Muchos padres no encuentran las palabras necesarias para explicar a sus hijos asuntos tan complejos como la muerte, el dolor, la violación, la prostitución. El homosexualismo.
Aprende cómo explicarlos.
Aquí les entregamos un resumen de explicaciones apropiadas para un niño de siete años, que a la vez nos sirven para reafirmar nuestras propias creencias.
ENFERMEDAD, DOLOR Y MUERTE
“¿Por qué murió la mamá de mi amigo?"
Cuando un ser querido sufre por los dolores de una enfermedad o cuando muere alguien a quien se ama mucho, el hombre se pregunta: ¿por qué existe el padecimiento?, ¿por qué no vivimos en un mundo donde nadie sufra? Muchas veces, incluso, la realidad del dolor y la muerte nos sorprende porque vivimos en una época donde la medicina ha progresado mucho y las guerras - por lo menos en esta parte del planeta - no azotan a las familias como antes. Pero no debemos jamás olvidar esta verdad: todos moriremos y debemos confiar en que la muerte llegará en el mejor momento para cada cuál, aunque nos cueste aceptarlo.
El padecimiento personal - por dolor o enfermedad - debe ser entendido como una oportunidad de cambio, como un golpe duro que permite darse cuenta de muchas cosas, de valorar a las personas y a los bienes materiales con otra medida.
El dolor permite transformarse. Por eso, las personas que logran sanar después de una enfermedad larga y dolorosa dicen que gracias a ella aprendieron a mirar el mundo con otros ojos: menos materialistas, mucho más humanos.
Por otra parte, si el mundo fuera perfecto y no existiera el sufrimiento, los seres humanos no tendrían nada que superar. Su vida se reduciría a la inutilidad absoluta. El hecho de tener que salir a trabajar para ganar dinero y comprar comida es una forma de evitar un dolor: el hambre. La muerte, en este contexto, es un plazo que nos fuerza a aprovechar la vida para sacar de ella lo mejor.
Del dolor muchas veces nace el amor. El parto, el dar vida a otro ser, sólo puede ser posible a través de él. Así, a lo largo de la historia, el amor siempre ha vencido al odio que provoca sufrimientos.
Cuando hay más dolor en el mundo, los seres humanos tienden a sacar de sí un enorme potencial de amor. Por eso, no debe extrañarnos que ese niño o niña que ha perdido a su padre o a su madre, saque de sí una madurez muy grande y un potencial de afecto insospechado.
Cuando alguien muere, sus familiares y amigos sufren por la separación. Se rebelan contra la muerte. Sin embargo, hay que pensar que la muerte es la separación del cuerpo y del alma. El cuerpo, por ser material, se desgasta, se corrompe como todo lo compuesto de materia. El alma, que no es material, jamás muere, sigue existiendo y por eso, cuando llega el momento de que el cuerpo vuelva a la tierra, el alma vuelve junto al Creador. Comienza una nueva etapa, una vida sin fin.
EL FRACASO
"Mi papá ha perdido su trabajo...”
En primer lugar hay que recordar que los hombres somos seres humanos y no dioses. Por eso, las cosas no siempre nos resultan como quisiéramos. Podemos fallar, pero tenemos que tener claro que cuando se fracasa no se pierde absolutamente nada de nuestro ser: seguimos siendo hombres capaces de emprender. Muchas veces, cuando todo resulta bien, se empieza a confiar excesivamente en las propias capacidades. Si las notas del colegio son muy buenas, se cree que es gracias a la inteligencia y no al esfuerzo. Entonces una mala nota puede venir "de perilla" para volver a tomar el correcto camino y dejar de autovalorarse.
El fracaso tiene dos aspectos que vale la pena considerar:
-Puede dar nuevas fuerzas para empezar otra vez una tarea que no resultó.
·No se sabe si el fracaso traerá sólo consecuencias negativas. Puede traer ocultas muchas cosas positivas que en el momento mismo no se perciben, porque se está cegado por la pena o la rabia de haber fallado.
También hay que entender que si no se fracasara jamás, no se necesitaría tampoco la ayuda de los demás. Serían todos los seres humanos autosuficientes y quizás, serían innecesarias las familias. Al no conocer el fracaso, sería difícil comprender y ayudar al que fracasa. Por esta razón, en la adolescencia se es muy duro para juzgar: no se perdona con facilidad el error ajeno. Esto es porque se ha fracasado poco. Cuando se es mayor, se comienza a ser más indulgente, a perdonar con más soltura porque ya se ha probado en carne propia el error.
Hay un solo fracaso: cuando el hombre no quiere seguir luchando, cuando la persona se cansa de perseguir ideales, cuando renuncia a la capacidad de combate que es propia del ser humano. Cualquier otro fracaso es simplemente una piedra en el camino, que puede servir para vencer obstáculos más grandes del futuro.
LA POBREZA Y LA RIQUEZA
“¿Por qué hay niños que no tienen qué comer y otros, que botan la comida?"
Los bienes de la tierra como todo lo que está al alcance del hombre, pueden ser bien o mal usados. El hombre necesita de las cosas materiales porque en sí mismas son un bien que le permite vivir.
El hombre tiene derecho a un mínimo bienestar para él y su familia y, lamentablemente, existen muchas personas que no lo tienen. ¿Por qué? Porque el hombre puede caer en un uso egoísta de los bienes, dejarse invadir por un deseo de tener y tener más, descuidando el bienestar ajeno. Así surgen las desigualdades sociales que son un gran mal para la convivencia de los hombres, porque generan resentimientos, guerras y dolor.
La frase "pobres han existido siempre" no vale como justificativo para cruzarse de brazos, aunque también es ilusorio pretender una igualdad absoluta: hay personas que como fruto de su esfuerzo lograrán más que quien se "duerme en los laureles".
Es indispensable que los adolescentes lo sepan para que en su natural afán de corregir el mal no caigan en la condena rápida de los que tienen más. Si bien hay personas que se han enriquecido de mala manera, hay muchas más personas que han creado y siguen creando fuentes de trabajo para los demás pagando sueldos justos y preocupándose del bienestar de quienes trabajan bajo su jerarquía.
El hijo está en edad de entender la pobreza como una responsabilidad personal y no sólo como responsabilidad de un tipo de gobierno o de las instituciones de beneficencia. Al niño hay que educarlo desde pequeño para que no se amarre a las cosas materiales, para que no mire con envidia, codicia o desprecio al del lado.
Si desde pequeño aprende a amar la sobriedad y el desprendimiento, entenderá en el futuro que su trabajo es la mejor forma de contribuir al mejoramiento material de la vida de sus semejantes.
El afán de riqueza daña desde dos ángulos: hace esclavo de lo material y por lo tanto, quita libertad; en segundo lugar, priva de la alegría de compartir. El dinero debe ser usado con mucho respeto, jamás derrochado y siempre bien empleado porque representa el trabajo del hombre.
EL DRAMA DE LA PROSTITUCIÓN
"Esa mujer que se acerca a los autos, ¿quién es?"
Durante toda la historia de la humanidad han existido personas que comercian con cosas "nobles", entendiendo por éstas, cosas que no tienen precio, como el amor, la libertad, la paternidad. Tal es el caso de la prostitución: el comercio del cuerpo humano como instrumento de placer.
Lo negativo de la prostitución es doble: por una parte, rompe el vínculo del sexo con el espíritu, del sexo con el amor, con lo cual se rebaja la sexualidad a un plano puramente instintivo, equiparando al hombre con los animales. Por otro lado, convierte a la persona en un objeto de placer y la priva de su dignidad.
La prostitución, por esas razones atenta contra la naturaleza del hombre y de la mujer: ambos rebajan el amor, ambos niegan su capacidad de expresar amor a través del cuerpo. Pero además, la prostitución es un drama social: un mal de la sociedad frente al que no podemos limitarnos a condenar frívolamente.
Es triste que algunas personas se ganen la vida vendiendo su cuerpo y más triste es que existan hombres que compren una versión rebajada y deteriorada del sexo.
Aunque a veces algunos cuenten sus "hazañas" para despertar admiración entre quienes los escuchan, en el fondo, ellos van un paso más atrás que los que reservan su cuerpo para el amor, porque ya han privado al sexo de una de sus principales características: el ser un medio de expresar algo tan profundo como el sentimiento.
No es más hombre el que más usa el cuerpo, porque cuerpo tienen todas las bestias del reino animal. Es más hombre el que usa la voluntad, que es característica exclusiva de la raza humana.
EL ABUSO DE LA VIOLACIÓN
"Lo leí en el diario, ¿qué significa?"
Violar significa abrir sin permiso algo de otra persona y sacar, robar lo que había allí guardado. Algo reservado. Por eso, cuando se dice que un hombre ha violado a una mujer es porque ese hombre ha pasado por encima de los deseos de ella, tomando su cuerpo para satisfacer sus propios y egoístas impulsos.
Una persona que tiene orden afectivo, orden en su forma de expresar amor, es incapaz de cometer algo semejante, porque asocia el sexo con el amor. Pero si la persona crece en un ambiente donde ve el sexo como una forma de satisfacer los impulsos del cuerpo, se puede llegar a ser un esclavo de las sensaciones.
El hombre y la mujer fueron creados con la capacidad de amar, de unirse físicamente para expresar algo muy profundo que emana del espíritu. El hombre que viola a una persona, fuerza su cuerpo y pisotea su espíritu. El daño que le provoca es físico y emocional: le priva de su deseo de reservarse y ser exclusivamente del hombre amado.
Al violador hay que mirarlo como a alguien débil, incapaz de sentir la felicidad de la entrega amorosa. Está cercano al animal, que busca sólo la satisfacción física y es cobarde porque se aprovecha de su fuerza.
HOMOSEXUALIDAD Y LESBIANISMO
"Hoy, se acercó un hombre y quería sacarnos una foto y...”
Se llama homosexual al hombre que en vez de unirse a una mujer para formar una pareja, se une a otro hombre. Se llama lesbiana a la mujer que en vez de unirse a un hombre para amarse y tener hijos, se une con otra mujer. Así como la prostitución es el comercio del cuerpo y la masturbación es el amor volcado sobre sí mismo, la homosexualidad y el lesbianismo son desviaciones antinaturales del objeto del amor. Tan antinaturales son que van contra el orden impreso en el cuerpo, contra las formas anatómicas del hombre y de la mujer. El hombre fue creado para unirse a la mujer y los complejos sistemas reproductivo, digestivo, circulatorio... del cuerpo humano, están ordenados a ese fin.
La unión de dos seres del mismo sexo no es natural desde este concreto punto de vista. La homosexualidad y el lesbianismo son una realidad que se da en el mundo por un sinfín de razones: tristes algunas, repudiables otras.
Hoy, los homosexuales y las lesbianas quieren tener acceso al "matrimonio" y piden que sus uniones sean reconocidas por la sociedad. Pero, ¿puede tener derecho algo que va contra la naturaleza humana?
No se puede juzgar frívolamente a quien padece este tipo de desviación. Hay que tener presente que siempre hay una causa que da lugar a ella.
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