lunes, 15 de diciembre de 2008

¿CREACIONÍSMO?


Hasta la Royal Society británica anda revuelta con el asunto del creacionismo.

Uno de los miembros de esta institución, el biólogo Michael Reiss, se ha visto obligado a dimitir; no por ser creacionista, que no lo es, sino por defender que a la hora de enseñar la evolución en las escuelas no puede obviarse hablar del creacionismo, si es mencionado por los alumnos.

Se deben distinguir dos sentidos del creacionismo”. Una cosa es el creacionismo científico que, en biología, se opone a la teoría de la evolución y defiende que cada una de las especies es el resultado de un acto particular de creación. Otra cosa, diferente, es el creacionismo como visión filosófica o teológica. En este segundo supuesto, nos estamos refiriendo a la teoría según la cual Dios creó el mundo de la nada e interviene directamente en la creación del alma humana en el momento de la concepción.

Se puede ser creacionista, en este segundo sentido, y, a la vez, sin incompatibilidad, ser partidario, en el ámbito científico, de la teoría de la evolución. El mismo Darwin, en la sexta edición de El origen de las especies, añadió una referencia al Creador. El problema, pues, se plantea con el creacionismo científico”; una doctrina de gran predicamento especialmente en los EEUU.

En 1925 tuvo lugar el llamado juicio del mono, en el que los magistrados se vieron en la necesidad de dictaminar qué es ciencia y qué no lo es. Más recientemente, en el estado de Arkansas, los creacionistas habían conseguido en 1981 que se aprobara la enseñanza de igual tiempo para la evolución y la creación. Se planteó un recurso en contra y en 1982 se dictó sentencia en la que se establecía que el creacionismo científico no cumple los requisitos esenciales de la ciencia.

Entre las opiniones de los creacionistas científicos está la afirmación de una Tierra joven, que tendría solamente unos 10.000 años. El cálculo, parece, se obtendría tomando como base interpretaciones del Antiguo Testamento - interpretaciones que no son comúnmente aceptadas por los cristianos - .

Desde el punto de vista teológico se plantea, entre otros, el problema de la interpretación de la Escritura. Algunos creacionistas científicos se inclinan por una interpretación completamente literal y, además, consideran que la Biblia es también una fuente de autoridad en materias científicas. Pero una interpretación de este tenor no parece compatible con el carácter humanode la Escritura, ni con la ley de encarnación que rige toda la economía de la revelación divina.

Guillermo Juan Morado

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