martes, 17 de marzo de 2009

BUSCO A DIOS


Un joven inquieto se presentó a un Sacerdote y le dijo:
-Busco a Dios
El reverendo le echó un sermón, que el joven escuchó con paciencia.

Acabado el sermón, el joven marchó triste en busca del Obispo.
-Busco a Dios - le dijo llorando al obispo.
Monseñor le leyó una pastoral que acababa de publicar en el boletín de la diócesis y el joven oyó la pastoral con gran cortesía.

Pero al acabar la lectura se fue angustiado al Papa a pedirle:
-Busco a Dios
Su santidad se dispuso a resumirle su última encíclica, pero el joven rompió en sollozos sin poder contener la angustia.
-“¿Por qué lloras?” - le preguntó el Papa totalmente desconcertado.
-Busco a Dios y me dan palabras - dijo el joven apenas pudo recuperarse.

Aquella noche, el sacerdote, el obispo y el Papa tuvieron un mismo sueño. Soñaron que morían de sed y que alguien trataba de aliviarles con un largo discurso sobre el agua.

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