miércoles, 7 de noviembre de 2007

LOS REGALOS DE DIOS


TESTIMONIO DE CONVERSIÓN

Yo nací en medio de una familia católica, que desde pequeña me inculcó muchos conocimientos sobre el Evangelio, y la participación de los Sacramentos.

A los 15 años, integré un grupo de jóvenes que trabajaban en obras sociales dentro de mi Parroquia. Nuestra formación religiosa la desarrollaba un sacerdote de los modernos y nos inculcó durante muchos años nuevas ideas sobre Dios, Jesús, María y la doctrina de la Iglesia Católica, que nos cambió el buen concepto que teníamos sobre nuestra religión católica. Paralelamente cada uno de nosotros seguía una carrera profesional. La ideas modernas de este sacerdote no fueron bien vistas y fue finalmente separado de los grupos a su cargo y enviado a otro país por el Arzobispado. Él era un revolucionario y alejó a muchos jóvenes de los sacramentos y el respeto a la Doctrina de la Iglesia.

Esas enseñanzas nos llevaron a muchos a someter los temas de la vida y de la religión a cuestionamientos puramente intelectuales y humanos; creció en nosotros la soberbia de un modo increíble, ya nos considerábamos dueños de la verdad, viendo a otros católicos como personas equivocadas, supersticiosas e incluso irracionales.

Sin embargo yo sentía un gran vacío en mi vida y sólo pensaba Dios mío quiero estar cerca de Ti, me haces mucha falta... y deseaba asistir a algún retiro aunque no compartiera las creencias católicas. Asistí a una Jornada Pastoral, en la cual participé con mucha alegría, y me confesé casi después de 13 años... aunque tenía muy claro mis creencias equivocadas, el papel de Jesús, María y ciertas ideas de la Iglesia.

Por medio de una de las participantes, el Grupo de Oración por los Enfermos Sí Señor”, llegó a hacer oración a mi casa ya que mi mamá se encontraba enferma. Cuando mi hermana me invitó al grupo, yo pensé: “¿Sanación? ¿Serán esas personas que se pegan al techo, que cantan y rezan como locos, o... qué harán?” Bueno, acepté ir sólo porque estaba dirigida a sanar a mi mamá. Llegué lo más tarde que pude (con toda premeditación) y ya en medio del camino, de pronto sentí como que algo bondadoso me rodeaba, y mis labios se movieron diciendo 3 Avemarías sin poder evitarlo. Me quedé pensando: ¿por qué me habrá sucedido esto? (yo llevaba prácticamente 15 años sin rezar con tanta devoción ni un Avemaría)

Cuando llegué a casa, entré y me acomodé lo más discreta posible; fue entonces cuando una niña del grupo me ofreció asiento, y me miró a los ojos. Casi caigo de espaldas al ver la luz en su mirada. Yo sólo pensaba: ¿cómo es posible que una persona pueda transmitir tanta paz? ¿qué ha hecho esta niña?... sinceramente, me parecía que estaba al lado de un ángel. De pronto, el hno. José dijo que el problema de muchos profesionales (y yo lo era), es que sólo quieren conocer a Dios por medio de la razón, y sí, hay que conocerlo con la razón... pero también debemos entregarle el corazón. Para mí fueron palabras que me atravesaron. Durante todos esos años dentro de mi ex grupo, esa era mi frase favorita a Dios se le puede conocer con la razón...” pero no reparé en entregarle el corazón.

Luego me sucedió algo que les aseguro, que si me lo hubieran contado no lo creería ni aunque me lo pasaran por video. El hno. José llamó a una señora, le puso las manos y ella cayó al suelo en descanso espiritual. Yo sólo pensaba ¿por qué no puso las manos al caer? y mi segundo pensamiento era si la estaba hipnotizando; en eso el hno. José volteó hacia mí y me dijo: “¡Ven tú...!” Yo me sorprendí y pensé que le hablaba a otra persona (yo estaba atrás de algunas personas, apenas se me veía). Me acerqué y me dijo, colocando a un muchacho delante de mí: Imponle las manos y pídele al Señor que entre en él Lo hice así con muchas dudas, pero se lo pedí al Señor de corazón. Sentí claramente que algo atravesó de arriba abajo mis manos y en ese preciso instante, el joven cayó en descanso espiritual (ahora sé que eso es: estar sin estar estando) Claramente me di cuenta que esa fuerza venía de arriba, y no de ninguna persona presente en la oración. Mis manos no dejaban de temblar, y para evitar que otros las vieran, me las coloqué en la espalda.

Terminó la oración y el hno. José me dijo: ¿qué te pasa? Y yo le mostré mis manos totalmente descontroladas que temblaban y me hizo repetir: Gracias Señor por ser tu instrumento, luego de lo cual ya pude controlarlas. Comenzaron mis cuestionamientos: ¿qué me ha pasado? ¿por qué? ¿qué significa?, etc. etc. (yo era una preguntona en todo).

En la siguiente reunión, al llegar, la casa olía a flores por todos lados y... ¡no había ninguna! Me instruyeron que eso significaba la presencia de la Virgen María y pedí un descanso en el espíritu. Luego en una siguiente reunión y en medio de otro descanso, sentí como una Luz venía hacia mí y me atravesaba de pies a cabeza, yo sólo quería decir Gracias Señor, bendito seas cuando mi lengua no me respondió y empecé a hablar en lenguas. Cuando salí del descanso sólo pensaba en lo que me había pasado, ya que jamás había visto a alguien hablando en lenguas, no sabía que eso existía, ni nadie me había dicho qué era o qué significaba...
¡recibí el don de lenguas!

Pues bien, hasta ese momento, yo sentía ya un gran aprecio y respeto por Jesús a quien antes consideraba un simple hombre, y comenzaba a admirar su grandeza y presencia espiritual; pero, con María... el Señor permitió que pudiera ser su instrumento para dar un mensaje de su Madre...
¡recibí el don de profecía!

Cuando sentí la presencia de Mamá Santa dentro de mí, las palabras se quedan cortas para expresar cuánta ternura, bondad y protección Maternal ella trasmite; es tan delicada y dulce que realmente todos los que la amamos deberíamos defenderla y ensalzarla en todo momento ante las doctrinas que la atacan con tanta ira, aunque ahora sabemos de donde proviene tanto odio. La presencia de Jesús es muy humana, fuerte, poderosa y su Iglesia, nuestra Iglesia, tiene tantas riquezas que debemos defenderla de doctrinas equivocadas que nos alejan de ellas.

No pasa un día que no agradezca a Dios Padre, a Dios Hijo, a Dios Espíritu Santo y a nuestra Santísima Madre María, por todo lo que han obrado y siguen obrando en los miembros del grupo y en otras muchas personas, quienes por medio de nuestros testimonios, oraciones y las sanaciones que obra el Señor, se acercan cada día más a Dios ya su Iglesia. Sigamos siendo portadores de esperanza, y demos Testimoniode todos los regalos, protección y amor que el Señor nos entrega cada día, y sigamos diciendo siempreSeñor, si te conformas con nada... aquí me tienes
María Rosa Novoa B.

Nota: Esto sucedió en septiembre del 2004. Ahora, en el 2007, nuestra hermana María Rosa (con seis hijos) es parte infaltable en nuestras reuniones, ya que el Señor la ha llenado de gracias y dones, convirtiéndola en uno de sus mejores instrumentos, por lo cual estamos muy agradecidos. ¡Gloria a Ti... Señor
!
José Miguel Pajares Clausen

2 comentarios:

  1. Hermano Querido:
    Quisiera tener más información sobre el descanso espiritual pues a mi acuden muchos y quiero informarles bien.

    ResponderEliminar
  2. Hermano Alejandro, gracias por tu interes. Si vives en Lima, te aconsejo nos visites los lunes y viernes a las 8pm. La dirección está en mis datos personales. Aquí podrás gozar en carne prpia de qué se trata el descanso espiritual. Si no vives en Lima, trata de contactarte conmigo a mi correo personal: senor_creador@hotmail.com

    senor es con "n" no con "ñ".

    ResponderEliminar