo a bien”
§ Isaías 44:2: “Así dice el Señor, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío”.
Arturo Quirós
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