martes, 16 de diciembre de 2008

EL HOMBRE VIEJO SABIO


Un hombre de 92 años, bajo, muy bien vestido, que cuidaba mucho su apariencia, se estaba cambiando a una casa de ancianos hoy. Su esposa de 70 años murió recién y él se vio obligado a dejar su hogar.

Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo. Conforme caminaba lentamente al elevador usando un bastón, yo le describo su cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.

§ Me gusta mucho – dijo con el entusiasmo de un niño de ocho años que ha recibido una nueva mascota.
§ Señor, usted aún no ha visto su cuarto espere un momento, ya casi llegamos
§ Eso no tiene nada que ver – contesta – la felicidad la elijo por adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo. Ya está decidido en mi mente que me gusta el cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto. Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día en la cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien. Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida

La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida. Así que mi consejo para ti es que deposites toda la felicidad que tengas en tu cuenta bancaria de recuerdos.

Gracias por tu parte para llenar mi cuenta con recuerdos felices, los cuales yo sigo llenando

Recuerda estas simples líneas para lograr la felicidad:
1. Libera tu corazón del odio.
2. Libera tu mente de las preocupaciones.
3. Vive de forma simple.
4. Da más.
5. Espera menos.
¡Qué Dios y su Santísima Madre te bendigan!

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