El Papa Francisco destacó su “total sintonía con el
pensamiento de San Juan Pablo II respecto al sacerdocio”, y aseguró que “basta
leer mis cartas del Jueves Santo o también las homilías que como Obispo de
Buenos Aires pronuncié a lo largo de varios años”.
El Pontífice se expresó así en el libro-entrevista
“San Juan Pablo el Magno”, escrito por el periodista italiano Luigi Maria
Epicoco y editado por San Pablo, y que se ha puesto a la venta este martes 11
de febrero en Italia.
El libro es un elogio a la figura de San Juan Pablo II, a su Pontificado
y a su herencia magisterial. En él realiza una defensa absoluta del celibato,
que define como “una gracia, no un límite”.
En la entrevista se comenta y se cita en varias ocasiones el libro de
San Juan Pablo II “Don y Misterio”, escrito
con motivo del 50º de su ordenación sacerdotal. El Papa Francisco reafirma su
afinidad a la visión del sacerdote que Juan Pablo II muestra en esa obra.
Sobre si el sacerdocio hoy debería ser diferente a como se concebía en
el pasado, Francisco afirma que “respecto a ayer,
han cambiado algunas formas de ser sacerdote, pero lo esencial permanece
igual”.
Sobre el celibato, en el libro señala que está “convencido de que el
celibato es un don, una gracia y, caminando en el surco de Pablo VI y luego de
Juan Pablo II y de Benedicto XVI, siento con fuerza el deber de pensar en el
celibato como una gracia decisiva que caracteriza la Iglesia Católica latina.
Lo repito: es una gracia, no un límite”.
Asimismo, subraya que “el sacerdote está
llamado, principalmente, a mostrar este amor misericordioso” de Dios,
porque “allí donde hay un corazón misericordioso,
está el signo claro de la acción de Dios”.
“Precisamente, San Juan Pablo II murió en las
primeras vísperas de la fiesta de la Divina Misericordia, fiesta fuertemente
querida por él, por aquel vínculo profundo que sintió desde que era sacerdote
en Cracovia, con la espiritualidad de Santa Faustina Kowalska”.
ELOGIO A SAN JUAN PABLO
II
En el libro, Francisco realiza un elogio de la figura de San Juan Pablo
II, “un hombre de Dios, un hombre de oración.
Bastaba con verlo rezar para percibir cómo se sumergía completamente en el
misterio de Dios”.
Recuerda sus impresiones al escuchar hablar por primera vez a Juan Pablo
II después de su elección como Papa: “Tuve una
sensación muy buena. Esa impresión se reforzó inmediatamente después, cuando me
dijeron que era un capellán universitario, un profesor de filosofía, un
montañero, un esquiador, un deportista, un hombre que rezaba mucho. Me gustó
mucho. Sentí una gran simpatía por él”.
“Creo que no podemos olvidar los sufrimientos de
este gran Papa”. Según su opinión, la sensibilidad
de San Juan Pablo II por la Misericordia, además de estar sostenida en la
espiritualidad de Santa Faustina Kowalska, estaba fuertemente influenciada “por las persecuciones comunistas y nazis, de las cuales
fue espectador. ¡Ha sufrido mucho!”.
En su opinión, San Juan Pablo II fue fundamental para la caída de los
regímenes comunistas y, en concreto, para el derrumbe del muro de Berlín: “En aquel momento histórico, Juan Pablo II fue un
intérprete de las aspiraciones de libertad del pueblo, y unió todas aquellas
fuerzas buenas que han dado como resultado un cambio decisivo”.
Francisco también destacó la gran cercanía de Juan Pablo II a las
personas: “Era un pastor que amaba a la gente, y la
gente le devolvía un inmenso amor”.
Además, subrayó su sentido de la libertad, que ejerció incluso en su
enfermedad: “Juan Pablo II fue un hombre libre,
hasta el fin, y también en la inmensa debilidad que vivió”. “El suyo fue un
testimonio extraordinario, hasta la cruz. Era aquello que el Señor le pedía en
aquel momento concreto”.
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Por otra parte, en la conversación mantenida con el periodista italiano,
el Papa Francisco puso de relieve cómo la acción de Juan Pablo II fue esencial
para evitar que el marxismo, por medio de la teología de la liberación, hiciera
estragos en la Iglesia.
“Muchos países (en América Latina) tenían
dificultad para comprender cómo la teología de la liberación, que usaba un
análisis marxista, suponía el riesgo de tomar un camino ideológico que, en
cierto sentido, podía traicionar el mensaje genuino del Evangelio”.
Por el contrario, “Juan Pablo II venía de un
país que había sufrido el marxismo y que tenía una gran capacidad para intuir
ese riesgo”.
Así, “se comprende cómo algunas de sus
indicaciones no estaban dictadas por el cierre a determinadas iniciativas, sino
por la voluntad de querer preservar en la genuinidad del Evangelio, intuiciones
y deseos lícitos que partían de abajo, de situaciones de injusticia social,
pero que debían leerse más a la luz del Evangelio que a la luz del análisis
marxista”.
SACERDOCIO FEMENINO
El Papa Francisco también se mostró en plena sintonía con el magisterio
de San Juan Pablo II en lo que se refiere al sacerdocio femenino.
“Con frecuencia se me plantea la cuestión del
sacerdocio femenino, y yo digo que no sólo estoy de acuerdo con Juan Pablo II,
sino que la cuestión no está en discusión porque el pronunciamiento de Juan
Pablo II fue definitivo”.
Lamentó que “leemos la cuestión femenina y
la cuestión del sacerdocio en términos funcionales olvidando, en cambio los
términos de importancia. María tiene un papel y una dignidad superior a la de
los apóstoles”.
IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Para el Papa Francisco, según afirma en este libro-entrevista, una de
las modalidades con las que el mal se muestra en el mundo de hoy es la
ideología de género. “Diciendo esto, no me estoy
refiriendo a aquellos que tienen una orientación homosexual”, precisó.
“Hago una referencia más amplia que afecta a una
peligrosa raíz cultural que quiere destruir desde la raíz el proyecto creador
que Dios quiso para cada uno de nosotros: la diversidad, la distinción. Querer
hacerlo todo homogéneo, neutral. Es un ataque a la diferencia, a la creatividad
de Dios, al hombre y a la mujer”.
En ese sentido, definió la ideología de género como “un proyecto ideológico que no tiene en cuenta la
realidad, la verdadera diversidad de las personas, de a unicidad de cada uno,
de la diferencia de cada uno”.
Redacción ACI Prensa
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