Amar a Dios no es obstáculos para amar incondicional, tierna y apasionadamente a los amigos.
§ Soldado. “Mi amigo no ha regresado del campo de batalla… mi capitán. Solicito permiso para ir a buscarlo”
§ Capitán. “Permiso denegado… no quiero que te arriesgues… seguro que está muerto”
§ Capitán. “Permiso denegado… no quiero que te arriesgues… seguro que está muerto”
El soldado, haciendo caso omiso salió y una hora después regresaba mortalmente herido transportando el cadáver de su amigo.
§ Capitán: “¿Merecía la pena salir allá, traer un cadáver, y regresar tú casi muriéndote?”
§ Soldado: “¡Claro que sí… mi capitán! Cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme: Juan… estaba seguro de que vendrías”
§ Capitán: “¿Merecía la pena salir allá, traer un cadáver, y regresar tú casi muriéndote?”
§ Soldado: “¡Claro que sí… mi capitán! Cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme: Juan… estaba seguro de que vendrías”
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