lunes, 8 de octubre de 2012

EL ESCRITOR-TEÓLOGO O LA CAPACIDAD DE SEMBRAR VIDA EN LAS ALMAS


Ya he dicho muchas veces que el oficio de escritor, es uno de los más maravillosos que existen en el mundo. Si el escritor es un teólogo, entonces el oficio se ennoblece. Ésta es una carta que he recibido. Cartas como éstas animan a seguir dedicándome a mi trabajo. Transcribo la carta de un lector:

He comenzado a leer su libro el Dios Misterioso, y me he encontrado lleno de emoción a un niño hablando con tanta convicción, respeto y amor de su Papá y de las cosas de su Papá, como no emocionarse hasta las lágrimas si el que escribió esas líneas es ya un hombre!!

Y solo le puedo decir que yo soy uno de aquellos que Ud. nombra que muchas veces no quiere obedecer porque prefiere obedecer a Dios, justificando así mi orgullo e ignorancia, ahora entiendo mi error y mi soberbia, hace mucho tiempo me he preguntado cómo vivir sabiendo que existen los carismas y no anhelarlos, y como anhelarlos y no caer en soberbia, y Ud. trae una respuesta tan sencilla y tan profunda.

Todos estamos llamados a gozar de una plena unión con Dios ya en este mundo. ¡¡Ésa era la respuesta que tanto buscaba!! La respuesta es una y la misma desde el principio: buscar a Dios. Es tan sencillo, pero mi soberbia me cegaba. (Fin de la carta que he recibido.)

PUBLICADO POR PADRE FORTEA

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