El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios.
Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio.
El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica. Empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X. La liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte.
b) Situación pecadora del hombre.
c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda.
d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.
Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio.
El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica. Empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X. La liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte.
b) Situación pecadora del hombre.
c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda.
d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.
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