sábado, 10 de enero de 2009

EL BORDADO DE DIOS


Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho.

Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondió que estaba bordando. Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una posición más baja que donde estaba sentada ella, así siempre se quejaba diciéndole que desde mi punto de vista lo que estaba haciendo me parecía muy confuso.

Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía:
§ Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado, te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición

Me preguntaba por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.

Unos minutos más tarde escuchaba la voz de mi mamá diciéndome:
§ Hijo, ven y siéntate en mi regazo
Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso…

Entonces mi mamá me decía:
§ Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Había un diseño, sólo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo

Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho:
§ Padre, ¿qué estás haciendo?”
Él responde:
§ Estoy bordando tu vida
Entonces yo le replico:
§ Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros ¿por qué no son más brillantes?”
El Padre me decía:
§ Mi niño, ocúpate de tu trabajoyo estoy haciendo el mío, un día te traeré al cielo, te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás
Claudio Domínguez

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