viernes, 30 de mayo de 2008

SOLEMNIDAD - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


30 de mayo

“…El costado traspasado del Redentor es la fuente a la que debemos acudir para alcanzar el verdadero conocimiento de Jesucristo y experimentar más a fondo su amor... Así podremos comprender mejor lo que significa conocer en Jesucristo el amor de Dios, experimentarlo teniendo puesta nuestra mirada en él, hasta vivir completamente de la experiencia de su amor, para poderlo testimoniar después a los demás…”
Carta de Benedicto XVI

Con motivo del 50° aniversario de la Encíclica Haurietis Aquas.

Celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, fuente de donde emana el amor inmenso que llevó a Jesucristo a realizar la obra salvadora de todos los hombres, entregando todo por nosotros. Contemplamos el corazón abierto de nuestro Señor abierto a la misericordia, al perdón y a la comprensión, naciendo aquí un manantial de ternura…Una fiesta que recapitula toda nuestra fe como cristianos…
La experiencia nos muestra que a algunos de nosotros nos cuesta vivir la devoción del Sagrado Corazón de Jesús. Las razones se muestran diversas desde la cursilería de algunos discursos, la imperfección de algunas imágenes, o del hecho de considerar imposible relacionar el amor con el corazón como órgano.
Lo cierto es que a muchos nos ha bastado acercarnos a Jesús con el fin de que su corazón se enternezca frente a nuestras tribulaciones, angustias, tristezas y demás dolores del alma y lo más evidente y extraordinario es que cada vez que nos acercamos a Él, es nuestro corazón el que se enternece, se hace más sensible, más tierno a las tribulaciones, angustias, tristezas y demás dolores del alma de los demás, así como a sus alegrías, logros y esperanzas…¡Esa es la riqueza de esta devoción, dogma, verdad bíblica. En pocas palabras, a nuestro corazón le responde El sumo corazón… a la confianza, le responde el que es confianza total… a nuestra esperanza, le responde el que es la Esperanza, a nuestro poco amor, le responde el Amor pleno e infinito.
Por otro lado, el culto al Sagrado Corazón de Jesús recapitula toda la fe cristiana. Con el corazón de carne de Jesús, nos ponemos en presencia de la Encarnación. El Amor que es Dios, no permanece alejado, inaccesible: toma forma humana. Más aún, este amor se demuestra cuando nuestro Señor se entrega por nosotros, por nuestra salvación. Un corazón abierto de Dios que entrega a su hijo, un corazón traspasado de su Hijo que se entrega en la Cruz por nuestra redención.
Y no nos dejemos intimidar con aquello de que Jesús al invitarnos a entrar en su Corazón, nos advierte que su carga es ligera... A fin de cuentas, toda carga se convierte en el lugar del Amor, amor de Dios para nosotros, amor de nuestra parte por Dios a través de los demás. Conocer al Padre, es reconocer, contemplando a Jesucristo, que el es Amor. Y todo ello se recapitula en esta tierna festividad del Sagrado Corazón de Jesús.
Vivir esta fiesta hace experimentar aquello que compartiese con nosotros un comunicador jesuita: Cuando te sientas incomprendido o cansado. Cuando todo te haga dudar. En esos momentos en que una capa de rutina, de apatía, de silencio vacío parece teñirlo todo. Cuando creas que nadie puede entenderte, que la soledad es tu condena. Cuando los problemas parezcan desbordar otras consideraciones, tus gentes parezcan menos tuyas y tu vida se haga más pesada... Recuerda entonces que hay un Dios, un creador que es a la vez padre y madre, amigo y amante, con abrazo humano pero al tiempo más allá de todo tiempo y lugar, un Dios que cuando te mira se admira por lo que ve, y sonríe…”
En esta ocasión y de la mano de María Santísima, pidamos a nuestro Señor que nos de la sabiduría de quien sabe que Tú llenas un corazón si se deja, la sabiduría de quien ha experimentado que dar se conjuga mejor que exigir, que amar es el camino, la sabiduría de quien te percibe no como un icono, sino como un Dios vivo que, en mi oído, susurra palabras de evangelio. La sabiduría de quien siente que Tú llenas de pasión una vida.

Me acuso de quererte. Perdóname este amor, amor.Amor es lo que mata y resucita a uno.Sé mucho, estoy de vuelta, he decidido seguir en la batalla, mi arma es el amor,
tú mi enemigo.Nos han dejado solos frente a labio, frente a frente: tú dependes de mí,
yo de tus armas ¡tíralas! aligera hacia mí, abre los brazos,acércate sin miedo, te lo juro que no quiero dejarte malherido.Dame un abrazo. No dejes de abrazarme hasta que nunca...mi arma es el amor y quiero clavármela en el pecho al abrazarnos
.”

"Reconciliación" Gloria Fuertes Poeta española

Compartamos una reflexión alrededor del Sagrado Corazón de Jesús.
El corazón - símbolo profundamente humano, bíblico y espiritual.

Sin ser antropólogo, me atrevo a decir que el corazón, en tanto que imagen, habla a muchas personas provenientes de distintas culturas. Y en la historia de la humanidad, el corazón ha tenido múltiples significados. Sin realizar un estudio exhaustivo, podríamos decir que para muchas culturas en cualquier momento histórico, ha sido una imagen, una palabra llena de sentido.
Si dentro de nuestra cultura, pensamos en el corazón como un símbolo “romántico” que evoca el amor en un sentido sentimental, la imagen del corazón dentro de la Biblia es de un significado mucho más rico. El corazón es el centro de la persona. Es el lugar donde se toman las decisiones más importantes. Es el lugar donde nos comprometemos definitivamente. El amor simbolizado por el corazón sobrepasa el sentimiento. Es un amor que se compromete, capaz de sacrificarse. En la Biblia, el corazón es a menudo análogo a la conciencia.
La espiritualidad del Corazón de Jesús tiene una larga historia. A veces se piensa que comenzó con las revelaciones del Señor a Santa Margarita María Alacoque a finales del siglo XVII. Sin embargo, las revelaciones a Santa Margarita han servido fundamentalmente a expandir en la iglesia entera una espiritualidad que se desarrolla desde las primeras generaciones de la Iglesia.
Durante el periodo patrístico de los Padres y la meditación de los ascetas se tomaba ya como tema las imágenes bíblicas como el discípulo bien amado quese apoyaba en el Corazón de Jesús durante la última Cena o el Costado traspasado de Jesús sobre la Cruz. Las siguientes generaciones siguieron esta meditación. Del costado traspasado llegaron al corazón abierto, abierto para que nosotros, los bien amados pudiésemos entrar.
Y aquella historia continúa. Es interesante observar la cantidad de nuevas comunidades y movimientos religiosos que toman el Corazón de Jesús y a menudo también el Corazón de María como elemento central de su espiritualidad.
La base de nuestra fe cristiana, católica no es una teoría, una ideología, una teología o una espiritualidad. El fundamento te nuestra fe, es una persona, una persona humana y divina. Nuestro Dios se ha hecho carne.

Nuestro Dios tiene una historia y su historia es historia de nuestra salud. Nuestro Dios tiene una Madre y tiene un Corazón. El corazón humano de Jesús, el centro de su persona, arde en un Amor que es a su vez Humano y Divino.
En el Evangelio de Juan en la última cena, Jesús nos extiende una invitación diciendoAsí como el Padre me ha amado, yo también os he amado El Padre y Jesús se aman eternamente, infinitamente. Su Amor es un amor sin límites y sin condiciones. Con un Amor tal, Jesús nos ama. No conocemos más que amores limitados, aún el amor humano más profundo tarde o temprano se topa con condiciones y obstáculos.
Recibir su amor y vivir su amor no es simple o fácil. Algunas veces cuando se habla del amor infinito de Jesús, se piensa que Jesús nos amará y que nuestras acciones y nuestras decisiones no tienen importancia alguna. Jesús nos ama a pesar de todo el mal que hagamos, a pesar de los pecados más graves. Sin embargo, al mismo tiempo Jesús nos invita diciendo Permaneced en mi Amor Y nos indica el criterio de permanencia… Si son fieles a mis mandamientos…” Y hasta nos dice en que consiste este mandamiento: Ámense unos a otros como yo os he amado La nueva ley de Jesús, la ley del Amor.
Abrir nuestros corazones al Amor de Jesús es una conversión continua que dura toda nuestra vida….”
Fuente: P. Richard McNally, sscc - Le Sacré Coeur de Jésus.

martes, 27 de mayo de 2008

EL CIELO Y LA AMISTAD


Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un enorme árbol cayó un rayo y los tres murieron fulminados.

Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos andan un cierto tiempo, antes de ser conscientes y lograr aceptar su nueva condición…)

La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudorosos y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
· “Buenos días
· Buenos días - respondió el guardián.
· “¿Cómo se llama este lugar tan bonito?”
· Esto es el cielo
· “¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!”
· Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera - y el guardián señaló la fuente.
· Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…”
· Lo siento mucho - dijo el guardián - pero aquí no se permite la entrada a los animales

El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
· Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
· Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
· Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre, indicando el lugar. Podéis beber toda el agua como queráis

El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre.
· Podéis volver siempre que queráis – le respondió éste.
· A propósito ¿cómo se llama este lugar?” – preguntó el hombre.
· CIELO - respondió.
· “¿El Cielo? ¡Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!”
· Aquello no era el Cielo. Era el Infierno” - contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
· “¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones!” – advirtió el caminante.
· “¡De ninguna manera! – increpó el hombre - en realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…”
Paulo Coelho.

MADRE… UNA SOLA

Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.

La naturaleza la ha dotado a mansalva del instinto maternal con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, seria arrojarla a la basura. Pero gracias al instinto maternal la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche. Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada… Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar. Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas. Es llorar cuando ve a los niños contentos, y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, medico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno. Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir, queson cosas de la edad cuando la mandan a la punta del cerro.
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: el Día de la Madre. El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.

Isabel Allende

ASÍ ES ELLA


Nada más paradójico que ser mujer…

· Que piensa con el corazón, actúa por la emoción y vence por el amor.
· Que experimenta miles de emociones en un solo día, y transmite cada una de ellas con una sola mirada.
· Que anda buscando la perfección y vive tratando de buscar disculpas para los errores de aquellos a quienes ama.
· Que hospeda en el vientre otras almas, los ofrece al mundo y después queda ciega, ante la belleza de los hijos que engendró.
· Que da las alas y enseña a volar, pero no quiere verlos partir, aún sabiendo que no son su propiedad.
· Que se arregla y perfuma la cama, aunque su amor no perciba más esos detalles.
· Que como alquimista transforma en luz y sonrisas los dolores que siente en el alma… solo para que nadie lo note, y aún tiene fuerzas para dar consuelo a quien se acerca a llorar sobre su hombro.

¡Felices aquellos que tan solo por un día sepan entender el alma de la mujer!

EL CANASTO DE CARBÓN


Se cuenta la historia de un anciano que vivía en una granja en las montañas de Kentucky oriental con su joven nieto.
Cada mañana, el abuelo se sentaba temprano en la mesa de la cocina para leer su vieja y estropeada Biblia. Su nieto que quería ser como él, intentó imitarlo cuanto era posible.

Un día el nieto preguntó:
· Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta pero no la entiendo, y lo que logro entender se me olvida cuando cierro el libro. ¿Qué hay de bueno en leer la Biblia?”
El abuelo silenciosamente dejo de echar carbón en la estufa y dijo:
· Baja el canasto del carbón, y ve al río, y tráeme un canasto lleno de agua

El muchacho hizo tal y como su abuelo le dijo, aunque toda el agua se salió del canasto antes de que él pudiera volver a la casa.
El abuelo se rió y dijo:
· Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió nuevamente al río con el canasto a intentar traer agua en él.

Esta vez, el muchacho corrió más rápidamente, pero el canasto estaba de nuevo vacío antes de llegar a la casa.
· Ya sin respiración, le dijo a su abuelo que eraimposible llevar agua en un canasto y fue a conseguir un balde.
El anciano lo detuvo diciendo:
· Yo no quiere un balde con agua, quiero un canasto con agua. Tú puedes hacerlo”.

A estas alturas, el muchacho sabía que la tarea era imposible, pero quería mostrar a su abuelo que aún cuando corriese más rápido, el agua se saldría antes que llegase a la casa.

El muchacho sacó el agua y corrió tanto como pudo, pero cuando llegó donde su abuelo el canasto estaba de nuevo vacío.
· Exhausto, el muchacho dijo abuelo es inútil”.
· “¿Por qué piensas que es inútil? - contesto el abuelo - mira dentro del canasto

Viendo su interior comprendió por primera vez que el canasto tenía algo diferente. En lugar de un fondo sucio por el carbón, este lucía limpio.
ESA ES LA OBRA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS.
ÉL NOS CAMBIA DESDE DENTRO LENTAMENTE HASTA TRANSFORMARNOS EN SU HIJO

domingo, 25 de mayo de 2008

PREDICADOR DEL PAPA: "LOS DOS CUERPOS DE CRISTO"


Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del próximo domingo.
ROMA, viernes, 23 mayo 2008 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. -- predicador de la Casa Pontificia -- a la liturgia de la Palabra de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Deuteronomio 8,2-3.14b-16a; 1 Corintios 10, 16-17; Juan 6, 51-59

LOS DOS CUERPOS DE CRISTO

En la segunda lectura san Pablo nos presenta la Eucaristía como misterio de comunión: "El cáliz que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?".
Comunión significa intercambio, compartir. La regla fundamental de compartir es ésta: lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío. Probemos a aplicar esta regla a la comunión eucarística y nos daremos cuenta de la "enormidad" del tema.
¿"Qué tengo yo específicamente 'mío'"? La miseria, el pecado: esto es exclusivamente mío. ¿Y qué tiene "suyo" Jesús que no sea santidad, perfección de todas las virtudes? Entonces la comunión consiste en el hecho de que yo doy a Jesús mi pecado y mi pobreza, y Él me da su santidad. Se realiza el "maravilloso intercambio", como lo define la liturgia.
Conocemos diversos tipos de comunión. Una comunión bastante íntima es la que se produce entre nosotros y el alimento que comemos, pues éste se hace carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre. He oído a madres decir a su niño, estrechándole hacia su pecho y besándole: Te quiero tanto que te comería!".
Es verdad que la comida no es una persona viva e inteligente con la que podemos intercambiar pensamientos y afectos, pero supongamos por un momento que lo fuera. ¿Acaso no se tendría la perfecta comunión? Pues es lo que precisamente sucede en la comunión eucarística. Jesús, en el pasaje evangélico, dice: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo... Mi carne es verdadera comida... El que come mi carne tiene vida eterna". Aquí el alimento no es una simple cosa, sino una persona viva. Se tiene la más íntima, si bien la más misteriosa, de las comuniones.
Observemos qué sucede en la naturaleza, en el ámbito de la nutrición. Es el principio vital más fuerte el que asimila al menos fuerte. Es el vegetal el que asimila al mineral; es el animal el que asimila al vegetal. También en las relaciones entre el hombre y Cristo se verifica esta ley. Es Cristo quien nos asimila; nosotros nos transformamos en Él, no Él en nosotros. Un famoso materialista ateo dijo: "El hombre es lo que come". Sin saberlo dio una definición óptima de la Eucaristía, gracias a la cual el hombre se convierte verdaderamente en lo que come, esto es, ¡en el cuerpo de Cristo!
Leamos cómo prosigue el texto inicial de san Pablo: "Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan". Está claro que en este segundo caso la palabra "cuerpo" no indica ya el cuerpo de Cristo nacido de María, sino que nos indica a "todos nosotros", indica aquel cuerpo de Cristo más amplio, que es la Iglesia. Esto significa que la comunión eucarística es siempre también comunión entre nosotros. Comiendo todos del único alimento, formamos un solo cuerpo.
¿Cuál es la consecuencia? Que no podemos tener verdadera comunión con Cristo si estamos divididos entre nosotros, nos odiamos, no estamos dispuestos a reconciliarnos. Si has ofendido a tu hermano, decía san Agustín, si has cometido una injusticia contra él, y después vas a recibir la comunión como si nada hubiera pasado, tal vez lleno de fervor ante Cristo, te pareces a quien ve llegar a un amigo al que no ve desde hace mucho tiempo. Corre a su encuentro, le echa los brazos al cuello y se pone de puntillas para besarle en la frente. Pero al hacer esto no se percata de que le está pisando los pies con su calzado embarrado. Los hermanos, en efecto, especialmente los más pobres y desvalidos, son los miembros de Cristo, son sus pies posados aún en la tierra. Al darnos la sagrada forma, el sacerdote dice: "El cuerpo de Cristo", y respondemos: Amén!". Ahora sabemos a quién decimos "Amen", o sea, sí, te acojo: no sólo a Jesús, el Hijo de Dios, sino también al prójimo.
En la fiesta del "Corpus Domini" no puedo ocultar un pesar. Hay formas de enfermedad mental que impiden reconocer a las personas cercanas. Es cuando hay quien grita durante horas: "¿dónde está mi hijo? ¿dónde está mi esposa? ¿qué fue de ellos?", y tal vez el hijo o la esposa están ahí, le toman de la mano y le repiten: "Estoy aquí, ¿no me ves? ¡Estoy contigo!". Así le ocurre también a Dios. Los hombres, nuestros contemporáneos, buscan a Dios en el cosmos o en el átomo; discuten si hubo o no un creador en el inicio del mundo. Seguimos preguntando: "¿Dónde está Dios?", y no nos percatamos de que está con nosotros y se ha hecho comida y bebida para estar aún más íntimamente unido a nosotros. Juan el Bautista debería repetir tristemente: "En medio de vosotros hay uno a quien no conocéis". La solemnidad del "Corpus Domini" nació precisamente para ayudar a los cristianos a tomar conciencia de esta presencia de Cristo entre nosotros, para mantener despierto lo que Juan Pablo II llamaba "estupor eucarístico".

lunes, 19 de mayo de 2008

¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS CREEN EN LA TRINIDAD?


La Trinidad, escuela de relación.

¿Por qué los cristianos creen en la Trinidad? ¿No es ya bastante difícil creer que existe Dios como para añadirnos el enigma de que es «uno y trino»? A diario aparece quien no estaría a disgusto con dejar aparte la Trinidad, también para poder así dialogar mejor con judíos y musulmanes que profesan la fe en un Dios rígidamente único.
La respuesta es que los cristianos creen que Dios es trino ¡porque creen que Dios es amor! Si Dios es amor debe amar a alguien. No existe un amor al vacío, sin dirigirlo a nadie. Nos interrogamos: ¿a quién ama Dios para ser definido amor? Una primera respuesta podría ser: ¡ama a los hombres! Pero los hombres existen desde hace algunos millones de años, no más. Entonces, antes, ¿a quién amaba Dios? No puede haber empezado a ser amor desde cierto momento, porque Dios no puede cambiar. Segunda respuesta: antes de entonces amaba el cosmos, el universo. Pero el universo existe desde hace algunos miles de millones de años. Antes de entonces, ¿a quién amaba Dios para poderse definir amor? No podemos decir: se amaba a sí mismo, porque amarse a uno mismo no es amor, sino egoísmo, o como dicen los psicólogos, narcisismo.
He aquí la respuesta de la revelación cristiana. Dios es amor en sí mismo, antes del tiempo, porque desde siempre tiene en sí mismo un Hijo, el Verbo, a quien ama con amor infinito, que es el Espíritu Santo. En todo amor hay siempre tres realidades o sujetos: uno que ama, uno que es amado y el amor que les une. Allí donde Dios es concebido como poder absoluto, no existe necesidad de más personas, porque el poder puede ejercerlo uno solo; no así si Dios es concebido como amor absoluto.
La teología se ha servido del término naturaleza, o sustancia, para indicar en Dios la unidad, y del término persona para indicar la distinción. Por esto decimos que nuestro Dios es un Dios único en tres personas. La doctrina cristiana de la Trinidad no es un retroceso, un pacto entre monoteísmo y politeísmo. Al contrario: es un paso adelante que sólo el propio Dios podía hacer que lo diera la mente humana.

La contemplación de la Trinidad puede tener un precioso impacto en nuestra vida humana. Es un misterio de relación. Las personas divinas son definidas por la teología «relaciones subsistentes». Significa que las personas divinas no tienen relaciones, sino que son relaciones. Los seres humanos tenemos relaciones - entre padre e hijo, entre esposa y esposo, etcétera -, pero no nos agotamos en esas relaciones; existimos también fuera y sin ellas. No así el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La felicidad y la infelicidad en la tierra dependen en gran medida, lo sabemos, de la calidad de nuestras relaciones. La Trinidad nos revela el secreto para tener relaciones bellas. Lo que hace bella, libre y gratificante una relación es el amor en sus diferentes expresiones. Aquí se ve cuán importante es que se contemple a Dios ante todo como amor, no como poder: el amor dona, el poder domina. Lo que envenena una relación es querer dominar al otro, poseerle, instrumentalizarlo, en vez de acogerle y entregarse.
Debo añadir una observación importante. ¡El Dios cristiano es uno y trino! Ésta es, por lo tanto, asimismo la solemnidad de la unidad de Dios, no sólo de su trinidad. Los cristianos también creemos «en un solo Dios», sólo que la unidad en la que creemos no es una unidad de número, sino de naturaleza. Se parece más a la unidad de la familia que a la del individuo, más a la unidad de la célula que a la del átomo. La primera lectura de la Solemnidad nos presenta al Dios bíblico como «misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad». Éste es el rasgo que reúne más al Dios de la Biblia, al Dios del Islam y al Dios (mejor dicho, la religión) budista, y que se presta más, por ello, a un diálogo y a una colaboración entre las grandes religiones. Cada sura del Corán empieza con la invocación: «En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo». En el budismo, que desconoce la idea de un Dios personal y creador, el fundamento es antropológico y cósmico: el hombre debe ser misericordioso por la solidaridad y la responsabilidad que le liga a todos los vivientes. Las guerras santas del pasado y el terrorismo religioso del presente son una traición, no una apología, de la propia fe. ¿Cómo se puede matar en nombre de un Dios al que se continúa proclamando «el Misericordioso y el Compasivo»? Es la tarea más urgente del diálogo interreligioso que juntos, los creyentes de todas las religiones, deben perseguir por la paz y el bien de la humanidad.

Autor:
Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

TESTIMONIO

Visa para no verte o para que no me veas más.

Cuando mi tercer hijo Claudio Fernando”, a los 18 días de nacido, luego que lo llevé tres veces a la clínica porque lo veía mal (un padre nunca se equivoca) - y me lo regresaban diciendo que estaba bien - recién lo aceptaron los médicos y me dijeron que había contraído un virus – en la misma clínica - y que nada se podía hacer”, que se iba a morir.

Por Gracia de Dios y por lo que había aprendido en el ColegioSan José de los Hermanos Maristas de Huacho (a 150 kilómetros al norte de Lima, la Capital del Perú) de que en caso de peligro de muerte, cualquiera podía bautizar, así seas ateo, protestante o de cualquier religión, siempre en cuando utilices la formula Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, sin necesidad de que sea con agua bendita, a sea con cualquier agua que tenga a la mano, lo hice, y le di la VISA para el cielo. Se fue directamente al cielo, al menos en mi entendimiento de esa época, y desde ahí me cuida. Sé que si Dios quiere lo volveré a ver muy pronto.

Actualmente la Iglesia Católica, a descartado que exista elLIMBO”, (donde se suponían que los niños, que morían sin ser bautizados, se iban hasta el Juicio Final, y ahí, recién se iban al cielo). Ahora se sabe que todos los niños que mueren sin ser bautizados se van al cielo. Gracias a Juan Pablo II, que por obra del Espíritu Santo, decretó eso.

Luego, mi cuarto hijo, Richi, se fue a trabajar a Costa Rica. Mi corazón se partía en mil pedazos cuando lo vi partir…. pero lo superé. Estuvo cerca de tres años por allá, pero ya está nuevamente entre nosotros. Pensé que nunca más nos volveríamos a ver, pero… aquí está, gracias a Dios.

Ahora, a mi segundo hijo, que se llama igual que yo José Miguel”, le acaban de aprobar una VISA de trabajo a USA (Miami), y no sé si me volverá a ver o si yo lo volveré a ver… por mi edad.

En este momento estoy tendido en mi mesa de ejercicios espirituales, con unas pesas de más de 1,000 kilos tratando de levantarlas, y sé que, con mis lágrimas a Dios y a su Santísima Madre las voy a levantar, porque ellos son mi fuerza. Sólo les pido a ellos que se encarguen de él, que lo protejan y que lo ayuden a salir adelante.

Sé que nada es mío, que Dios me lo dio, y Él sabrá por qué se lo lleva de mi lado. Sólo sé que Él y María Santísima me lo cuidarán.

Les cuento todo esto para que sepan que, hasta los que estamos cerca del Señor tenemos que sufrir de alguna forma u otra, y quizá más que otros para nuestro perfeccionamiento en el Señor… son pruebas que Él nos pone para saber si, a pesar de todo, lo seguimos amando. Nada es facil para nuestros pobres sacerdotes, religiosas o laicos comprometidos como yo.

Gracias a todos los de mi grupo de oración – que realmente el grupo es de Dios, porque Él me envió a las personas - que pidieron por la VISA (a mi pedido) -, y porque, con sus oraciones me están fortificando.

¡Hijo… anda con Dios y con María Santísima, aunque no nos veamos muy pronto! ¡Siempre estarás en mis oraciones y en mi corazón!

José Miguel Pajares Clausen

EL AVISO OPORTUNO


Por el año 1604, había en una ciudad de Flandes, dos estudiantes, los cuales, en vez de dedicarse a las Letras, sólo se ocupaban en divertirse malamente, borracheras y deshonestidades.

Una noche de esas, habiendo ido juntos a pecar a casa de una mala mujer, uno de ellos llamado Ricardo, se retiró a su casa luego de estar un rato en ese lugar, y el otro se quedó allí.

Mientras se desnudaba Ricardo para acostarse, se acordó que aquel día no había rezado como de costumbre ciertas Ave Marías a la Santísima Virgen.

Vencido por el sueño le costaba rezar, sin embargo hizo un esfuerzo y lo hizo aunque sin devoción y medio dormido. Echándose luego a dormir, y hallándose en el primer sueño, oyó llamar fuertemente a la puerta, y luego sin llegar a abrirla, vio entrar a su compañero horriblemente feo en extremo.
§ “¿Quién eres?” – le dijo.
§ “¿No me conoces?” – respondió el otro.
§ “Sí, pero… ¿Cómo es que estás tan distinto?, pareces un demonio
§ “¡Desdichado de mí! – exclamó aquel infeliz – estoy condenado. ¡Ya vez! Entérate, que al salir de aquella infame casa, vino un demonio y me ahogó. Mi cuerpo quedo en medio de la calle, y mi alma está en el infierno. Debes saber también, que a ti te aguarda el mismo castigo; pero la bienaventurada Virgen María, por aquel corto obsequio de las Ave Marías, te ha librado de él. ¡Dichoso tú si sabes aprovechar este aviso que por mí te envía la Madre de Dios!
Dicho esto, levantó la capa el condenado, y le hizo ver las llamas y las culebras que le atormentaban, y desapareció.

Entonces prorrumpiendo el joven en amargo llanto, se postró en tierra dando gracias a su libertadora María. Y mientras iba pensando en cambiar de vida, he aquí que oye tocar las campanas llamando a la oración en el Convento de San Francisco. Entonces dijo:
§ “Aquí me llama Dios para hacer penitencia

Al punto se dirigió allí para rogar a aquellos Padres que le admitiesen. Ellos se resistían por saber la mala vida que llevaba; más él les refirió el suceso llorando amargamente; y habiendo ido los Padres a aquella calle, hallaron efectivamente el cadáver del compañero, ahogado y negro como un carbón; entonces recibieron a Ricardo quien se distinguió por su vida ejemplar.

Fue después a Las Indias a predicar la fe; de allí pasó al Japón, donde finalmente tuvo la suerte y la gracia de morir mártir por Jesucristo, siendo quemado vivo.

Fuente: Glorias de María
San Alfonso María de Ligorio

LA PASTORCITA Y MARÍA


Refiere el p. Auremia que una pobre pastorcita que cuidaba ganado, amaba tanto a María, que cifraba todas sus delicias en ir a una capilla de Nuestra Señora situada en el monte, y retirarse allí mientras las ovejas estaban paciendo, para hablar y honrar a su amada madre.

Viendo la niña que aquella imagen de María, (estatua) estaba sin adorno alguno, decidió hacerle un manto con el humilde trabajo de sus manos. Habiendo recogido un día algunas flores del campo, formó una guirnalda, y subiendo después sobre el altar de aquella capillita, la puso en la cabeza de la imagen diciendo:
§ “Madre mía, quisiera ponerte sobre la frente una corona de oro y perlas; más porque soy pobre, recibe esta pobre corona de flores y acéptala como una prenda del amor que te tengo

Con estos y otros obsequios procuraba siempre esta devota doncellita servir y honrar a su amada señora. Pero veamos cómo la buena Madre remuneró a su vez las visitas y el afecto de su hija.

Enfermó esta, y llegada la hora de su muerte, sucedió que pasando por aquel lugar dos religiosos, fatigados del camino se echaron a descansar bajo un árbol. Uno de ellos dormía, el otro velaba; pero ambos tuvieron la misma visión. Se les apareció una comitiva de hermosísimas doncellas, entre ellas una que aventajaba a las demás en belleza y majestad. A esta le preguntó uno de los religiosos:
§ “Señora ¿quién eres y a dónde te diriges por estos caminos?
§ “Yo – respondió – soy la Madre de Dios, que con estas santas vírgenes voy a visitar en esta vecina aldea a una pastorcita moribunda, que muchas veces me ha visitado a Mí
Así dijo y desapareció.

Los dos siervos de Dios dijeron entonces:
§ “Vamos a verla también nosotros

Se pusieron en camino, y hallando el lugar donde habitaba la doncella moribunda, entraron en una pequeña choza y la hallaron sobre un poco de paja. La saludaron, y ella les dijo:
§ “Hermanos rueguen a Dios que les haga ver la compañía que me asiste

Al instante se arrodillaron, y vieron a María, que junto a la cabecera de la moribunda, con una corona en la mano la consolaba. Luego aquellas santas vírgenes empezaron a cantar, y al compás de una suave armonía, aquella bendita alma se separó de su cuerpo. María le puso la corona en la cabeza, y recibiéndola en sus brazos, se la llevó consigo al cielo.

Fuente: Las Glorias de MaríaSan Alfonso María de Ligorio

MARÍA… LA REEMPLAZANTE


Cuan piadosa es con los miserables pecadores esta abogada nuestra, lo demostró suficientemente con Beatriz, monja del Monasterio de Fuente Eraldo, como refieren Cesario y el Padre Rhó.

Esta infeliz religiosa, vencida por la pasión de cierto joven, concertó huir con él. Y, efectivamente, cierto día se dirigió la desgraciada a una imagen de María, dejó allí las llaves del monasterio del que era portera, y se marchó.

Al llegar a otro país, y abandonada por su amante, se dio al oficio de ramera (prostituta) y vivió quince años en tan miserable estado… Casualmente, pasando el tiempo, se encontró con el mandadero del monasterio, y creyendo que no la reconocería, le preguntó:
§ “¿Conoces a Sor Beatriz?”
§ “¡Cómo que si la conozco! – respondió él – es una monja santa, y actualmente es maestra de novicias

Al oír estas palabras, quedó confusa y pasmada, sin poder comprender cómo era aquello. Por lo cual, para certificar si era verdad, se disfrazó y se dirigió al monasterio. Allí pide hablar con Sor Beatriz, y he aquí que se le aparece la Santísima Virgen en la forma de aquella misma imagen, a la que, cuando partió del monasterio, había entregado las llaves y el hábito.
Y la Divina Madre le habó así:
§ “Beatriz, quiero que sepas que Yo, para impedir tu deshonra, he tomado tu semblante y he desempeñado en tu lugar tus funciones por espacio de quince años que has vivido apartada del monasterio y de Dios. Hija, vuelve, has penitencia, que mi Hijo aun te espera, y procura con la buena vida conservar el buen nombre que yo te he adquirido
Así dijo, y desapareció.

Entonces Beatriz volvió a entrar en el monasterio, tomó otra vez el hábito de religiosa, y agradecida a tan grande misericordia de María, vivió como una santa, y después en la hora de su muerte, publicó el suceso para la gloria de tan grande Reina.
Fuente: Las Glorias de María
San Alfonso María de Ligorio

domingo, 11 de mayo de 2008

LA CONFESIÓN DE UNA CABEZA


Refiere el Padre Eusebio Nieremberg, que en la ciudad de Zaragoza, había una doncella llamada Alejandra, la cual, siendo noble y hermosa, era amada especialmente por dos jóvenes.

Estos, cierto día movidos de celos por Alejandra, riñeron y ambos quedaron muertos. Indignados sus parientes, mataron a la pobre Alejandra por ser la causa de tanto daño, y cortándole la cabeza la arrojaron a un pozo.

Pocos días después, pasa por aquel lugar Santo Domingo, e inspirado por el Señor, se asomó al pozo y dijo:
§ “Alejandra, sal fuera

He aquí que sale la cabeza de la difunta, y colocándose sobre el borde del pozo, pide a Santo Domingo que la confiese. La confesó el santo, y después le dio la Comunión en presencia de casi todo el pueblo que había concurrido allí para ver la maravilla.

Luego, Santo Domingo le mandó que dijese por qué había recibido aquella gracia, y Alejandra respondió que, cuando le cortaron la cabeza estaba en pecado mortal, pero María Santísima, por la devoción del Rosario que ella rezaba diariamente, le había conservado la vida.

Dos días permaneció viva la cabeza sobre el pozo a vista de todos, y después el alma se fue al Purgatorio; más al cabo de quince días se apareció a Santo Domingo hermosa y resplandeciente como una estrella, y le dijo que uno de las principales ayudas que reciben las Almas del Purgatorio en aquellas penas, es el Rosario que rezan por ellas, y que las mismas, luego que llegan al Paraíso, ruegan por aquellos que rezan esta poderosa oración. Y dicho esto, vio Santo Domingo, que aquella alma afortunada subía al cielo colmada de gozo.

Fuente: Glorías de María
San Alfonso María de Ligorio

JUSTICIA DE LA MADRE DE DIOS


Refiere el Padre Carlos Bovio que en Domans, ciudad de Francia, había un hombre casado que olvidando a su mujer, vivía deshonestamente con otra.

No pudiendo tolerarlo la esposa, pedía de continuo a Dios que castigase a los criminales que la ofendían y, especialmente un día se dirigió a un altar de la Bienaventurada Virgen que estaba en cierta Iglesia, a pedir justicia contra aquella mujer que tenía entretenido a su marido. Y a esta misma imagen, iba también todos los días la otra miserable pecadora a rezar un Ave María.

Cierta noche la Divina Madre se apareció en sueños a la esposa, la cual, luego que la vio, le repitió como de costumbre:
§ “¡Justicia, Madre de Dios, justicia!
Pero la Señora le respondió:
§ “¡Justicia! ¿A mí me pides justicia? ¡Anda, busca a otros que te la hagan! Yo, por Mí no te la puedo hacer. Has de saber, que aquella pecadora cada día me reza la Salutación, y al que la rezare no puedo permitir que padezca ni que sea castigada por sus pecados

Apenas amaneció se fue la esposa a oír Misa en la misma Iglesia de Nuestra Señora, y al salir de ella se encontró con la amiga de su marido; al verla empezó a injuriarla diciéndole que era una hechicera, que con sus hechizos había llegado a encantar aun a la Santísima Virgen
§ “¡Calla! – le decía la gente - ¿qué dices?”
§ “No quiero callar – respondía – lo que digo es muy cierto: anoche se me apareció Nuestra Señora y pidiéndole yo justicia, me ha contestado que no me la podía hacer, porque esta malvada le reza cada noche una Salutación

Preguntaron a la otra qué Salutación era la rezaba a la Madre de Dios, y respondió:
§ “La del Ave María

Más al oír que la Santísima Virgen por aquella devoción la llenaba de misericordia, se fue a postrar delante de aquella santa imagen, y allí, en presencia de todos, pidiendo perdón de su escándalo, hizo voto de perpetua continencia. Además, se vistió de monja, y fabricándose una pequeña habitación junto a aquella Iglesia, se encerró dentro de ella y en continua penitencia perseveró hasta su muerte.
Fuente: Glorias de María
San Alfonso María de Ligorio

TRATÓ DE ENGAÑARLA Y…

Cuenta el padre Silvano Raiz, que habiendo un devoto clérigo muy amante de nuestra Reina María, que había oído elogiar mucho su hermosura, deseaba ardientemente ver una vez a su Señora del Cielo, por lo cual con humilde súplicas le pidió esta gracia.

La piadosa Madre le envió a decir con un ángel que quería complacerle dejándose ver de él; pero con la condición de que después de haberla visto había de quedar ciego.

Aceptó el devoto, y he aquí que un día se aparece la Virgen Santísima; él por no quedar enteramente ciego, quiso al principio mirarla con un solo ojo; pero embelesado por la gran hermosura de María, quiso contemplarla con los dos ojos, y entonces la Madre de Dios desapareció.

Apenas perdió la presencia de su Reina, quedó tan afligido que no cesaba de llorar, no ya por haber perdido el ojo, sino por no haberla contemplado con ambos. Por lo que volvió a suplicarle que se apareciese otra vez, importándole poco perder la vista del otro ojo que le quedaba y quedar completamente ciego.

Feliz y contento decía:
§ “Prometo ¡oh Señora mía!, si me volviere del todo ciego por tan bella causa, que me dejará más enamorarme de Ti y de tu hermosura

Queriendo María concederle por segunda vez este consuelo, se le apareció nuevamente; más como esta amorosa Reina no sabe dañar jamás nadie, al aparecérsele por segunda vez, no sólo no le cegó del ojo que le quedaba sano, sino que le restituyó el que había perdido.

Fuente: Glorias de María
San Alfonso maría Ligorio

MI MADRE MI MEJOR AMIGA


Dos amigos se encontraban tomando un café, y uno le comenta en tono de queja al otro:
§ “Mi mamá me llama mucho por teléfono a la oficina y solo para pedirme que vaya a conversar con ella, siempre la misma quejadera, que 'se siente sola'; la verdad yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes como son los viejos: Cuentan las mismas cosas una y otra vez y sin mencionar de los achaques que estrena cada día; y bueno, como tu sabes nunca me faltan los compromisos: Que el trabajo, que los amigos, la Asociación. En fin… ¿sabes como es, No?”
El otro amigo se queda callado, y luego responde:
§ “Yo en cambio, converso mucho con mi mamá; cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento solo o cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y ella me conforta, me da fortaleza, y siempre termino sintiéndome mejor”.
§ “Caramba - se apenó el otro - Eres mejor que yo

§ “No lo creas, soy igual que tú, o al menos lo era - respondió el amigo con tristeza - En realidad visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo, tampoco yo iba a conversar con ella pensaba y sentía lo mismo que tú. Y no sabes cuanta falta me hace ahora su presencia, cuánto no daría por sentir las caricias que con tanto amor me prodigaba, y que rechazaba porque 'ya no era un niño'; ó cuánto me pesa no haber escuchado todos los consejos que me daba, cuando con torpeza le decía: ‘Yo sé lo que hago, y por ello cometí muchos errores. Ay amigo, si supieras ahora como la busco, y ahora es mi mejor amiga. Cuando sentado en la tierra fría del camposanto mirando solo su foto en el muro gris, en el que le puse 'te amo', (palabras que nunca escuchó de mis labios), le pido que me perdone por haber sido tan frío, por las veces que le mentí, y por los muchos besos que no le di, más el silencio me responde y cuando una brisa acaricia mis mejillas, sé que ella me perdona. - Mira con ojos empañados a su amigo y luego dice - Discúlpame este arranque, pero si de algo te sirve mi experiencia, conversa con ella hoy que la tienes, valora su presencia resaltando sus virtudes que seguro posee, deja a un lado sus errores, que de una u otra forman parte de su ser. No esperes a que esté en un cementerio porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente, será un hueco que nunca podrás llenar. No permitas que te pase lo que me pasó a mí
En el camino, iba pensando en las palabras de su amigo. Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria:
§ “¡Comuníqueme por favor con mi madre, no me pase mas llamadas y también modifique mi agenda porque este día lo dedicaré a ella!”
¡¡NO DEJES PASAR ESTE DÍA SIN DECIR 'TE AMO'!!
Nota: Tienes una Madre en el cielo que se llama María Santísima, que aunque tú no la recuerdas a menudo ella siempre está cerca de ti. JMPC

LA MEJOR FOTO Y EJEMPLO DE AMOR

…pienso que sólo quien es verdaderamente RICO (de amor y sentimiento) actúa así…


Esta foto fue extraída de un periódico hindú y llegó con la siguiente leyenda:

SÓLO QUIEN ES POBRE PROCEDE CON TANTA GENEROSIDAD
¡QUÉ PENA QUE EL HOMBRE NO SEA SIEMPRE ASÍ!”

!!!FELIZ DÍA DE LA MADRE!!!

martes, 6 de mayo de 2008

TESTIMONIO


Hno. José:
Ante todo, mis respetuosos saludos, mi nombre es Miguel Ángel Escudero Ponte y tengo 43 años vivo en San Martín de Porres.

Es una gran oportunidad que las circunstancias o Dios, o mi amiga Mónica me llevo a su grupo de oración a nuestro Creador, aunque las circunstancias fueron, creo las más importantes, y esas circunstancias las creó Jesús nuestro Señor para acercarme a Él, de seguro que hace mucho que no tenía comunión con nuestro Señor, ello conllevó a que me aleje de El y cometiera muchos pecados, por los cuales siento mucha angustia y pena y mi alma desolada...
Aquella noche después de terminar con las oraciones y las alabanzas a nuestro Señor, una señora o señorita (no estoy seguro) se acercó a mi, ya cuando todo terminó e iba a salir, me miró a los ojos y me dijo, - ¿cuál es tu nombre? - al responderle mi nombre, me miró fijamente a mis ojos y me dijo que estaba consumiéndome, que mis ojos reflejaban que estaba mal. Y créame realmente me estoy consumiendo por un problema judicial y de trabajo que tengo, y de seguro que mis ojos reflejan lo mal que me siento y decaído, y realmente acertó porque no mas de 20 días que he bajado hasta de peso - no sé - aproximadamente 7 u 8 kilos, no tengo ni ganas de comer ni de salir a la calle ni a trabajar. ¿Cómo es que pudo acertar con tanta seguridad si aquella mujer jamás me vio en la vida?


Seguro que he cometido muchos pecados he transgredido los mandamientos de nuestro Señor Dios de los cuales estoy muy arrepentido créame, quiero cambiar mi vida al servicio de los demás y ser una persona de bien. He ido a confesarme y he comulgado por lo que me siento mucho mejor. Seguro en otras oportunidades iré a sus reuniones que me parecieron muy llenas de espiritualidad, el problema es que trabajo de noche y no puedo pero la próxima semana iré otra vez.
¿Puedo pedirles por favor que oren por mi?, estoy mal del alma mi espíritu esta muy mal, no se realmente hasta he pensado dejar de existir en este mundo, pero no sé que hacer, realmente no sé que hacer, acercarme a Jesús me ha ayudado pero aún me siento mal...

Les pido por favor que en sus oraciones me tomen en cuenta y que Dios les bendiga.

Les agradezco infinitamente ya de antemano. Gracias


Miguel Ángel Escudero Ponte

TESTIMONIO DE SANACÍÓN


Buenos días:

Cómo no debo de dar gracias a nuestro Creador por la vida que nos da y a ustedes amigos, familiares que han orado por mi hermana quien se opero de un cáncer y gracias a Dios salio bien de su operación y ahora le han dado sus resultados de la patología diciéndole que es negativo.

Hermanos les agradezco en nombre de nuestro señor Jesucristo quien dio la vida por ti y por mi y sigamos orando por nosotros, no duden en enviarme sus mensajes si algún familiar suyo o alguien que esta mal o delicado de salud para orar por el o ella, saludos.

Les envío una palabra de vida léanlo y transmítanlo.

Dios les Bendiga.

Víctor Meza Vargas
Lunes 06 de Mayo 2008


Nota: Sólo se necesitaron dos reuniones con nuestra amiga enferma de cáncer y nuestro Grupo Católico de Oración por los Enfermos Sí Señor”, para que Dios se glorifique en ella y la sane, aunque ya estaba sana después de la primera reunión, lo que pasa que no nos dimos cuenta de ello porque hubieron ciertas cositas que no dejaban ver bien las cosas claras.

El mes pasado nos reunimos en su casa y, en la segunda reunión ya sabíamos que el Señor la había sanado, incluso lo comentamos antes de retirarnos. Fue una reunión llena del Espíritu Santo, se sentía su calor especial por todas partes. ¡Gracias, Señor, por ser tan bueno!


José Miguel Pajares Clausen

MANTENGAMOS LA LUZ ENCENDIDA


Las ambiciones y los sueños con el tiempo se gastan. Dicen que son ellos los que mantienen a la gente viva, yo también lo creo así. Aunque hay momentos en que la luz de la esperanza se apaga, es cuando dejamos de ser seres llenos de vida, nos volvemos presos de nuestra existencia y no encontramos motivo alguno para vivir. De pronto una bengala de amor aparece, y es que el amor es poderoso, tanto así que puede hacer que la luz de la esperanza vuelva a brillar. Y volvemos a nacer, llenos de vida.
La vida es así, tiene altos y bajos SIEMPRE y no vamos a poder evitarlos pues de eso se trata esto. Aprender a superar los obstáculos, aprender a vivir con amor y luchar por mantener nuestra luz encendida hasta el final.

Sammy Masias

LA FLAGELACIÓN: CÓMO, CUÁNDO Y POR QUÉ


El caso de Jesús fue raro. Su flagelación no fue la legal que precedía a toda ejecución sino que constituyó un castigo especial.

La flagelación en sí no fue un castigo exclusivo para Jesús. Lo mandaba la ley. La flagelación era un preámbulo legal a toda ejecución. Había una excepción: los ciudadanos romanos condenados a decapitación no eran flagelados, sino fustigados con la fusta. Esto se hacía, según Tito Livio, en el mismo lugar del suplicio, inmediatamente antes de la decapitación.
Los condenados a crucifixión eran flagelados habitualmente durante el trayecto que había entre el lugar donde se dictaba la sentencia y el del suplicio. Muy raro, como en el caso de Jesús, que se llevara a cabo en las dependencias del tribunal. Esto sólo se hacía en los casos en que la flagelación era sustitutiva de la pena capital. El caso de Jesús fue raro. Su flagelación no fue la legal que precedía a toda ejecución y que se daba en el trayecto, camino del suplicio, sino que constituyó un castigo especial, como veremos. Esto exige dos explicaciones: ¿cuándo le flagelaron y el por qué?
Mateo y Marcos no nos dicen ni cuándo ni el por qué, sólo constatan el hecho: "Y habiendo hecho flagelar a Jesús, lo entregó (Pilato) para que lo crucificaran".
Lucas es más explícito, y cuando está explicando los esfuerzos de Pilato para salvar a Jesús, al final nos cita una frase del Prefecto: "Le castigaré y luego le soltaré". Ya vislumbramos algo. Juan nos afirma que Jesús fue flagelado durante los juicios de Pilato. Ya tenemos el cuándo. Veamos ahora el por qué: Pilato juzga que la primera acusación hecha a Jesús: "Se ha hecho Hijo de Dios y según nuestra ley debe morir" no caía bajo la ley romana. Era cuestión religiosa y la Justicia romana no actuaba en estos casos para dirimirla. Por lo que consideró a Jesús inocente: "No encuentro en él, causa alguna de condenación".
Tras una deliberación de los judíos, éstos hacen una segunda acusación que sí entraba dentro de la Ley Julia: Había permitido ser aclamado Hijo de David que según ellos iba a ser su rey. Quería hacerse rey y esto iba contra el Emperador. Pilato tiene obligación de atender esta acusación. Pilato pregunta a Jesús sobre su realeza y, no sacando nada en claro, lo considera de nuevo inocente.
Enterado de la estancia de Herodes en Jerusalén y siendo Jesús su súbdito, Pilato se lo envía a ver si le resuelve el problema. No es así y Pilato en el tercer juicio dice a los judíos: "Ni Herodes ni yo encontramos en él causa alguna de muerte".
Después de los fracasos anteriores, Pilato equipara a Jesús con un criminal y ladrón, con Barrabás. La propuesta era, a quién de los dos querían que les soltase. La plebe prefiere a Barrabás, a la vez que grita que Jesús sea crucificado.
Ante las decepciones anteriores, Pilato decidió dar a Jesús un sustitutivo de la pena capital, para acallar al pueblo: "Le castigaré y luego le soltare". Después de este episodio, es cuando Jesús es flagelado y viene el hecho del ECCE HOMO.
Y tenemos pues, el cuándo y el por qué.
Una vez la orden de castigo, Jesús fue atado con cuerdas gruesas y resistentes. Las manos por encima de la cabeza, quedando así, casi suspendido de la parte alta de la columna o del techo. De esta manera quedaba inutilizado, para que no pudiera defender algunas partes del cuerpo con los brazos, y para que en el caso de shock, no cayera al suelo.
El instrumento utilizado para la flagelación, fue el flagrum taxillatum, que se componía de un mango corto de madera, al que estaban fijos tres correas de cuero de unos 50 cms., en cuyas puntas tenían dos bolas de plomo alargadas, unidas por una estrechez entre ellas; otras veces eran los talli o astrágalos de carnero. El más usado era el de bolas de plomo.
El número de latigazos, según la ley hebrea, era de 40, pero ellos por escrúpulos de sobrepasarse, daban siempre 39. Pero Jesús fue flagelado por los romanos, en dependencia militar romana, por tanto more romano, es decir, según la costumbre romana, cuya ley no limitaba el número. Sólo estaban obligados a dejar a Jesús con vida, por dos razones: una, para poder mostrarle al público para que éste se compadeciera (era la intención de Pilato), y la otra, para que en caso de condena a muerte, llegara vivo al lugar de suplicio y crucificarlo vivo: era le ley.
Cuando los clásicos latinos nos hablan de esta flagelación more romano, nos dicen que el reo quedaba irreconocible en su aspecto y sangrando por todo el cuerpo. Así quedó Jesús. Por eso a la pregunta: ¿cuántos latigazos dieron a Jesús? la respuesta es, hasta que le dejaron irreconocible; hasta que se cansaron. La ley romana no limitaba el número. Todas las partes del cuerpo de Jesús fueron objeto de latigazos. Eso sí, respetaron la cabeza y la parte del corazón, porque hubiera podido morir, como les había sucedido con otros. Y en este caso tenían una consigna: no matarlo. Así lo había mandado Pilato: "Le castigaré y luego le soltaré".


Las correas de cuero del flagrun taxillatum, cortaron en mayor o menor grado la piel de Jesús en todo su cuerpo: en la espalda, el tórax, los brazos, el vientre, los muslos, las piernas. Las bolas de plomo, caídas con fuerza sobre el cuerpo de Jesús, hicieron toda clase de heridas: contusiones, irritaciones cutáneas, escoriaciones, equimosis y llagas. Además, los golpes fuertes y repetidos sobre la espalda y el tórax, provocaron, sin duda, lesiones pleurales e incluso pericarditis, (como demostraremos en otra ocasión), con consecuencias muy graves para la respiración, la marcha del corazón y el dolor.
Pero si en la parte externa Jesús quedó irreconocible por las heridas y por la sangre, en el interior de su organismo sufrieron también lesiones muy graves órganos vitales, como el hígado y el riñón. Los golpes fuertes sobre la zona renal, instauraron sin duda, una disfunción en los riñones. Lo mismo podemos decir sobre el hígado, donde provocaron también una disfunción del mismo. A esta disfunción o insuficiencia hepato-renal, junto a mayor pérdida de sangre, fueron acompañadas de cambios electrolíticos y de otros parámetros biológicos con todas las consecuencias gravísimas para la supervivencia.
La disminución de la volemia por la nueva y abundante pérdida de sangre, aumentaron más gravemente la disnea o dificultad respiratoria, comenzada en Getsemaní. Esta disnea se aumentó todavía más, si cabía, por los golpes en la espalda y en el pecho que afectaron a órganos respiratorios y que además la hicieron dolorosa. Una hipercadmia muy seria estaba instaurada. Jesús tenía graves síntomas de asfixia. La hipotensión arterial comenzada en Getsemaní y aumentada con la desnutrición y la nueva pérdida de líquido corporal y de sangre, le dejaron materialmente sin fuerzas. Jesús no se tenía. Sin duda cayó, al desatarle las cuerdas, sobre el charco de sangre que había salido de su cuerpo. No olvidemos, que todo esto recayó sobre una dermis y epidermis sumamente sensible al dolor después de la hematidrosis.
En las circunstancias de Jesús es imposible explicar médicamente el dolor que sentiría cada vez que recibía un correazo con las bolas de plomo. Podríamos decir que en estos momentos Jesús era SÓLO DOLOR.


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