El apostolado católico Luz en la Calle apunta a
construir un centro integral para ayudar a que las personas sin techo,
especialmente aquellas que luchan contra las adicciones, puedan reintegrarse a
la sociedad, y ha organizado un evento especial para recaudar fondos.
En diálogo con ACI Prensa, Mitzy Espinosa De Los Monteros, integrante de
Luz en la Calle, destacó que se trata de un apostolado que tiene como su “misión más importante” que las personas sin techo
en Ciudad de México “conozcan a Cristo y se sientan
amados”.
“La segunda misión más importante es ayudarlos a
salir de la situación de calle”, indicó.
Esta labor, dijo, “nació de la inquietud de
poder ayudar en las periferias, ver las necesidades del mundo y en qué podíamos
colaborar. Entonces volteamos y vimos una realidad que es muy cercana pero a la
vez muy distante. La calle tiene esta paradoja, todos pasamos por la calle
todos los días vemos gente que está en situación de calle pero duele tanto que
los ignoramos”.
Luz en la Calle se enfocó entonces en un grupo específico, una “banda”, como se hacen llamar. “Comúnmente la gente que está en situación de calle no
vive sola, pertenecen a comunidades que viven con ellos en la calle, pero que
son para ellos su familia. Ellos se autodenominan como una ‘banda’, donde
tienen un líder y viven como familia”, explicó.
En ese grupo descubrieron que en su mayoría los integrantes “son adictos a la ‘mona’, que es tíner, y lo inhalan con
botellas de plástico o con papel de baño”. Así fue como el trabajo
apostólico se enfocó en “cambiar el objeto de
adicción, que es la mona, por el amor”.
Así, cada 15 días los integrantes de Luz en la Calle se reúnen con este
grupo de personas en situación de calle, en un esfuerzo continuo de establecer
una amistad sincera.
“Es un compromiso de ir cada 15 días a hacer
diferente actividades, a platicar con ellos, escuchar qué tienen que decir, a
veces a jugar, cantar una canción en la calle, con el objetivo de que se
sientan acompañados, amados, y que sepan que merecen más de lo que están
viviendo”, explicó Mitzy.
“Es una situación que ellos no pidieron y si no
salen no es porque no quieran salir sino porque realmente no pueden. Es gente
que ha sufrido a lo largo de toda su historia muchos abusos, de todo tipo,
dentro y fuera de su familia. Entonces el daño psicológico y emocional que
tienen les impide ver que merecen una realidad mejor”, añadió.
Según un informe del
Gobierno de la Ciudad de México
de octubre de 2019, en la capital mexicana viven 4.354 personas en
situación de calle.
Para la joven integrante de Luz en la Calle, “lo
primero que queremos que encuentren en nosotros, y en lo que se han convertido,
es en amigos. Y lo dice el Evangelio, no hay mayor amor que aquel que da la
vida con sus amigos”.
“Nosotros reconocemos que por más esfuerzos que
hagamos: pasar ahí un rato, llevarles comida, cobijas, ropa, regaderas, nunca
va a ser suficiente para transformar su corazón. El único que puede hacerlo es
Jesús. Esta gente ha sufrido muchísimo, vive soledad, y solo Cristo es capaz de
restaurar esos corazones. En la medida que ese corazón se restaure y entienda
que siempre ha sido amado por Dios, a pesar de todo lo que ha tocado vivir y
todo lo que ha hecho”, señaló.
“Que ellos puedan entender con nuestro testimonio,
y con lo que les podamos transmitir de Jesús, que Dios siempre los ha amado y
por lo tanto merecen vivir de otra forma, es el momento en el que ellos deciden
salir, es en el momento en el que ellos saben que ya la calle no es su lugar”.
Para Mitzy, “cualquier forma de
asistencialismo sirve al momento pero no restaura el corazón y no hace un eco
en sus vidas. Es la experiencia que nosotros tenemos”.
En el tiempo que llevan adelante este apostolado, destacó, “ellos ahora ven en nosotros amigos, gente en la que
pueden confiar y ven también un hogar. Cuando llegamos, ellos nos están
esperando para platicar, por irónico que suene, para compartir su comida”.
Sin embargo, en el trabajo que realizan para ayudar a estas personas a
abandonar la calle se han entrado con dificultades.
La joven explicó que “son muchas causas por
las que acabaron ahí, y una de ellas es la drogadicción. Pero también hay
abusos, también muchos han cometido delitos graves”.
“Cuando alguno de ellos alza la mano de decir yo
quiero salir, el proceso es que alguno de los apóstoles se encarga de ser su
representante o tutor legal, llevarlo a un centro de desintoxicación y estar
pendiente de ellos”, dijo.
“Cuando salen del centro de desintoxicación se nos
ha hecho muy complicado encontrar un lugar donde les puedan darles albergue, un
proceso psicológico, darle seguimiento al proceso de desintoxicación. Porque
tienen muchas causas”, señaló.
Mitzy señaló que lo que buscan en Luz en la Calle “es construir una casa, Centro para la Paz” que “va a albergar expertos que les puedan ayudar, un lugar
donde puedan llegar desintoxicados y les puedan ayudar a reintegrarse de forma
activa a la sociedad”.
“Les va a dar a ellos en un mediano plazo una
oportunidad para hacer real su intención de salir de calle y pode transformar
su vida”, señaló.
Como uno de los primeros mecanismos para recaudar fondos, Luz en la
Calle, junto a otras organizaciones de ayuda a personas sin techo, organiza
para este 12 de febrero en Ciudad de México una conferencia de Juan Pablo
Escobar, hijo del fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Juan Pablo Escobar, que confiesa haber “vivido
y sufrido en carne propia la violencia, la persecución y el terror”,
promueve actualmente una cultura de paz y reconciliación. Su conferencia se
titula “Pablo Escobar: Una historia para no
repetir”.
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