jueves, 28 de febrero de 2013

EL BUEN PASTOR

¡EN EL AVISO MI PADRE OS FORTALECERÁ EN EL ESPÍRITU, PARA QUE PODÁIS ENFRENTAR LOS EJÉRCITOS DE MI ADVERSARIO!

FEBRERO 25 DE 2013 - 7:50 A.M.

LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA AL EJÉRCITO MARIANO MILITANTE

Mi Ejército Mariano Militante, que la paz de Dios esté con vosotros.

Estad listos y preparados para el gran combate espiritual, porque todos los acontecimientos han comenzado a desatarse. Tened lista y aceitada con la oración vuestra armadura, e izad el estandarte mariano, porque la batalla final por vuestra libertad está por comenzar. Ya los ejércitos celestiales al mando de nuestro amado Miguel, están listos y alineados. Sólo falta el ejército militante para alinearse y así dar comienzo a la gran batalla espiritual, el gran Armagedón. Si permanecéis unidos en oración con vuestra Madre y los Ejércitos Celestiales, seréis victoriosos en el combate de cada día. Más si os dejáis dividir por mi adversario, sufriréis derrotas que harán más penosa vuestra purificación.

En el aviso mi Padre os fortalecerá en el espíritu, para que podáis enfrentar los ejércitos de mi adversario. Acordaos que la pelea no es con gente de carne y hueso, sino con malignas fuerzas espirituales que moran en los espacios celestes, las cuales tienen mando, poder y dominio, sobre este mundo oscuro (Efesios 6.12).

Por eso hijitos, recibiréis de mi Padre, carismas y gracias especiales que harán de vosotros verdaderos soldados espirituales; sin estas gracias no podríais enfrentar esas fuerzas malignas. Sin la ayuda del cielo seríais derrotados; os recuerdo, que la batalla es espiritual y las armas que mi Padre os dará son poderosas en el Espíritu para el derrumbamiento de fortalezas. Hago un llamado a todos vosotros que sois soldados del ejército militante; preparaos espiritualmente para la llegada del aviso. Orad, ayunad y mortificad vuestros sentidos, para que preparéis vuestro espíritu para este gran acontecimiento que cambiará vuestras vidas.

En la eternidad os espero para que junto a Miguel y a la milicia celestial, planeemos las estrategias que llevaremos a cabo para derrotar a mi adversario y sus huestes del mal. ¡Adelante mi ejército mariano militante, vuestra Reina y Madre y los Ejércitos Celestiales, aguardan por vosotros!. Preparaos pues mi ejército mariano, que vuestras lámparas permanezcan encendidas con vuestra oración, para que cuando llegue vuestro Amo y Señor, os encuentre despiertos y vigilantes como buenos soldados; estad pues listos para el combate, y dispuestos a darlo todo por el Reino de Dios. Que la paz de Dios os acompañe y mi protección maternal os asista. Vuestra Reina y Madre, María Rosa Mística.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

JESÚS HABLA


18 FEB 2013 LLEVARÁN A LOS HIJOS DE DIOS BAJO EL DOMINIO DEL CUERNO PEQUEÑO, QUIEN SE SENTARÁ EN EL ESPLENDOR POMPOSO EN LA SEDE DE PEDRO

24.02.2013 17:37

Lunes 18 de Febrero, 2013 18:00 hrs.

Mi queridísima hija, así como los cambios dentro de Mi Iglesia sobre la tierra se intensifican, así también se alzarán las voces de los profetas falsos, al unísono, para respaldar la abominación en Mi Iglesia. Mientras revelo a ti, la verdadera profeta del fin de los tiempos, la Verdad --la mayor parte de la cual ya se conoce– las mentiras se extenderán para confundir a todos los que me siguen.

Por cada instrucción que te doy, para el mundo, exactamente lo contrario será declarado por boca de los falsos profetas. Ellos declararán palabras de consuelo a Mis seguidores, que encontrarán la Verdad demasiado terrible de soportar. A través de sus mentiras malvadas llevarán a los hijos de Dios bajo el dominio del cuerno pequeño, quien se sentará en el esplendor pomposo en la Sede de Pedro.

Cuando os dije de la gran división en Mi Iglesia, no os dije de qué manera esto iba a suceder. Así que escuchadme ahora: Así como los sacerdotes durante Mi tiempo en la tierra rechazaron Mi Santa Palabra, así también los sacerdotes justo antes de Mi Segunda Venida me rechazarán. No sólo van a rechazar Mi Palabra, dada a ti, hija Mía, sino que van a aceptar los cambios, que se les impondrán. Sus sagrados dones se volverán impotentes, tan pronto como acepten las blasfemias y las nuevas normas a ellos presentadas.

Mis fieles seguidores también serán divididos en su lealtad a Mi Iglesia en la tierra. Todo lo que debéis hacer es seguir Mis Enseñanzas dadas a vosotros en el Libro de Mi Padre (La Santa Biblia). No hay necesidad de correr a ninguna parte, mientras esté Yo presente entre vosotros.

Conocéis la Verdad. Os ha sido dada en alimento, como Cristianos. Así que cuando veáis que los Mandamientos de Dios y Mis Enseñanzas están siendo re-escritas, y Mis Santos Sacramentos cambiados, entonces debéis dar la espalda. No permitáis que se os asuste, más bien tened miedo de los que aceptan estos nuevos actos malvados y leyes, que se decían ser de Mí y que no entienden la Verdad.

Vuestro Jesús

19 FEB 2013 DIRÁN QUE FUÉ CULPABLE DE UN CRIMEN, DEL CUAL ÉL ES TOTALMENTE INOCENTE

25.02.2013 14:42

Martes 19 de Febrero, 2013 14:30 hrs.

Mi amadísima hija, por favor informa a Mis discípulos que Mi Reino está cerca.

No debéis inquietaros, pues aunque la corona de espinas ha descendido sobre Mi Vicario, designado por Mí, Jesucristo, para gobernar sobre Mi Santa Iglesia Católica y Apostólica, él ha sido maliciosamente desplazado --Yo vengo ahora por fin a traeros la paz.

El año por venir será muy cruel y muy aterrador para vosotros, Mis amados discípulos, y para Mi último Papa verdadero. Él, contra quien se ha confabulado con maldad y deliberadamente, ha sido tratado exactamente como Yo, Jesucristo, que fuí golpeado y flagelado. Ahora tratarán de matarlo, igual como me mataron. Ellos dirán que fué culpable de un crimen, del cual él es totalmente inocente.

Yo, vuestro amado Salvador, os salvaré a todos de la maldad, que por muchos será percibida como si viniera de Mí, por órdenes de Mi Mano.

Instruyo a Mi Iglesia como antes, pero sólo a través del Poder del Espíritu Santo. Las llaves de Roma están bajo el poder de Mi amado Padre. Yo, Jesucristo, estoy listo para descender de nuevo, en Mi segunda Venida y deseo haceros saber que vosotros, Mis discípulos, sufriréis lo mismo que Mis propios discípulos sufrieron durante Mi tiempo en la tierra. Vosotros, Mis amados, estáis Conmigo, encerrados dentro de Mi Sagrado Corazón, para que podáis uniros a Mí en la pena. Lloro lágrimas por Mi inocente y amado último Papa en la tierra, Benedicto XVI, elegido por Mí para guiar a la Iglesia durante los últimos días.

Costará un tremendo valor para esas víctimas voluntarias, que continuarán anunciando Mi Santa Palabra, mientras estén llenas de terribles dudas. Ellos saben, dentro de su corazón que ahora les estoy hablando y todavía serán asaltados por las dudas, que serán causadas por aquéllos que rehusarán aceptar Mis mensajes a la humanidad y que también son aún fieles a Mí.

Estoy entregándoos esta breve Cruzada de Oración especial. Es una Oración Milagrosa para que todos los que la recen sean capaces de sentir Mi presencia en sus almas. También os ayudará a ver la Verdad que os he prometido, y que siempre os será dada, durante los últimos tiempos.

Cruzada de Oración (101) Oración Milagrosa para sentir la presencia de Jesús.



"Oh Querido Padre Omnipotente, Creador de todo lo que es y será, ayuda a todos los que podemos reconocer la presencia de tu Hijo amado, en la Iglesia de hoy, a llegar a ser más fuertes.

Ayúdame a superar mi miedo, mi soledad y el rechazo que sufro por mis seres queridos, ya que sigo a Tu Hijo, Jesucristo, mi Salvador.

Por favor, protege a mis seres queridos de caer en la trampa de creer en las mentiras, las cuales han sido diseñadas por Satanás para destruir, dividir y causar estragos entre los hijos de Dios.

Por favor, ayuda a todos aquéllos que siguen la abominación en Vuestra Iglesia, a que se salven de las llamas eternas del infierno. Amén”

Mis amados seguidores, por ahora, vosotros me conocéis. Lo que ahora veréis, dentro del cascarón de lo que una vez fué Mi Iglesia en la tierra os parecerá repugnante. Vosotros lloraréis y lloraréis hasta no sentir más nada. Y entonces cuando me llaméis y digáis:

“Jesús, sálvame de las mentiras de Satanás, para que pueda discernir la Verdad de Tu Iglesia remanente” Yo os tranquilizaré con esto: Os llenaré con el Espíritu Santo. Os llenaré con las lágrimas de aflicción y luego os reemplazaré esas lágrimas con Mi Fortaleza. Después no os preocuparéis porque Yo me haré cargo y os guiaré a cada paso en el camino.

Seréis inspirados cuando estéis siendo ridiculizados. Seréis llenados de Mi Espíritu de Amor cuando se rían de vosotros, por creer en Mi Santa doctrina. Entonces perderéis todo temor, y esto será reemplazado por un sentimiento tan poderoso de Mi amor por vosotros, que sólo entonces, sentiréis alivio total y paz.

Vuestro Jesús

20 FEB 2013 ESTA GRAN ILUMINACIÓN DE LA CONCIENCIA SE LLEVARÁ A CABO DESPUÉS QUE MI SANTO VICARIO HAYA SALIDO DE ROMA

27.02.2013 15:32

Miércoles, 20 de Febrero 2013 a las 19:30 hrs.

MI amadísima hija, mientras pueda parecer injusto que los hijos de Dios tengan que sufrir bajo el reinado del falso profeta y del anticristo, sabed esto: Todas las almas en el mundo tienen que soportar el dolor del rechazo y el sufrimiento que Yo padecí, en cierta medida, con el fin de ser purificadas.

Yo, a través de Mi gran Misericordia, me aseguraré de que esta purificación se lleve a cabo rápidamente. Luego, Mis seguidores se expandirán en número, en preparación para Mi Segunda Venida. Mi Padre vigilará todas las pruebas, que serán sentidas por todos Sus hijos, con gran ternura de corazón. Él intervendrá cuando los actos malvados de persecución infligidos a los cristianos sobrepasen de lo que está permitido, y destruirá a esos hombres malvados.

Debéis esperar ahora Mi Acto Divino de Misericordia, que separará lo bueno, de lo malo. Esta Gran Iluminación de la conciencia se llevará a cabo después que Mi Santo Vicario haya salido de Roma.

Preparaos para salvar vuestras almas. A aquéllas almas obstinadas de entre vosotros: se os dará muy poco tiempo para que os pongáis de rodillas con humildad, para pedir Mi Misericordia. Y luego las trompetas sonarán y las profecías previas al final, serán reveladas, como fué predicho.

Vuestro Jesús

jesúshabla.com

LA PALABRA DE DIOS NO VUELVE VACÍA


Tome poderosos versículos y pasajes en orden temático que le permitan comenzar a confesar la Palabra en voz alta con respecto a sus necesidades específicas.

Isaías nos enseña que la Palabra que sale de la boca de Dios (lo cual creo que también puede ser nuestra boca, dedicada a Él) no regresa vacía.

Sino que lleva a cabo aquello para lo que ha sido enviada. La Palabra de Dios es la semilla, y cuando la liberemos en la Tierra, veremos buenos resultados.

"Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié." (Isaías 55:10–11).

Nosotros somos los representantes de Dios en la Tierra, sus portavoces, y el apóstol Pablo nos ordena imitarlo. Como sus representantes, debemos confesar su Palabra tal como Él lo haría. Debemos confesarla audazmente, con autoridad, creyendo que tiene poder para cambiar nuestra vida y nuestras circunstancias.

Este principio ha cambiado mi vida. Algunas veces he dejado que el principio se escabulla, pero el Espíritu Santo siempre es fiel y me recuerda confesar su Palabra. Algunas veces paso más tiempo de lo normal confesando la Palabra de Dios en voz alta. Puedo decir con seguridad que ha sido una parte regular de mi vida a lo largo de estos años. No creo que yo pudiera estar donde estoy ahora si no hubiera aplicado este poderoso principio bíblico en mi vida.

Tome poderosos versículos y pasajes en orden temático que le permitan comenzar a confesar la Palabra en voz alta con respecto a sus necesidades específicas. Hágalo una disciplina espiritual. Libere su fe al pronunciar las Escrituras con su boca y prepárese para ver cambios asombrosos en su vida.

"Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová [ . . . ] Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso [ . . . ] Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo." (Ezequiel 37:3–4, 7, 10).

Estas escrituras son un ejemplo sorprendente de cómo pueden cambiar las cosas al profetizar (declarar) la Palabra de Dios. ¡Declarar con regularidad la Palabra de Dios con su boca produce una vida poderosa y victoriosa!

Ahora conoce el secreto: el poder de la Palabra es desatado cuando la confiesa en voz alta. ¡Tome la decisión de comenzar hoy!

Por Joyce Meyer

LAS 9 COSAS QUE HAY QUE SABER SOBRE LA «PROFECÍA DE LOS PAPAS» DE SAN MALAQUÍAS


Según ella, el próximo Papa ¿será el último?

Desde el verdadero San Malaquías hasta la lista supuestamente profética pasan 450 años. Y curiosamente, desde la aparición de la lista, no acierta casi ninguna predicción.

Con el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, mucha gente habla de "la profecía de los Papas" atribuida a San Malaquías. Pero ¿qué importancia tiene esto? ¿Es algo que deba inquietar o quitar a la paz a los creyentes? Lo analizamos en 9 puntos, que siguen bastante de cerca un análisis del popular bloguero y evangelizador Jimmy Akin.

1. ¿Qué es la "la profecía de los Papas"?

Es un documento que publicó en 1595 un benedictino llamado Arnoldo de Wyon dentro de una historia de la orden benedictina que estaba escribiendo,

Se trata de una lista de 112 frases cortísimas y enigmáticas en latín, que se supone que representan a papas desde la época del obispo irlandés San Malaquías, del siglo XII, en adelante. Es Wyon quien dice el autor es San Malaquías. También él dice que no le consta que nunca antes se hubieran publicado en forma impresa.

Además del listado de frases enigmáticas, Wyon añade una serie de interpretaciones y análisis que él atribuye al historiador y dominico español en Roma Alfonso Chacón (c.1530-1599).

2. ¿Quién fue San Malaquías? ¿Es fiable?

San Malaquías (1094-1148) fue el arzobispo de Armagh, en Irlanda. Fue monje, abad, obispo y finalmente Primado de Irlanda, un gran reformador de la Iglesia y avivador de la fe. Murió en Claraval, Francia, en brazos de San Bernardo de Claraval, en 1148, quien le admiraba y escribió de él, de sus obras y de sus milagros. Por él sabemos que en 1139 el irlandés visitó Roma y se entrevistó con el Papa.

Que San Malaquías es santo y modelo de pastor y reformador no lo duda la Iglesia. Pero San Bernardo, que tanto lo quiso y que tanto escribió sobre su amigo, milagros incluidos, nunca escribió nada sobre ninguna profecía, visión, ni lista enigmática que hubiera dejado este santo. Ni rastro de esta lista profética hasta 450 años después.

3. ¿Por qué la gente habla de San Malaquías y la supuesta profecía estos días?

Porque la lista se acaba con el papa 112º. Benedicto XVI sería el número 111 de la "lista de San Malaquías". Y para el 112, la última anotación, en vez de un par de palabras, encontramos esta frase:

"Pedro el Romano, que nutrirá las ovejas en muchas tribulaciones; cuando acaben, la ciudad de las 7 colinas será destruida, y el juez terrible juzgará a su gente. Final."

Así, el Papa que surgiera del Cónclave actual sería el último, Roma sería destruida, llegaría el juicio final, etc...

Por eso la gente repasa listas de papables que se llamen "Pedro", a saber: Péter Erdo (arzobispo de Budapest), Peter Turkson (africano, de Ghana, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz) y, como segundo nombre, Odilo Pedro Scherer (arzobispo de Sao Paulo).

4. Pero, ¿qué credibilidad da el Magisterio de la Iglesia a esta "profecía"?

Ningún documento del Magisterio ha aprobado de ninguna manera nada de esta profecía ni se le ha dado ningún reconocimiento.

5. ¿Hasta qué punto podemos hablar de que sea "auténtica"?

San Malaquías murió en 1148, era un personaje bien conocido y popularizado por su amigo, San Bernardo de Claraval, el eclesiástico más influyente de su época. Pero ni San Bernardo ni nadie habló jamás de ninguna profecía de San Malaquías hasta que en 1595 la publicó Arnoldo de Wyon, casi 450 años después.

Quizá Arnoldo de Wyon se la inventó. O quizá un bromista o estafador falsificador creó efectivamente la lista misteriosa en el siglo XVI, la puso en un archivo romano y ahí la encontró Arnoldo, documentándose para su historia benedictina.

6. Pero ¿la profecía acierta en los 111 papas que ya ha cubierto?

Los investigadores se han dado cuenta que acierta mucho con los papas anteriores a 1590. Y acierta poco con los papas posteriores. Eso refuerza la idea de que el autor la escribió en 1590. Esto ya lo veía el historiador y benedictino gallego Benito Jerónimo Felijóo en su Teatro Crítico Universal (1724–1739).

Jimmy Akin, popular bloquero y apologista católico, hizo recientemente el experimento personal de repasar cada papa con su "profecía": hasta 1590, el 95% de las profecías aciertan claramente, y solo un 5% son vagas o dudosas. Desde 1590, sólo un 8% aciertan claramente (un 41% fallan y un 51% son vagas e indemostrables).

Curiosamente, los aciertos (¡y sobre todo los fallos!) de las frases anteriores a 1590 coinciden sospechosamente con un libro de historia de los Papas que escribió en 1557 el historiador agustino Onofrio Panvinio, bibliotecario del cardenal Alejandro Farnesio. Parece que el verdadero autor de las profecías usó ese libro.

7. ¿Ejemplos de "profecías" que aciertan?

"Ex castro Tiberis" (de un castillo en el Tiber) se refiere evidentemente a Celestino II (1143-1144), nacido en Citta di Castello, al lado del río Tiber. "Frigidus abbas" es Benedicto XII (1334-1342), que fue abad de Fontfroide (Fuentefría). "De parvo homine" (De un hombrecito), es Pío III (1503), cuyo apellido era Piccolomini (en italiano, de piccolo y uomo, hombre pequeño).

8. ¿Ejemplos de "profecías" que encajan sólo forzadas?

"Aquila rapax" (águila rapaz) correspondería a Pío VII (1800-1823). ¿Por coincidir con el reinado de Napoleón? Pero entonces la frase no define al Papa sino a alguien más o algo más que actúa durante su papado... y entonces cualquier cosa sería aplicable: ¡siempre habrá algún gobernante rapaz como un águila en el mundo! Las profecías anteriores a 1590 se refieren a los Papas, no a eventos de su tiempo.

"Religio depopulata" (religión destruida) correspondería a Benedicto XV (1914-1922); de nuevo, no habla del Papa. Sí, la Revolución Rusa en 1917 dañó la religión en Rusia (pero no en Italia). Siempre hay algún poder que daña la fe en alguna parte del mundo.

9. ¿Y Jesús y la Iglesia que dicen de todo esto?

De la lista supuestamente profética, como de tantas otras supersticiones o engaños, la Iglesia no dice nada.

Jesús, respecto a calcular días del fin del mundo o el Juicio Final dice, básicamente: "Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora" (Mateo 25,13); y sobre cómo vivir teniendo en cuenta el futuro Jesucristo enseña esto: "No estéis ansiosos sobre el futuro, que tiene sus propias ansiedades. Cada día ya trae su propia preocupación" (Mateo 6, 34).

El Catecismo de la Iglesia, en su párrafo 67, habla de las "llamadas revelaciones privadas, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia". Incluso las reconocidas cumplen una condición: "su papel no es mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivir más plenamente en un cierto periodo de la historia".

Tratar de ligar papas y frases enigmáticas es una curiosidad intelectual o incluso supersticiosa, no algo que ayude a vivir la fe con plenitud. Sería más útil, por ejemplo, conocer al verdadero San Malaquías, ver sus obras y celo evangelizador en la Irlanda del siglo XII y tomarlo como modelo, en vez de perder el tiempo con lo que con toda seguridad es una falsificación del siglo XVI.

P. J. Ginés/ReL

BENEDICTO XVI SE DESPIDE ANTE 200.000 FIELES: «NO VUELVO A LA VIDA PRIVADA NI ABANDONO LA CRUZ»


Muestras de cariño al Papa.

En la audiencia más emotiva y conmovedora de todo su pontificado, Benedicto XVI se despidió públicamente como Pontífice ante los 200.000 fieles congregados en la plaza de San Pedro con unas palabras contundentes: «No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros recepciones, etc. No abandono la cruz sino que permanezco de un modo nuevo junto al Señor Crucificado».

EN EL SERVICIO DE LA PLEGARIA

El Santo Padre afirmó que a partir de la noche del jueves «dejaré de llevar la potestad de gobierno, pero permanezco en el entorno de san Pedro con el servicio de la plegaria».

Benedicto XVI se mostraba contento y conmovido por las muestras de cariño de los 200.000 fieles reunidos a despedirle. Reconoció haber tenido momentos «de gloria y de luz» y momentos «de aguas agitadas y viento contrario» a lo largo de estos casi ocho años, «pero en ningún momento me he sentido solo».

CONFIANZA EN EL SEÑOR

En el momento de la despedida, Benedicto XVI manifestó sentir «una gran confianza, porque sé, porque sabemos todos, que la Palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia».

El Papa agradeció la ayuda recibida de los cardenales de todo el mundo y de la Curia vaticana, así como la ayuda de los embajadores, y también de los periodistas.

MILES DE CARTAS DE AGRADECIMIENTO

Agradeció también las miles de cartas recibidas en las últimas semanas de muchos de fieles corrientes «que me escriben como hermanos y hermanas, como hijos e hijas, con el sentido de una relación familiar muy afectuosa».

También señalo las cartas de jefes de Estado y personajes importantes.

Su última lección como Papa subrayó que en esas cartas y mensajes de personas sencillas «se puede tocar lo que es la Iglesia: no es una organización, no es una asociación para fines religiosos o humanitarios, sino un cuerpo vivo, una comunión de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Jesucristo».

AMAR A LA IGLESIA ES TOMAR DECISIONES DIFÍCILES

El Papa recordó que ha dado el paso de renunciar «en la plena conciencia de su gravedad y de su novedad, pero también con una profunda serenidad de ánimo», pues «amar a la Iglesia significa tener la valentía de tomar decisiones difíciles, dolorosas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no el propio».

Sus últimas palabras en la catequesis en italiano fueron una súplica de plegarias a los fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro: «Os pido que me recordéis delante de Dios y, sobre todo, que recéis por los cardenales llamados a una tarea muy relevante y por el nuevo Sucesor del Apóstol Pedro. Que el Señor lo acompañe con la luz y la fuerza de su Espíritu».

ReL

DIOS NOS JUZGARÁ POR EL CORAZÓN


Jueves segunda semana Cuaresma. La auténtica Cuaresma es la purificación del corazón.

El Evangelio nos narra la parábola de Epulón y Lázaro, donde nos damos cuenta de que al morir, Dios los juzga por su corazón. ¿Qué ha hecho Lázaro de bueno para subir al seno de Abraham? Nada. ¿Qué ha hecho Epulón de malo para no subir al seno de Abraham? Nada. Podríamos pensar que la diferencia está en que uno es muy pobre y el otro rico, pero no es el motivo por el cual Cristo los juzga. Cristo los juzga por el corazón. La diferencia está en ser una persona de corazón abierto o de corazón cerrado a Dios nuestro Señor.

Quizá a nosotros en Cuaresma se nos podría nublar un poco la vista y estemos juzgando nuestra vida por nuestro exterior y, entonces, estaremos viviendo una Cuaresma simplemente exterior, olvidándonos de que la auténtica Cuaresma es la purificación del corazón. El profeta dice: “El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras.”

Es Dios quien sondea el corazón, a nosotros nos toca, si queremos vivir de cara a Dios nuestro Señor, vivir con un corazón listo a ser sondeado por Él. El primer gesto de purificación que en nuestra Cuaresma tenemos que buscar es la purificación de nuestro corazón, la purificación de nuestra voluntad, la purificación de nuestra libertad.

Purificar el corazón, purificar la voluntad y purificar la libertad es atreverse a tocar una fibra muy interior, porque es la fibra en la cual nosotros reposamos sobre nosotros mismos. Cada uno de nosotros, en última instancia, reposa sobre su propia voluntad: la voluntad de querer algo o la voluntad de rechazarlo. Cada uno de nosotros en la vida acepta o rechaza las cosas por su corazón, por su voluntad. El profeta es muy claro: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón”. Son palabras muy duras, sobre todo en cuanto a las consecuencias: “Será como cardo plantado en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable”.

Si nuestro corazón no aprende a purificarse, si nuestra voluntad no aprende a actuar bien, si nuestro interior no opta en una forma decidida, firme y exigente por Dios nuestro Señor, se puede ir produciendo, poco a poco, una especie como de desertificación de nuestra vida, un avanzar del desierto en nuestro corazón. Si nuestro corazón no está apoyándose en todo momento en Dios nuestro Señor y nuestra voluntad no está purificándose para ser capaz de encontrarse con Él, sino que por el contrario, nuestra voluntad está confiando en el hombre, es decir, confiando simplemente en esa veleta de acontecimientos que constantemente nos suceden, querrá decir que nuestra vida acabará plantada en medio de una estepa, tierra salobre e inhabitable.

¿No podría ser, el verse plantadas así, el destino de muchos corazones, de muchas vidas? Y cuando empezamos a preguntarnos el por qué, en el fondo, acabamos encontrando siempre una misma respuesta: No supieron poner su libertad totalmente en Dios nuestro Señor. Y aquí no importa si les faltó poco o les faltó mucho, aquí lo que importa es que les faltó.

En el Evangelio, no importa si el rico fue poco injusto o muy injusto, lo importante es que no llegó a estar del otro lado. Su libertad no se puso del lado que tenía que ponerse, su voluntad no se orientó hacia donde tenía que orientarse. Nos puede dar miedo pensar siquiera en la posibilidad de orientar nuestra voluntad. Nos puede dar miedo el intentar tocar nuestro corazón para empezar a preguntarle: ¿Estás verdaderamente orientado a Dios? ¿En quién confías? ¿Auténticamente tu confianza está puesta en el Señor?

De nada nos servirá después, la súplica del rico: “Padre Abraham, ten piedad de mí”, porque nuestra libertad necesita ser ahora purificada.

Es importantísimo que esta Cuaresma se convierta para nosotros en un momento de reflexión sobre hacia dónde está orientada nuestra voluntad, qué estamos haciendo con nuestra vida, qué ha elegido nuestra libertad, qué caminos tiene, qué opciones ha tomado. De poco nos serviría pensar que nuestra libertad y nuestra voluntad están orientada hacia Dios nuestro Señor, si en el fondo, nosotros mismos no hemos sido capaces de purificarnos, de tal manera que, auténticamente se orienten hacia Dios.

“El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar ¿Quién lo puede entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón”. Atrevámonos a ponernos en Dios nuestro Señor. Atrevámonos a ponernos en Él como el único que va a ser capaz de decirnos si auténticamente nuestra voluntad y nuestra libertad están orientadas de tal forma que, en esta vida nos abramos a Dios, y en la futura nos encontremos con Él.

Atrevámonos a permitirle a Dios tocar los recursos, los resortes interiores de nuestra libertad.

Cuántas veces podríamos juzgar que estamos haciendo bien, y realmente podría ser que estuviésemos viviendo engañados, traicionados por lo más interior de nosotros mismos, que es nuestro corazón, “la cosa más traicionera y difícil de curar”. ¿Me atrevo yo a permitir que ese médico del alma que es Dios, entre a mi corazón, toque y cuestione mi libertad y toque y fortalezca mi voluntad?

Creo que éste sería un buen camino de Cuaresma: el ir purificando nuestra voluntad y nuestra libertad de tal manera que, en el encuentro con la Pascua de nuestro Señor, lleguemos a decir que nuestro corazón, siendo débil como es, tiene una certeza y tiene una garantía: el estar apoyado sólo y únicamente en Dios nuestro Señor. Porque así, “será árbol plantado junto al agua que hunde en las corrientes sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en el año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos”.

En nuestras manos está el hacer de nuestra libertad y de nuestra voluntad un camino de esterilidad, apoyado en nosotros; o un camino de fecundidad, apoyado en Dios.

Autor: P. Cipriano Sánchez LC

ÚLTIMA AUDIENCIA DE BENEDICTO XVI (TEXTO COMPLETO)


Plaza de San Pedro, 27 de febrero de 2013.

Benedicto XVI ha celebrado hoy la última audiencia general de su pontificado. En la Plaza de San Pedro, abarrotada por decenas de miles de personas que querían saludarlo, el Pontífice, emocionado, ha dicho: “Gracias por haber venido en gran número a la última audiencia general de mi pontificado. Gracias, estoy verdaderamente conmovido. Y veo a la Iglesia viva. Pienso que tenemos que dar también las gracias al Creador por el buen tiempo que nos da, ahora, cuando todavía es invierno”.

Ofrecemos a continuación el texto integral pronunciado por el Santo Padre:

“Como el apóstol Pablo en el texto bíblico que hemos escuchado, yo también siento en mi corazón que ante todo tengo que dar gracias a Dios que guía a la Iglesia y la hace crecer, que siembra su Palabra y alimenta así la fe en su Pueblo. En este momento mi corazón se expande y abraza a la Iglesia extendida por todo el mundo, y doy gracias a Dios por las "noticias" que en estos años de ministerio petrino he recibido sobre la fe en el Señor Jesucristo, y sobre la caridad que circula realmente en el cuerpo de la Iglesia y hace que viva en el amor, y sobre la esperanza que nos abre y nos orienta hacia la plenitud de la vida, hacia la patria celestial”.

Siento que os llevo a todos conmigo en la oración, en un presente que es de Dios, en el que recojo cada uno de los encuentros, cada uno de los viajes, cada visita pastoral. Todo y todos reunidos en oración para confiarlos al Señor, porque tenemos pleno conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual, y por qué nos comportamos de una manera digna de Él y de su amor, llevando fruto en toda buena obra.

En este momento, dentro de mí hay mucha confianza, porque sé, porque todos sabemos que la palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es su vida. El Evangelio purifica y renueva, da fruto, en todo lugar donde la comunidad de los creyentes lo escucha y recibe la gracia de Dios en la verdad y en la caridad. Esta es mi confianza, esta es mi alegría.

Cuando, el 19 de abril de hace casi ocho años, acepté asumir el ministerio petrino, tenía esta firme certeza que siempre me ha acompañado ,esta certeza de la vida de la Iglesia, de la Palabra de Dios. En aquel momento, como ya he dicho varias veces, las palabras que resonaban en mi corazón eran: Señor, ¿por qué me pides esto? Y ¿que me pides? Es un gran peso el que colocas sobre mis hombros, pero si Tu me lo pides, con tu palabra, echaré las redes, seguro de que me guiarás, también con todas mis debilidades. Y ocho años después puedo decir que el Señor realmente me ha guiado, ha estado cerca de mí, he podido percibir su presencia todos los días. Ha sido un trozo de camino de la Iglesia, que ha tenido momentos de alegría y de luz, pero también momentos difíciles; me he sentido como San Pedro con los Apóstoles en la barca del lago de Galilea: el Señor nos ha dado muchos días de sol y de brisa ligera, días en que la pesca ha sido abundante; también ha habido momentos en que las aguas estaban agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir. Pero siempre supe que en aquella barca estaba el Señor y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es suya. Y el Señor no deja que se hunda: es El quien conduce, ciertamente también a través de los hombres que ha elegido, porque así lo quiso. Esta ha sido una certeza que nada puede empañar. Y por eso hoy mi corazón está lleno de gratitud a Dios porque no ha dejado nunca que a su Iglesia entera y a mí, nos faltasen su consuelo, su luz, su amor.

Estamos en el Año de la fe, que he proclamado para fortalecer nuestra fe en Dios en un contexto que parece dejarlo cada vez más en segundo plano. Me gustaría invitar a todos a renovar la firme confianza en el Señor, a confiarnos como niños en los brazos de Dios, seguros de que esos brazos nos sostienen siempre y son lo que nos permiten caminar todos los días, también entre las fatigas. Me gustaría que cada uno se sintiera amado por ese Dios que ha dado a su Hijo por nosotros y nos ha mostrado su amor sin límites. Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano. Hay una hermosa oración que se reza todas las mañanas y dice: "Te adoro, Dios mío, y te amo con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano... " Sí, alegrémonos por el don de la fe; es el don más precioso, que ninguno puede quitarnos! Demos gracias al Señor por ello todos los días, con la oración y con una vida cristiana coherente. !Dios nos ama, pero espera que también nosotros lo amemos¡

Pero no es sólo a Dios, a quien quiero dar las gracias en este momento. Un Papa no está sólo en la guía de la barca de Pedro, aunque sea su principal responsabilidad, y yo no me he sentido nunca solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino, el Señor me ha puesto al lado a tantas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cerca de mi. Ante todo. Vosotros, queridos hermanos cardenales: vuestra sabiduría y vuestros consejos, vuestra amistad han sido preciosos para mí. Mis colaboradores, empezando por mi Secretario de Estado, quien me ha acompañado fielmente en estos años; la Secretaría de Estado y toda la Curia Romana, así como a todos aquellos que, en diversos ámbitos, prestan su servicio a la Santa Sede: tantos rostros que no se muestran, que permanecen en la sombra, pero que en silencio, en su trabajo diario, con espíritu de fe y de humildad han sido para mí un apoyo seguro y confiable. Un recuerdo especial para la Iglesia de Roma, ¡mi diócesis! No puedo olvidar a los hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, a las personas consagradas y a todo el Pueblo de Dios en las visitas pastorales, en los encuentros, en las audiencias, en los viajes, siempre he recibido mucha atención y un afecto profundo. Pero yo también os he querido, a todos y a cada uno de vosotros sin excepción, con la caridad pastoral, que es el corazón de cada pastor, especialmente del Obispo de Roma, del Sucesor del Apóstol Pedro. Todos los días he tenido a cada uno de vosotros en mis oraciones, con el corazón de un padre.

Querría que mi saludo y mi agradecimiento llegase a todos: el corazón de un Papa se extiende al mundo entero. Y me gustaría expresar mi gratitud al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, que hace presente la gran familia de las Naciones. Aquí también pienso en todos los que trabajan para una buena comunicación y les doy las gracias por su importante servicio.

Ahora me gustaría dar las gracias de todo corazón a tanta gente de todo el mundo que en las últimas semanas me ha enviado pruebas conmovedoras de atención, amistad y oración. Sí, el Papa nunca está solo, ahora lo experimento de nuevo en un modo tan grande que toca el corazón. El Papa pertenece a todos y tantísimas personas se sienten muy cerca de él. Es cierto que recibo cartas de los grandes del mundo – de los Jefes de Estado, líderes religiosos, representantes del mundo de la cultura, etc.-. Pero también recibo muchas cartas de gente ordinaria que me escribe con sencillez, desde lo más profundo de su corazón y me hacen sentir su cariño, que nace de estar juntos con Cristo Jesús, en la Iglesia. Estas personas no me escriben como se escribe a un príncipe o a un gran personaje que uno no conoce. Me escriben como hermanos y hermanas, hijos e hijas, con un sentido del vínculo familiar muy cariñoso. Así, se puede sentir que es la Iglesia - no es una organización, no es una asociación con fines religiosos o humanitarios, sino un cuerpo vivo, una comunidad de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Jesucristo, que nos une a todos. Experimentar la Iglesia de esta manera y casi poder tocar con las manos la fuerza de su verdad y de su amor es una fuente de alegría, en un tiempo en que muchos hablan de su decadencia. Y, sin embargo, vemos como la Iglesia hoy está viva.

En estos últimos meses, he sentido que mis fuerzas han disminuido, y he pedido a Dios con insistencia en la oración que me iluminase con su luz para que me hiciera tomar la decisión más justa no para mi bien, sino para el bien de la Iglesia. He dado este paso con plena conciencia de su gravedad y también de su novedad, pero con una profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener el valor de tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no el de uno mismo.

Permitid que vuelva una vez más al 19 de abril de 2005. La gravedad de la decisión reside precisamente en el hecho de que a partir de aquel momento yo estaba ocupado siempre y para siempre por el Señor. Siempre - quien asume el ministerio petrino ya no tiene ninguna privacidad-. Pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia. Su vida es, por así decirlo, totalmente carente de la dimensión privada. He podido experimentar, y lo experimento precisamente ahora, que uno recibe la propia vida cuando la da. Dije antes que mucha gente que ama al Señor ama también al Sucesor de San Pedro y le quieren; que el Papa tiene verdaderamente hermanos y hermanas, hijos e hijas en todo el mundo, y que él se siente seguro en el abrazo de su comunión, porque ya no se pertenece a sí mismo, pertenece a todos y todos le pertenecen.

El "siempre" es también un "para siempre" - no existe un volver al privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio del ministerio activo, no lo revoca. No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, reuniones, recepciones, conferencias, etc. No abandono la cruz, sigo de un nuevo modo junto al Señor Crucificado. No ostento la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, sino que me quedo al servicio de la oración, por así decirlo, en el recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, me servirá de gran ejemplo en esto. Él nos mostró el camino a una vida que, activa o pasiva, pertenece totalmente a la obra de Dios.

Doy las gracias a todos y cada uno, también por el respeto y la comprensión con la que habéis acogido esta decisión tan importante. Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con la dedicación al Señor y a su Esposa, que he tratado de vivir hasta ahora cada día y quisiera vivir siempre. Os pido que os acordéis de mí delante de Dios, y sobre todo que recéis por los Cardenales, llamados a un cometido tan importante, y por el nuevo Sucesor del Apóstol Pedro: el Señor le acompañe con la luz y el poder de su Espíritu.

Invoquemos la intercesión maternal de la Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia para que acompañe a cada uno de nosotros y toda la comunidad eclesial; a Ella nos encomendamos con profunda confianza.

¡Queridos amigos y amigas! Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre, y especialmente en tiempos difíciles. No perdamos nunca esta visión de fe, que es la única verdadera visión del camino de la Iglesia y del mundo. En nuestro corazón, en el corazón de cada uno de vosotros, haya siempre la gozosa certeza de que el Señor está a nuestro lado, no nos abandona, está cerca de nosotros y nos envuelve con su amor. ¡Gracias!”

Autor: S.S. Benedicto XVI

sábado, 23 de febrero de 2013

ACTITUD PARA LA VIDA...


...Lo que importa no es lo que a uno le sucede, sino la reacción interior frente a eso que pasa.

Parece normal que estemos contentos cuando las cosas van bien y tristes cuando las cosas salen mal.

Sin embargo, esta actitud pone, equivocadamente, a depender la felicidad de algunas condiciones materiales favorables o de ocupar posiciones o lugares privilegiados, etc.

Cuando se comprende que se puede ser feliz a pesar de, se trasciende esa visión y se asume la responsabilidad por las actitudes tomadas.

La actitud es el capital más valioso de cada quien. Es más importante que lo que pase alrededor, que la opinión de la gente, que el fracaso o que el éxito.

Es más importante la actitud que los problemas, puesto que la actitud que se asume, y no el problema como tal, es lo que forma la vida de la persona.

Para cualquier proyecto que usted haya decidido emprender, lo primero que debe tener en cuenta es ajustar la actitud y recordar que en últimas, nada de lo que esté afuera de usted es más grande e importante de lo que lleva adentro.

Ahora, ¿cómo asume usted el proyecto de su vida? ¿Cuál es su actitud para adquirir compromisos? ¿Cómo se ve usted frente a esos compromisos? ¿O no los tiene?

No trate de responderse, si es de los que le gusta eludir lo difícil. La confrontación con uno mismo es la más severa que existe y existirá.

Pero si se atreve usted a confrontarse, tenga en cuenta que el panorama de su vida, su negocio o proyecto, se lo forja usted mismo con la actitud que establezca en su interior:

Si siente y piensa con fe y optimismo, su vida y su negocio se vuelven claridad y alegría.

Por tanto, todo es cuestión de actitud personal. Y lo más delicado, o afortunado, es que la actitud es muy contagiosa, tanto o más que un resfriado.

John Maxwell, escritor de temas sobre liderazgo, dice que: “La actitud hará prosperar o quebrar a una compañía, a una iglesia o a un hogar. Lo más importante es que cada día podemos escoger la actitud que vamos a tener ese día (…) No podemos cambiar lo inevitable. Lo que podemos hacer es jugar con el único recurso que tenemos: nuestra actitud”.

Parafraseando a Maxwell, lo que una persona es, su carácter, su vida, se ha formado principalmente por las reacciones asumidas frente a lo que le ha sucedido: un 90% de lo que se es, está dado por la actitud que asume la persona ante los sucesos cotidianos.

“No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiar la manera en que veo el mundo desde adentro”, dice el escritor John Maxwel.

Al copiar este artículo favor conservar o citar la Fuente: EL CAMINO HACIA DIOS

www.iterindeo.blogspot.com

Publicado por Wilson f.

EL MENDIGO MUSICAL


Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar la mediocridad total.

Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín.

Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.

El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical.

Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.

La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo.

Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.

Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas.

Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron

a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.

Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto.

La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.

El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: “¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi

violín!!”. Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar “ese violín” como nos plazca.

Sé nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como

una formidable responsabilidad.

Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.

Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.

Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: “hay se va…”, Que piensa en términos de “me vale…”, y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades.

Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos.

La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.

Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría.

Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.

La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.

La verdad es que Dios nos concedió “libre albedrío”. Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella algo mediocre. Esa es tu decisión personal.

LO NEGATIVO: Negarnos a afinar bien nuestro violín de la vida. Y quejarnos de que la gente no disfrute la melodía que sacamos de él.

LO POSITIVO: Comprender que, nos guste o no, solamente rosperaremos si afinamos bien ese violín, y aprendemos a sacar de él las mejores melodías.

Colosenses 3:23

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

Colosenses 3:17

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,

¿BENEDICTO XVI ENTRE LOBOS?


Estremece releer hoy la carta que Benedicto XVI dirigió a todos los obispos de la Iglesia católica tras su decisión de levantar la excomunión a los cuatro prelados consagrados por el arzobispo Lefebvre sin mandato de la Santa Sede.

Al Papa le embargaba ya entonces una tremenda soledad; la misma que siente hoy y que ha desencadenado en parte su renuncia a la silla de Pedro.

Benedicto XVI se lamentó amargamente, en su carta a los obispos del 10 de marzo de 2009, de que su decisión hubiese suscitado “dentro y fuera de la Iglesia católica una discusión de una vehemencia como no se había visto desde hace mucho tiempo”.

Parafraseando a san Pablo, el Romano Pontífice afirmó incluso que el “morder y devorar” existía ya entonces en el seno de la Iglesia. ¿Y quiénes “muerden y devoran” sino los lobos? ¿Un Papa rodeado entonces de lobos?

Juzgue si no el lector, a la luz de estos reveladores párrafos de su carta:

“Queridos Hermanos, por circunstancias fortuitas, en los días en que me vino a la mente escribir esta carta, tuve que interpretar y comentar en el Seminario Romano el texto de Gálatas 5,13-15. Percibí con sorpresa la inmediatez con que estas frases nos hablan del momento actual: «No una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la ley se concentra en esta frase: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente».

“Siempre fui propenso a considerar esta frase como una de las exageraciones retóricas que a menudo se encuentran en San Pablo. Bajo ciertos aspectos puede ser también así. Pero desgraciadamente este “morder y devorar” existe también hoy en la Iglesia como expresión de una libertad mal interpretada.

¿Sorprende acaso que tampoco nosotros seamos mejores que los Gálatas? ¿Que quizás estemos amenazados por las mismas tentaciones? ¿Que debamos aprender nuevamente el justo uso de la libertad? ¿Y que una y otra vez debamos aprender la prioridad suprema: el amor?”.

“El día en que hablé de esto en el Seminario Mayor, en Roma se celebraba la fiesta de la Virgen de la Confianza. En efecto, María nos enseña la confianza. Ella nos conduce al Hijo, del cual todos nosotros podemos fiarnos. Él nos guiará, incluso en tiempos turbulentos... El Señor nos proteja a todos nosotros y nos conduzca por la vía de la paz. Es un deseo que me brota espontáneo del corazón al comienzo de esta Cuaresma, que es un tiempo litúrgico particularmente favorable a la purificación interior…”.

La soledad del Papa…

Jose Maria Zavala

ETTY HILLESUM, LA JUDÍA QUE ENCONTRÓ A JESUCRISTO EN EL ABISMO DEL HOLOCAUSTO



UN MENSAJE DE ESPERANZA DE UNA VÍCTIMA DEL EXTERMINIO.

Después de varios amantes, un aborto y una juventud sin sentido, encontró a Dios menos de dos años antes de morir.

La fotografía más conocida de Etty Hillesum es aquella en la que sostiene desafiante un cigarrillo entre las manos. Pero existe otra menos conocida igualmente reveladora sobre su carácter. Es de 1931, algunos años antes de entrar en un campo de exterminio nazi. En ella se puede observar una familia burguesa de la época, bien vestida, decorosa.

El padre, Louis Hillesum, es profesor de latín y griego, tímido, interesado principalmente a sus estudios. La madre, Riva (Rebecca) es de origen ruso, había emigrado a los Países Bajos como resultado de un pogromo, y tiene un carácter difícil, que han heredado sus dos hermanos de quince y once años, ambos con problemas de salud mental.

Etty, sin embargo, presenta una imagen fuerte, serena, convencida. Morena, con diecisiete años y unos ojos intensos que miran fijamente el objetivo. Tiene una mala relación con los padres fruto de la edad rebelde y de búsqueda del propio yo.

Doce años después, sin embargo, todos morirían (excepto el hermano pequeño, que lo hizo poco después de terminar la guerra) en un campo de concentración. Etty, además, lo hizo orando, después de haber rechazado los escondites que le habían ofrecido y haberse entregado voluntariamente a las SS. ¿Qué pasó en esos doce años, que transformaron a una joven rebelde en una conversa de corazón que leía los Salmos y los Evangelios? Por fin se ha publicado en Italia su diario completo (y no un extracto como hasta ahora se podía encontrar en las librerías) que cuenta este periodo crucial de la vida de esta judía holandesa.

DIFERENTES PAREJAS SENTIMENTALES

Etty va a la Universidad como todos los jóvenes de su edad, y se licencia en jurisprudencia. También cursa lenguas eslavas y psicología, pero no puede terminarlo porque la Segunda Guerra Mundial estalla. Hasta el momento había mantenido diferentes relaciones sentimentales y sexuales que le habían dejado insatisfecha, tal y como ella cuenta, y por esa época su pareja fija es Han Wegerif, un hombre de nada menos que 62 años.

En ese momento aparece en su vida Julius Spier, un psicoterapeuta refugiado alemán con cierto éxito en Amsterdam. Sus métodos terapéuticos, que incluyen la lectura de la mano son, sin embargo, bastante discutibles. Su verborrea apabullante y seductora conquista a Etty, que encuentra en él el hombre de su vida. Ese mismo día, el 8 de marzo de 1941, comienza a escribir un diario que durará hasta el 12 de octubre de 1942. Diecisiete meses en los que se puede contemplar la transformación de una oruga en mariposa. Pero vayamos paso a paso.

Julius, que es un hombre culto, religioso, sensible y honesto en su deseo de ayudar a cada individuo a encontrar lo más profundo de su ser, se enamora también de Etty. Entre los dos crea una compleja y contradictoria relación, entretejida de arrebatos emocionales, impulso sexual y sentimientos de culpa. Spier no quiere dejar a su novia y Etty, mientras tanto, se queda embarazada de Han y aborta. Un año después Spier muere de cáncer.

LA BÚSQUEDA INTERIOR CONTINÚA

En 1941 Etty reconoce que sus ideales son «demasiado vagos, como ropa que queda un poco suelta», le gustaría «desaparecen, disolverse, fusionarse armónicamente con el cielo y la tierra». Sufre el caos que reina en ella misma, que le lleva a ir en busca de un hombre que tener para toda la vida, y al mismo tiempo sabe que esa posesión absoluta no es la posesión de lo Absoluto. Invoca a Dios, a quien percibe dentro de sí, pero tiene la impresión de que es una fuente cubierta de piedras y arena. La lucha interior de Etty continúa.

Al mismo tiempo la situación de los judíos continúa empeorando. En junio del 42 se promulgó en Holanda las Ley de Nuremberg: comienzan las persecuciones y las deportaciones. Ese verano Etty comienza a trabajar como enfermera y voluntaria en el campo de exterminio de Westerbork. Actúa como correo secreto de la resistencia y traslada mensajes de los prisioneros, además de recoger medicinas para llevar al campo. Poco a poco su corazón se va conmoviendo y solidarizando con todos aquellos judíos, sus hermanos casi de sangre, que están viviendo el horror de la persecución y el asesinato en masa.

...Y APARECE ÉL

Y he aquí que Dios llama. Llama y Etty abre la puerta tímidamente. Desciende hasta el corazón de Etty, donde en realidad ya estaba. Un día, de repente, Etty se encuentra a sí misma, sin proponérselo, de rodillas en el centro de la habitación. Otro día lee el pasaje de la carta de San Pablo a los Corintios sobre el amor y vuelve a caer de rodillas. Mientras en el exterior las amenazas y el terror crecen, las piedras y la arena del corazón de Etty van desapareciendo lentamente. Y la fuente resurge con una potencia inaudita. Esta fuente es el amor de Dios, que Etty reconoce en todos los hombres (incluso en sus propios verdugos), y en su vida.

Sus visitas como enfermera a los campos de concentración son contadas con todo detalle en sus diarios: «Las amenazas y el terror crecen día a día. Me cobijo en torno a la oración como un muro oscuro que ofrece reparo, me refugio en la oración como si fuera la celda de un convento; ni salgo, tan recogida, concentrada y fuerte estoy. Este retirarme en la celda cerrada de la oración, se vuelve para mí una realidad siempre más grande, y también un hecho siempre más objetivo. La concentración interna construye altos muros entre los cuales me reencuentro yo misma y mi totalidad, lejos de todas las distracciones. Y podré imaginarme un tiempo en el cual estaré arrodillada por días y días, hasta no sentir los muros alrededor, lo que me impedirá destruirme, perderme y arruinarme».

Su salud va empeorando mientras las deportaciones continúan en aumento, así que varios conocidos le ofrecen a Etty distintas formas de esconderse para poder así sortear el destino que le esperaba. Pero lejos de aceptarlas, Etty comprende que debe unirse a su pueblo, y se entrega voluntariamente a las SS el 6 de junio de 1943 junto con toda su familia. No llegaría a ver el final de ese año.

«DEFENDIENDO HASTA EL FINAL TU CASA EN NOSOTROS»

Pero Etty considera que, incluso en este abismo de desesperación, la vida sigue siendo significativa y maravillosamente bella. «Una cosa, sin embargo, se hace cada vez más evidente en mí», escribe viendo ya la inevitabilidad de su destino, «y es que Tú no nos puedes ayudar, sino que nosotros tenemos que ayudarte a Ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Lo único que podemos salvar en estos tiempos, lo único que realmente importa, es un tener una pequeña parte de Ti en nosotros, Dios mío. Nos toca a nosotros ayudarte a Ti, defendiendo hasta el final Tu casa en nosotros».

Estamos en el culmen del camino espiritual de esta joven judía, que estaba en aquel momento leyendo los Salmos y los Evangelios. El 7 de septiembre transportaron a toda la familia hasta Auschwitz. Sus padres murieron tres días más tarde y Etty Hillesum lo haría el 30 de noviembre del 1943. Desde el camión que le había transportado a su último destino terrenal, se las arregló para lanzar una postal dirigida a su amiga Christine van Nooten, que decía: «Hemos abandonado el campo cantando».

Sara Martín / ReL

AMAR COMO CRISTO NOS AMA


Sábado primera semana Cuaresma. Amar a costa de uno mismo, el auténtico amor es capaz de romper los propios egoísmos.

La generosidad es una de las virtudes fundamentales del cristiano. La generosidad es la virtud que nos caracteriza en nuestra imitación de Cristo, en nuestro camino de identificación con Él. Esto es porque la generosidad no es simplemente una virtud que nace del corazón que quiere dar a los demás, sino la auténtica generosidad nace de un corazón que quiere amar a los demás. No puede haber generosidad sin amor, como tampoco puede haber amor sin generosidad. Es imposible deslindar, es imposible separar estas dos virtudes.

¿Qué amor puede existir en quien no quiera darse? ¿Y qué don auténtico puede existir sin amor? Esta unión, esta intimidad tan estrecha entre la generosidad y la misericordia, entre la generosidad y el amor, la vemos clarísimamente reflejada en el corazón de nuestro Señor, en el amor que Dios tiene para cada uno de nosotros, y en la forma en que Jesucristo se vuelca sobre cada una de nuestras vidas dándonos a cada uno todo lo que necesitamos, todo lo que nos es conveniente para nuestro crecimiento espiritual.

Este darse de Cristo lo hace nuestro Señor a costa de Él mismo. Como diría San Pablo: "Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hiciesen ricos con su pobreza". Ésta es la clave verdadera del auténtico amor y de la auténtica generosidad: el hacerlo a costa de uno.

En el fondo, podríamos pensar que esto es algo negativo o que es algo que no nos conviene. ¡Cómo voy yo a entregarme a costa mía! ¡Cómo voy yo a darme o a amar a costa mía! Sin embargo, es imposible amar si no es a costa de uno, porque el auténtico amor es el amor que es capaz de ir quebrando los propios egoísmos, de ir rompiendo la búsqueda de sí mismo, de ir disgregando aquellas estructuras que únicamente se preocupan por uno mismo. ¡Qué diferente es la vida, qué diferente se ve todo cuando en nuestra existencia no nos buscamos a nosotros y cuando buscamos verdadera y únicamente a Dios nuestro Señor! ¡Cómo cambian las prioridades, cómo cambia el entendimiento que tenemos de toda la realidad y, sobre todo, cómo aprendemos a no conformarnos con amar poquito!

Esto es lo que nuestro Señor nos dice en el Evangelio: "Antiguamente se decía: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo". Esto es amar poquito, amar con medida, amar sin darse totalmente a todos los demás. Podríamos nosotros también ser así: personas que aman no según el amor, sino según sus conveniencias; no según la entrega, sino según los propios intereses. Cuando Cristo dice: "Si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso también los paganos?", lo que nos está diciendo: ¿no hacen eso también aquellos a los que solamente les interesa la conveniencia o el dinero? Te doy, porque me diste; te amo porque me amaste.

El cristiano tiene que aprender a abrir su corazón verdaderamente a todos los que lo rodean, y entonces, las prioridades cambian: ya no me preocupo si esto me interesa o no; la única preocupación que acabo por tener es si me estoy entregando totalmente o me estoy entregando a medias; si estoy dándome, incluso a costa de mí mismo, o estoy dándome calculándome a mí mismo. En el fondo, estos dos modelos que aparecen son aquellos que, o siguen a Cristo, o se siguen a sí mismos.

Ser perfectos no es, necesariamente, ser perfeccionistas. Ser perfectos significa ser capaces de llevar hasta el final, hasta todas las consecuencias el amor que Dios ha depositado en nuestro corazón. Ser perfecto no es terminar todas las cosas hasta el último detalle; ser perfecto es amar sin ninguna medida, sin ningún límite, llegar hasta el final consigo mismo en el amor.

Para todos nosotros, que tenemos una vocación cristiana dentro de la Iglesia, se nos presenta el interrogante de si estamos siendo perfeccionistas o perfectos; si estamos llegando hasta el final o estamos calculando; si estamos amando a los que nos aman o estamos entregándonos a costa de nosotros mismos.

Estas preguntas, que en nuestro corazón tenemos que atrevernos a hacer, son las preguntas que nos llevan a la felicidad y a corresponder a Dios como Padre nuestro, y, por el contrario, son preguntas que, si no las respondemos adecuadamente, nos llevan a la frustración interior, a la amargura interior; nos llevan a un amor partido y, por lo tanto, a un amor que no satisface el alma.

Pidámosle a Jesucristo que nos ayude a no fragmentar nuestro corazón, que nos ayude a no calcular nuestra entrega, que nos ayude a no ponernos a nosotros mismos como prioridad fundamental de nuestro don a los demás. Que nuestra única meta sea la de ser perfectos, es decir, la de amar como Cristo nos ama a nosotros.

Autor: P. Cipriano Sánchez LC

viernes, 22 de febrero de 2013

LAS LLAVES DEL REINO


"Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos:

– ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

Ellos contestaron:

– Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta.

–Y vosotros, ¿quién decís que soy? – les preguntó.

Simón Pedro le respondió:

– Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.

Entonces Jesús le dijo:

– Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá. Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo."

Jesús pregunta quién es Él. Le responden con personajes del Antiguo Testamento. Pedro se sitúa ya en el Nuevo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". El haber dado ese paso hacia adelante, hace que Jesús le elogie porque ha escuchado al Padre y le dice que sobre él construirá su iglesia.

El término utilizado en el evangelio es "ecclesia", que se traduce por comunidad. Jesús está refiriéndose a la comunidad de los que van a seguirlo a lo largo de la historia, de todos sus discípulos. Los que hemos transformado esta comunidad en una estructura compleja, hemos sido los hombres, tras Constantino. Los que hemos transformado la Comunidad de Jesús en comunidades encontradas, somos los hombres con nuestro egoísmo y nuestro orgullo, confundiendo Reino de Amor con reino de poder.

Demasiadas veces olvidamos la continuación de este texto. Tras los elogios de Jesús, cuando explica su futuro, su Pasión y muerte, Pedro no lo acepta y es calificado de Satanás. Quién todo lo podía por seguir a Jesús, se ve ahora rechazado por no aceptarlo tal cual es.

El mensaje que hoy nos ha de quedar claro, es:

. Es mediante la oración, escuchando al Padre que podremos saber quién es Jesús para poder seguirlo.

. Para formar parte de su Comunidad, de su Iglesia, hemos de aceptar su vida y seguirlo. No podemos hacer un Jesús a medida.

. Las llaves del Reino, lo que nos permitirá cambiar este mundo, es esa aceptación de Jesús que se entrega por todos los hombres, no el poder y la pompa.

Joan Josep Tamburini

PIENSA EN TUS PECADOS CON DESCONTENTO Y TRISTEZA... Y NUNCA TE JUZGUES SER ALGO POR TUS BUENAS OBRAS.


Hijo, anda delante de Mí en verdad, y búscame siempre con sencillez de corazón.

El que anda en mi presencia en verdad será defendido de los malos encuentros, y la verdad le librará de los engañadores, y de las murmuraciones de los malvados.

Si la verdad te librare, serás verdaderamente libre, y no cuidarás de las palabras vanas de los hombres.

Verdad es, Señor; y así te suplico que lo hagas conmigo.

Enséñeme tu verdad, y ella me guarde y me conserve hasta alcanzar mi salvación.

Ella me libre de toda mala afición y amor desordenado, y andaré contigo en gran libertad de corazón.

Yo te enseñaré, dice la verdad, lo que es recto y agradable delante de Mí.

Piensa en tus pecados con gran descontento y tristeza, y nunca te juzgues ser algo por tus buenas obras.

En verdad eres pecador, sujeto y enredado en muchas pasiones.

Por ti siempre vas a la nada; pronto caes, pronto eres vencido, presto te turbas, y presto desfalleces.

Nada tienes de que puedas alabarte; pero mucho de que humillarte; porque eres más flaco de lo que puedes pensar.

Por eso, no te parezca gran cosa, alguna de cuantas haces.

Nada tengas por grande, nada por precioso y admirable; nada estimes por digno de reputación, nada por alto, nada por verdaderamente de alabar y codiciar sino lo que es eterno.

Agrádate sobre todas las cosas la verdad eterna, y desagrádate siempre sobre todo tu grandísima vileza.

Nada temas, ni desprecies, ni huyas cosa alguna tanto como tus vicios y pecados, los cuales te deben desagradar más que los daños de las cosas.

Algunos no andan sencillamente en mi presencia; sino que, guiados de cierta curiosidad y arrogancia, quieren saber mis secretos, y entender las cosas altas de Dios, no cuidando de sí mismos, ni de su salvación.

Estos muchas veces caen en grandes tentaciones y pecados por su soberbia y curiosidad, porque Yo les soy contrario.

Teme los juicios de Dios; atemorízate de la ira del Omnipotente; no quieras escudriñar las obras del Altísimo; sino examina tus maldades, en cuántas cosas pecaste, y cuántas buenas obras dejaste de hacer por negligencia.

Algunos tienen su devoción solamente en los libros, otros en las imágenes; y otros en señales y figuras exteriores.

Algunos me traen en la boca; pero pocos en el corazón.

Hay otros, que alumbrados en el entendimiento y purgados en el afecto, suspiran siempre por las cosas eternas, oyen con pena las terrenas, y con dolor sirven a las necesidades de la naturaleza; y éstos sienten lo que habla en ellos el espíritu de verdad.

Porque les enseña a despreciar lo terrestre y amar lo celestial, aborrecer el mundo y desear el cielo de día y de noche.

LA PRUEBA DEL VERDADERO AMOR.

Hijo, no eres aun fuerte y prudente.

¿Por qué, Señor?

Porque por una contradicción pequeña, faltas en lo comenzado, y buscas la consolación ansiosamente.

La constante alma está fuerte en las tentaciones, y no cree a las persuasiones engañosas del enemigo.

Como Yo le agrado en las prosperidades, así no le descontento en las adversidades.

LA discreta ALMA no considera tanto el don del amante, cuando el amor del que da.

Antes mira a la voluntad que a la merced; y todas las dádivas estima menos que el amado.

El ALMA noble no descansa en el don, sino en Mí sobre todo don.

Por eso, si algunas veces no gustas de Mí o de mis Santos tan bien como deseas: no está todo perdido.

Aquel tierno y dulce afecto que sientes algunas veces, obra es de la presencia de la gracia, y gusto anticipado de la patria celestial, sobre lo cual no se debe estribar mucho, porque va y viene.

Pero pelear contra las perturbaciones incidentes del ánimo, u menospreciar la sugestión del diablo, señal es de virtud y de gran merecimiento.

No te turben, pues, las imaginaciones extrañas de diversas materias que te ocurrieren.

Guarda tu firme propósito y la intención recta para con Dios.

Ni tengas a engaño que de repente te arrebaten alguna vez a lo alto, y luego te torne a las pequeñeces acostumbradas del corazón.

Porque más las sufres contra tu voluntad que las causas; y mientras te dan pena y las contradices, mérito es y no pérdida.

Persuádete que el enemigo antiguo de todos modos se esfuerza para impedir tu deseo en el bien, y apartarte de todo ejercicio devoto, como es honrar a los Santos, la piadosa memoria de mi pasión, la útil contrición de los pecados, la guarda del propio corazón, el firme propósito de aprovechar en la virtud.

Te trae muchos pensamientos malos para disgustarte y atemorizarte, para desviarte de la oración y de la lección sagrada.

Desagrádale mucho la humilde confesión; y si pudiese, haría que dejases de comulgar.

No le creas, ni hagas caso de él; aunque muchas veces te arme lazos para seducirte.

Cuando te trajere pensamientos malos y torpes, atribúyelos a él, y dile: Vete de aquí, espíritu inmundo; avergüénzate, desventurado; muy sucio eres, pues me traes tales cosas a la imaginación.

Apártate de mí, malvado engañador; no tendrás parte ninguna en mí; mas Jesús estará conmigo como invencible capitán, y tú estarás confundido.

Más quiero morir y sufrir cualquier pena que condescender contigo.

Calla y enmudece, no te oiré ya aunque más me importunes. El Señor es mi luz y mi salud. ¿A quién temeré?

Aunque se ponga contra mí un ejército, no temerá mi corazón. El Señor es mi ayuda y mi Redentor.

Pelea como buen soldado; y si alguna vez cayeres por flaqueza de corazón, procura cobrar mayores fuerzas que las primeras, confiando de mayor favor mío, y guárdate mucho del vano contentamiento y de la soberbia.

Por eso muchos están engañados, y caen algunas veces en ceguedad casi incurable.

Sírvete de aviso y de perpetua humildad la caída de los soberbios, que locamente presumen de sí.

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Publicado por Wilson f.