martes, 21 de abril de 2009

APRENDAMOS A VALORAR CADA MOMENTO DE LA VIDA


La próxima vez que tu día empiece mal: no encuentras las llaves del carro o te toca la luz roja en cada semáforo, no te enojes ni te sientas frustrado: Por el contrario, da Gracias a Dios porque Él está cuidándote.

Luego del 11 de septiembre, por razones de trabajo tuve la oportunidad de hablar con un hombre a quien no conocía ni con quien he vuelto a hablar y con quien probablemente nunca más vuelva a hablar. Pero ese día en particular, él tenía ganas de hablar.

Era el Jefe de Seguridad de una empresa que había invitado al personal que quedó de otra empresa que había sido devastada debido a los ataques a las Torres Gemelas a compartir sus oficinas.

Con voz todavía aterrada me relató por que estas personas estaban vivas y sus compañeros no. Al final, todas las historias se referían a las pequeñas cosas que nos suceden a diario.

Me contó que el dueño de la empresa llego tarde ese día a la oficina porque era el primer día de su hijo en el Jardín de Niños. Otro compañero estaba vivo porque le tocaba a el ese día llevar donas a la oficina. Muchas otras historias como estas debieran ser publicadas algún día.

La que más me impacto fue la de un hombre que se puso ese día un par de zapatos nuevos y salió para su trabajo utilizando los diferentes medios de transporte disponibles, pero antes de llegar a su oficina le habían hecho ampolla los zapatos nuevos. Se detuvo en una farmacia a comprar una curita. Por eso esta vivo.

Ahora, cuando me encuentro en un congestionamiento vehicular, pierdo el elevador, me regreso a contestar el teléfono que suena cuando estoy a punto de salir... todas esas pequeñas cosas que me hacían perder la calma, pienso enseguida: "Estoy exactamente donde Dios quiere que este en este preciso instante"

Que Dios te bendiga con todas estas pequeñas cosas que roban tu calma.
PBRO

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