domingo, 18 de noviembre de 2012

«LA ASISTENCIA Y LA SANACIÓN SON COMO LA BASE DEL CRISTIANISMO»



Cecilio Eseverri, experto en enfermería.

«El cristianismo, desde los apóstoles y los diáconos, es una doctrina de cuidados y curaciones impresionante»

Son pocos hasta ahora los profesionales de Enfermería que han analizado esta actividad desde la Filosofía y la Historia. ¿En qué consiste el concepto “cuidar” como actividad humana y sanitaria y como profesión? ¿Cuáles son sus elementos empírico-filosóficos? ¿Cuál es el aporte de San Juan de Dios a la Enfermería de nuestros días? ¿Qué significa el concepto de “alta gestión enfermera?”. Éstas son algunas de las preguntas que responde de manera muy bien documentada el libro "Enfermería: Filosofía, historia y gestión" que acaba de publicar Ediciones De Buena Tinta.

El autor de este didáctico ensayo es Cecilio Eseverri Chaverri, un hermano hospitalario hijo de San Juan de Dios con una vasta cultura y larga experiencia en la práctica, docencia y alta gestoría en el mundo enfermero en España e Iberoamérica, trayectoria reconocida con premios como los de Investigación del Colegio Oficial de Enfermería de Palencia y el de Barcelona. Prolífico escritor -lleva ya publicados 25 libros sobre Enfermería- se ha hecho un tiempo para responder a las preguntas de Religión en Libertad.

- En su libro Ud. asegura que la profesión enfermera es “clave en el amplio campo de la salud” y que no reconocerlo resultaría “calamitoso” para el bienestar de la sociedad y los individuos. ¿Por qué?

- Porque, cuando una persona no se encuentra bien, requiere que la cuiden. Cuidar suele preceder a la curación y, también, sigue a la curación. Luego "cuidar" es, en parte, curar. Participa con sus cuidados en la curación. Cuidar es algo, mucho, acudir en ayuda de los seres humanos en estado de debilidad, de necesidad. Hoy, la Enfermería y los profesionales cuidadores tienen un alto reconocimiento universitario, hasta tal punto que alcanza reconocimiento de grado y de doctorado.

- En Enfermería es fundamental un concepto que Ud. desarrolla ampliamente en su obra: “Cuidar”. ¿En qué consiste y por qué es tan importante? ¿Se podría decir que aquí está la gran diferencia entre el cuidado enfermero que brinda la Iglesia y el que ofrece cualquier otra prestadora de servicios sanitarios?

- Es importante porque, como se insinúa anteriormente, el profesional-enfermero-cuidador participa, colabora y se le reconoce por lo que hace en el mundo de la salud, con rango de facultativo. Hoy, en el campo sanitario, contiene un alto significado la ergonomía, y, en este nivel, todos los profesionales de la salud participan en la curación. Los cuidados sanitarios son o deben resultar positivos y gratificante. La aportación cristiana de prestación de cuidados debería distinguirse, sólo, en su significado trascendente. Unos matices muy significativos.

- Hagamos un poco de historia: ¿Cuál ha sido el papel desempeñado por la Iglesia católica, especialmente por las órdenes hospitalarias, en el campo de la salud en la historia de España y en Iberoamérica?

- Por lógica, en un principio, por la noche de los tiempos, los cuidados enfermeros o a los enfermos, fueron convencionales. Luego, ya en la Biblia, encontramos muy ricos datos de cuidados a los enfermos. En la cultura griega hallamos muy ricos datos de atención al enfermo, al huésped y transeúnte. Cuando llegamos a los Evangelios nos topamos con una doctrina asistencial y de cuidados extraordinaria. De san Lucas, de entre la gran información sanitaria que nos aporta, sólo citaremos un caso, el capítulo 4, versículos 38-44: sobre la curación de la suegra de Simón. Ya el cristianismo, desde los apóstoles y los diáconos es o resulta una doctrina asistencial, de cuidados y curaciones impresionantes. La asistencia y la sanación son como la base del cristianismo. En la Iglesia, el aspecto y sentido asistencial y de sanación es, siempre, una constante. En España encontramos una riquísima documentación a este respecto que, después, pasó a las Américas y resto de continentes.

- Ahora hablemos de la actualidad y hagamos un poco de números: ¿Cuántos centros de salud son gestionados actualmente por la Iglesia en España? ¿Cuántas personas de Iglesia están dedicadas a las labores sanitarias en el país? ¿Cómo ayuda la Iglesia católica al Estado en estos tiempos de serias dificultades económicas y financieras en la salud pública española?

- En España creo que resulta muy difícil precisar el número de centros asistenciales atendidos por la Iglesia. Pero en conjunto podemos afirmar que es la cadena más larga y cuidada de cuantos se preocupan por el asunto de atenciones y cuidados de la salud. ¡Porque hay muchísimos centros o lugares donde se trabaja en esta línea y que, calladamente, colaboran a favor de las personas! Los individuos motivados por estas atenciones asistenciales, aún es más difícil precisar los números. Unos son los que abiertamente se confiesan prestadores-cuidadores-cristianos, pero la mayor parte sólo lo mantienen en sus corazones e intenciones: son los casos del gran número de voluntarios, asociaciones benéficas, etc.

Los atendidos en nombre de la Iglesia son muchísimos. En todas las ciudades e incluso en las más pequeñas aldeas siempre se encuentra alguien que ayuda teniendo a Dios presente. Por ejemplo las parroquias y su oficina de Cáritas. La inversión de la Iglesia en cuestiones de salud y cuidados es mucho mayor de lo que el Estado ayuda a las iglesias. ¡Porque los cristianos en forma de limosnas o declaraciones al Estado a estos fines, podemos declararlo infinito! Sólo tres ejemplos: en Madrid, los centros de Cáritas, de las Hermanas de la Caridad y los dos albergues de san Juan de Dios atienden a muchísimos clientes necesitados todos los días y año tras año. Pero Madrid dispone de muchísimos lugares de atención además de los apuntados, como cofradías y otros de manera más anónima, silenciosa, pero muy beneficiosas que no se anuncian tan ostensiblemente.

- ¿El concepto de “alta gestión” en el campo de la salud es el mismo para la Iglesia que para una institución cualquiera? ¿Qué significan en ambos casos y cuáles son sus diferencias?

- La “alta gestión” en el campo de la salud es igual, debería ser igual, para la Iglesia como para toda sociedad. No deberían darse diferencias. Porque el control de la “alta gestión” está relacionado con la obra bien hecha. Y esto es estética, ética, moral, humanismo. La Iglesia, las órdenes religiosas han sido pioneras en el arte-ciencia de la gestión. Hoy, hasta las universidades más avanzadas, por ejemplo en EEUU, parten en sus metodologías de gestión de la Regla Monástica de san Benito, como lo demostramos en el libro.

- ¿Cuál es el aporte de San Juan de Dios al mundo hospitalario y enfermero de hoy? ¿Nos habla de la Teoría de los cuidados asistenciales de Enfermería al estilo de su fundador?

- San Juan de Dios no fue el primero en el arte-ciencia de atender y organizar hospitales. Ya tenemos el ejemplo de san Basilio y su hermana santa Macrina en Cesárea de Capadocia. También aporta a este respecto buena doctrina el concilio de Nicea, año 325. A san Juan de Dios se le debe, en cierta manera, el resurgir de la hospitalidad en el renacimiento europeo, especialmente italiano y español. Conjuntamente con las teorías, ignoramos si se apoyó en ellas, de Juan Luis Vives y, más cercano aún, el Maestro de Juan de Dios san Juan de Ávila. San Juan de Dios fundó una escuela de enfermería con estilo muy propio suyo, como lo demostramos en la segunda parte de nuestro libro y cuyo texto recientemente la Universidad de León, España, lo ha respaldado valorándolo con un 9,5 sobre 10. Hoy esta escuela de san Juan de Dios está presente en todos los continentes y en muchísimos países, incluida China continental.

Enrique Rivera / ReL

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