A una pregunta sobre lo que dice el Credo: CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE… el p. Jorge Remusgo (Teólogo Moral), nos dio una explicación.
Me pregunto: ¿Cómo va a resucitar mi carne si ha sido cremada y arrojada al río, o se ha hecho polvo y se la han comido los gusanos… por lo tanto ya no queda nada de la materia?
SIMBOLISMO: Se trata de algo simbólico. La resurrección de la carne viene del SOMA (Somático: se dice de lo que es material, corpóreo en un ser animado), es decir que tú darías cuenta al Señor en el momento de la muerte de tus acciones, omisiones y del modo cómo trataste a tu cuerpo. Y, en ese sentido, si lo trataste mal, tienes la posibilidad de pedir perdón, y nuevamente, fuera de una instancia temporal (porque es instancia divina), otra vez darle la dignidad y honra a lo que fue tu cuerpo, sin necesidad de que te materialices. Entonces se cumplirá la totalidad del ser.
El ser, entonces, está formado por materia y no-materia. La no-materia es el espíritu (lo que no se puede ver ni tocar) y la materia todo lo tangible, aprehensible (lo que se ve y se puede tocar, sentir). En el momento de la muerte la no-materia da cuenta a Dios y la materia se pudre, pero tú tienes que dar cuenta de cómo trataste tu materia; y en última instancia, la totalidad de tu ser podrá redimirse; incluso aquello que fue podrido y maltratado se redime (restaura, libera, salva) simbólicamente hablando, dándole la importancia a la materialidad.
Con esto nos vamos a la Carta de San pablo cuando dice: “El cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo” (1 Corintios 6, 13). Si tú maltratas tu cuerpo estás dañando a Dios, porque de todas maneras, así tu materia se pudra, tienes que dar cuenta FUERA DEL TIEMPO de qué hiciste con tu materia; y cuando te purifiques totalmente (que significaría la última etapa del Purgatorio), exista la posibilidad de que, en la Segunda Venida del Señor, el día del Juicio totalitario de la humanidad de todos los tiempos, hasta aquello que fue podrido (tu materialidad) vuelva a recuperar su honra, en un espacio EXTRATEMPORAL, EXTRAMATERIAL Y EXTRAESPIRITUAL. Lamentablemente nunca damos importancia a la materia.
Entonces lo que se dice en el Credo sigue siendo un “Símbolo” nada más; se llama “recuperar la honra y la dignidad”. Análogamente (igualmente) a la honra y dignidad de María por ser Virgen asunta al cielo, análogamente a la honra y dignidad de la materialidad del Cuerpo de Cristo que también se eleva; análogamente también nuestra materialidad tendrá que llegar en instancia al Señor, fuera del tiempo, así se halla cremado o así se halla podrido.
Nota: El tiempo es invención del hombre; el tiempo es el devenir de la naturaleza. En el cielo no existe el tiempo. Que Dios creo en seis días y el septimo descansó es simbólico.... Dios no se cansa, ni necesita crear algo en días...
SIMBOLISMO: Se trata de algo simbólico. La resurrección de la carne viene del SOMA (Somático: se dice de lo que es material, corpóreo en un ser animado), es decir que tú darías cuenta al Señor en el momento de la muerte de tus acciones, omisiones y del modo cómo trataste a tu cuerpo. Y, en ese sentido, si lo trataste mal, tienes la posibilidad de pedir perdón, y nuevamente, fuera de una instancia temporal (porque es instancia divina), otra vez darle la dignidad y honra a lo que fue tu cuerpo, sin necesidad de que te materialices. Entonces se cumplirá la totalidad del ser.
El ser, entonces, está formado por materia y no-materia. La no-materia es el espíritu (lo que no se puede ver ni tocar) y la materia todo lo tangible, aprehensible (lo que se ve y se puede tocar, sentir). En el momento de la muerte la no-materia da cuenta a Dios y la materia se pudre, pero tú tienes que dar cuenta de cómo trataste tu materia; y en última instancia, la totalidad de tu ser podrá redimirse; incluso aquello que fue podrido y maltratado se redime (restaura, libera, salva) simbólicamente hablando, dándole la importancia a la materialidad.
Con esto nos vamos a la Carta de San pablo cuando dice: “El cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo” (1 Corintios 6, 13). Si tú maltratas tu cuerpo estás dañando a Dios, porque de todas maneras, así tu materia se pudra, tienes que dar cuenta FUERA DEL TIEMPO de qué hiciste con tu materia; y cuando te purifiques totalmente (que significaría la última etapa del Purgatorio), exista la posibilidad de que, en la Segunda Venida del Señor, el día del Juicio totalitario de la humanidad de todos los tiempos, hasta aquello que fue podrido (tu materialidad) vuelva a recuperar su honra, en un espacio EXTRATEMPORAL, EXTRAMATERIAL Y EXTRAESPIRITUAL. Lamentablemente nunca damos importancia a la materia.
Entonces lo que se dice en el Credo sigue siendo un “Símbolo” nada más; se llama “recuperar la honra y la dignidad”. Análogamente (igualmente) a la honra y dignidad de María por ser Virgen asunta al cielo, análogamente a la honra y dignidad de la materialidad del Cuerpo de Cristo que también se eleva; análogamente también nuestra materialidad tendrá que llegar en instancia al Señor, fuera del tiempo, así se halla cremado o así se halla podrido.
Nota: El tiempo es invención del hombre; el tiempo es el devenir de la naturaleza. En el cielo no existe el tiempo. Que Dios creo en seis días y el septimo descansó es simbólico.... Dios no se cansa, ni necesita crear algo en días...
José Miguel Pajares Clausen
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