Cuando San Francisco de Sales predicaba sobre el misterio de la Virginidad de María decía:"Si uno deposita una semilla en tierra buena al poco tiempo brota la planta y se desarrolla en un árbol grande. No deja de ser algo maravilloso que de una semilla pequeña se desarrolle un árbol. Pero nadie se admira de eso pues según las leyes de la naturaleza una semilla depositada en la tierra brota y se desarrolla en un árbol".
Entonces preguntaba el santo:
"¿Puede Dios hacer, sin que nadie haya depositado ninguna semilla en la tierra, que de la tierra brote un árbol? Claro que lo puede hacer. No dejaría de ser una excepción a las leyes de la naturaleza, pero ¿quienes somos nosotros para atarle las manos a Dios? El Autor de las leyes de la naturaleza puede hacer una excepción a esas leyes si Él así lo quiere".
"Pues esto - decía el santo - lo hizo Dios en el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo: una excepción a todas las leyes de la naturaleza: Maria lo concibió no por obra de varón, sino obrando Dios en ella milagrosamente y milagrosamente lo dio a luz, permaneciendo virgen". ¿Habrá cosa imposible para Dios?
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