Esto me sucedió exactamente hace 15 minutos. Lo pongo a su disposición para que tengan mucho cuidado.
Estaba descansando cuando sonó el teléfono, era mi hijo Ricardo que me habló así:
-“Pa’… escúchame, estoy en un apuro urgente… por favor escúchame… te paso con el Comandante”
-“Aló… habla el Comandante XX, su hijo estaba manejando por las avenidas XX, se estrelló atropellando a una persona y ésta ha fallecido. Su hijo me dice que esto lo podríamos arreglar a las buenas antes que llegue el Fiscal. ¿Dónde trabaja su hijo?”
Yo respondí:
-“¡Páseme por favor con mi hijo!”
-“Oiga… le está hablando el Comandante…”
No lo dejé continuar e insistí... alzando la voz.
-“¡Páseme por favor con mi hijo!”
-“¿Me está usted gritando?” - dijo el tipo.
-“Le repito que me pase con mi hijo, quiero saber de sus labios qué pasó”
Al fondo se escuchaba:
“¡Sáquenle las esposas al detenido y tráiganlo para que hable con su padre!”
Nuevamente mi hijo me dice:
-“Pa’… escúchame, estoy en un apuro urgente… por favor escúchame… me tienes que ayudar, habla con el Comandante, él ha ofrecido ayudarme”
De hecho, la voz y el “Pa'” eran muy parecidos a la voz de mi hijo.
Le hice, entonces, una pregunta a mi hijo:
-“Dime Richi ¿cómo se llama tu abuela?”
Un pequeño silencio y colgaron…
Llamé inmediatamente a mi hijo a su trabajo… él me contestó y le conté lo sucedido. Me dijo que estaba trabajando y que no pasaba nada.
Gracias a Dios por iluminarme y a Cristina, una chica del grupo a la que le pasó algo parecido y me lo contó. A ella le sacaron 300 soles en tarjetas telefónicas y un celular. La única diferencia con mi relato, es que a ella le dijeron que su hermano estaba en problemas, por supuesto que era mentira.
Hay que ponerse de acuerdo con la familia para usar alguna palabra clave que aclare si es la persona realmente la que está en apuros. No sé cómo se me ocurrió preguntarle a mi hijo el nombre de mi madre fallecida. Tenemos que ser más sagaces que estos delincuentes estafadores que se aprovechan del amor al prójimo para realizar sus fechorías.
-“¡Páseme por favor con mi hijo!”
-“¿Me está usted gritando?” - dijo el tipo.
-“Le repito que me pase con mi hijo, quiero saber de sus labios qué pasó”
Al fondo se escuchaba:
“¡Sáquenle las esposas al detenido y tráiganlo para que hable con su padre!”
Nuevamente mi hijo me dice:
-“Pa’… escúchame, estoy en un apuro urgente… por favor escúchame… me tienes que ayudar, habla con el Comandante, él ha ofrecido ayudarme”
De hecho, la voz y el “Pa'” eran muy parecidos a la voz de mi hijo.
Le hice, entonces, una pregunta a mi hijo:
-“Dime Richi ¿cómo se llama tu abuela?”
Un pequeño silencio y colgaron…
Llamé inmediatamente a mi hijo a su trabajo… él me contestó y le conté lo sucedido. Me dijo que estaba trabajando y que no pasaba nada.
Gracias a Dios por iluminarme y a Cristina, una chica del grupo a la que le pasó algo parecido y me lo contó. A ella le sacaron 300 soles en tarjetas telefónicas y un celular. La única diferencia con mi relato, es que a ella le dijeron que su hermano estaba en problemas, por supuesto que era mentira.
Hay que ponerse de acuerdo con la familia para usar alguna palabra clave que aclare si es la persona realmente la que está en apuros. No sé cómo se me ocurrió preguntarle a mi hijo el nombre de mi madre fallecida. Tenemos que ser más sagaces que estos delincuentes estafadores que se aprovechan del amor al prójimo para realizar sus fechorías.
Es muy posible que ocurra un secuestro a la hora de entregar el dinero solicitado por los maleantes y se podría agrabar la cosa.
Odio las cadenas... esta no lo es. Avisa en casa, por lo menos, las cosas que están sucediendo. Es mejor preveer que lamentar.
Odio las cadenas... esta no lo es. Avisa en casa, por lo menos, las cosas que están sucediendo. Es mejor preveer que lamentar.
José Miguel Pajares Clausen
No hay comentarios:
Publicar un comentario