martes, 24 de marzo de 2009

PECAS


Dios tiene maneras creativas y aún divertidas para comunicarse con nosotros, para llamar nuestra atención y guiarnos... sólo tenemos que estar atentos y, por supuesto obedecerle.

Esto nos muestra la anécdota de Juan, un joven creyente a quien le habló Dios de una manera muy singular.
Juan aguardaba el autobús para regresar a casa. Aburrido por la larga espera, comenzó a mirar a su alrededor. Cerca de donde él se hallaba había un puesto de revistas y Juan echó un vistazo por las diferentes ediciones, y, de manera casi imperceptible, sus ojos lograron captar portadas de revistas pornográficas que se vendían allí. El muchacho, amante de Dios, retiró por supuesto, la vista de aquellas publicaciones rápidamente.
No obstante, los minutos pasaban y el autobús continuaba sin llegar. Juan volvió a mirar, esta vez, de manera un poco más detenida las revistas y, se detuvo un poquitín más de tiempo en las portadas donde aparecían fotografiadas chicas guapas semidesnudas. Así como el tiempo pasaba, Juan regresaba la vista a esas revistas y antes de que se diera cuenta se hallaba analizando con más detalle aquellas fotografías que comercialmente se conocen como eróticas o "artísticas".
De pronto, la bocina de un camión materialista provocó un sobresalto en Juan; el chofer, al pasar por la calle había sonado la bocina y Juan, dando un brinco por el susto, miró hacia el camión instantáneamente.
Lo que sucedió a continuación dejó sin aliento al muchacho, escrito en el tumbaburros (mataperros) del camión materialista se hallaba la siguiente frase: "PECAS". Seguramente, el dueño de aquel transporte lo había rotulado así debido a algún apodo suyo o de algún familiar (en algunas poblaciones se le dice así a las personas que tiene muchas "pecas", pequeños lunares por toda la cara y extremidades), pero para Juan el mensaje fue directo: ¡PECAS!
Reaccionó como un soldado de Dios:
-", Señor, tienes razón, estoy pecando, perdóname por quedarme mirando esas revistas"
Y, acto seguido, se alejó lo más que pudo del puesto, sorprendido y atónito de la manera en que había sido librado de la tentación: Dios había hecho sonar una bocina para captar su atención y luego dio el ¡mensaje contundente!
1 Corintios 10:13: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

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